Wild souls: Quédate conmigo [TERMINADA]

Capitulo 7

Sé que me he tardado una eternidad y media T-T soy consciente de ello y sinceramente no tengo "lo siento" que alcancen para disculparme por dejar esta historia colgada, pero de ahora en adelante la llevaré al día  así que espero que la disfruten y comenten y voten y no quieran asesinarme XD jajajajaj

Un saludo a todos!!!!1

Bye bye n.n

Una mueca de dolor se formó en su rostro cuando intentó girarse en el lugar donde se encontraba acostado. Lentamente comenzó a abrir los ojos, sintiendo un dolor punzante en su estómago, pero no tan fuerte como lo había sentido cuando la hoja de plata se había clavado dentro de él. Quiso girarse pero unas manos lo detuvieron.

–No te muevas tanto –le dijo una voz sumamente familiar –Aún no has sanado lo suficiente.

Abrió completamente los ojos y lo vio frente a él. Era él.

-Ma... Matt –logró decir con dificultad, y quitó las de manos de él de sobre su cuerpo, como si el simple roce de parte de Matt le doliera, le quemara y era lo que verdaderamente le estaba pasando.

Giró su rostro, hacia la pared, percatándose de que se encontraba en un lugar que no conocía.

–¿Dónde estoy? –preguntó, girando su rostro para poder ver toda la habitación.

–Estas a salvo –fue lo único que le contestó Matt, lo que lo obligó a girar su mirada hasta encontrarse con la oscura de su compañero de cuarto.

–¿Dónde estoy? –preguntó con cierto retintín, ya que odiaba ese tipo de respuestas. Si había preguntado era porque quería saber dónde se encontraba.

Matt suspiró y se sentó erguido en la silla a su lado. Suspiró y lo vio dirigir su mirada hacia la ventana.

–En el bosque. En una cabaña protegida.

–¿Protegida? –preguntó sin entender e intentó con esfuerzo sentarse en la cama, viendo cómo Matt intentó ayudarlo, pero él se lo negó.

–Fabio ha traído a todos los de su manada. Están rodeando la casa para protegerla de a grupo por si encuentran el lugar.

–¿Y los demás? –preguntó y Matt dirigió su mirada a él.

–¿Los de tu manada?

–Sí.

–Saben que te estamos protegiendo pero no les hemos dicho dónde te encuentras, ni tampoco cuánto está pasando –le contestó y se paró –Te prepararé algo para comer. No has comido en dos días y supongo que tambien querrás asearte.

–Quiero irme a mi casa –le contestó cortante.

–Te quedarás aquí por el momento. He matado a quien han enviado, pero lo más probable es que vuelvan a traer más. Es mejor estar escondido.

–Quiero irme a mi casa –repitió con voz demandante, dejando a la vista sus ojos de lobo.

–Sabes perfectamente que tu voz no funciona conmigo o con alguien que sea externo a la manada tuya, así que evítate hacerlo, porque no funciona –le contestó sin mucho énfasis en su voz.

Blake recién allí se percató de que Matt parecía cansado y unas leves ojeras adornaban su rostro algo bronceado, supuso que por el sol. Todo su interior, que parecía haberse revuelto, se calmó en un instante. Percatándose allí tambien que el olor de Matt había cambiado levemente.