Capitulo 15: ÉXODO

1 0 0
                                    


Un leve viento, mezclado con tierra, sacude nuestras ropas, mientras nos mezclamos entre la gente que se encuentra en el camping. Algunos periodistas locales ya se encuentran sacando fotos, mientras que algunos turistas se quedan de pie y boquiabiertos ante tremenda catástrofe que nuestros ojos atestiguan. Una mezcla de rocas, fuego, explosiones, metal y polvo se termina de levantar en lo que debería ser una simple quebrada. Nadie entiende que está pasando, y se escuchan algunas versiones de una sede secreta del gobierno, pero nada se asemeja a la realidad que solo poco sabemos.

Luego de esconder los cestos con armas en una pileta abandonada y custodiada por Maxi y Eleonor, nos acercamos en busca de algún superviviente que se haya acercado al camping en forma de coartada, de igual manera que lo hicimos nosotros, pero nuestras esperanzas son bajas.

-Nadie conoce ese atajo.

-Lo construimos nosotros.

-Por seguridad, bah, por desconfianza a Calixto.

-No, por seguridad. Es muy difícil salir de un noveno subsuelo por ascensores o escaleras tan lejanas una de otras.

-Insistimos durante meses en una renovación del lugar para aplicar medidas de seguridad, pero Calixto decía que era imposible por el presupuesto.

-Gracias a Dios que estiramos nuestro presupuesto y construimos ese escape durante las vacaciones del último verano, cuando poca gente quedaba en Capolohua.

-Además, era ideal pasa salir a comprar cigarrillos o salir a pasear sin tener que hacer un papeleo previo.

Turnándose para hablar, los hermanos nos dieron una explicación de porqué solo nosotros subimos por ese atajo, mientras bajábamos por la parte del costado de la quebrada, y porque es probable de que muy poca gente haya sobrevivido.

-Por eso no querías que Calixto viera mis auriculares – recuerdo cuando me los escondió a metros de aquí.

-Exacto

Ahora que no vemos a nadie de Capolohua cerca, comienzo a formular en mi cabeza como seguirá todo, ahora que nuestra base está destruida y nuestra gente muerta, y es ahí cuando relaciono todo este desastre con la Comisión. E inclusive nuestro líder esta...

Pero apenas pienso en él, en su nombre lo veo. Camina lentamente detrás de un grupo de policías que se acercan a la zona, y pide a todos los turistas y periodistas que se retiren del lugar, argumentando cosas como "es por su seguridad" y "son órdenes de arriba", ante la resistencia de los periodistas.

Cuando los policías se acercan a nosotros, antes de que puedan decirnos algo, Lucas se acerca y les dice que conocemos al hombre de traje gris señalándolo. Calixto se da vuelta, y nos mira anonadado. Se congela en el piso, como si sus pies hubiesen largado raíces.

-¡No puedo creerlo! Que alegría saber que están bien, mis niños – se acerca rápidamente a nosotros, pero Luciano se antepone.

-¿Qué es lo que ha pasado Calixto?

-No, no – Calixto empieza a mirar hacia todos lados –. No lo sé, la comisión seguro. Pero... pero lo importante es que ustedes, mis niños, están bien.

-¿Nadie sobrevivió? –preguntó.

-No, creo que no. Yo... yo había ido a arreglar un tema con el señor gobernador, y me entero de esta tragedia, y... –comienza a mirar hacia abajo – yo no sé qué paso.

Levanta la cabeza, y sus ojos están cubiertos de lágrimas. Lujan, que estaba a dos pasos por delante de nosotros, se acerca a Calixto, y lo abraza fuertemente. Calixto apoya su cabeza en el hombro de Luciano, y luego de unos segundos, se pone rígido de nuevo, y voltea hacia el policía, sacando su celular, y le hace una seña para que se aleje.

CAPOLOHUA: El Vigésimo Quinto DescendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora