El presidente de Athlum; Andreser H. Skyfler y el secretario de defensa de Athlum Dante Bencumpert llegaron al congreso en cuanto el sol estaba por salir. Al llegar los escoltaron a sus asientos del congreso, el cual era una cabina en la parte alta que daba vista hacia el foro. Tomaron asiento:
—Ya estamos aquí, ¿Ahora qué? —Dijo Bencumpert al poner su paraguas a un lado del asiento- Ojala y sea rápido.
—Debemos de tener paciencia, creo que todo saldrá bien.
Arriba del auditorio habían 7 fotos. Bencupert los reconoció al instante; era "La familia de los ángeles caídos" venerados por la Organización de los Paises Fundidos.
— Esos hijos de pu...— sus pensamientos fueron interrumpidos por el mesero que traía la merienda:—Creo que han de estar agotados—el mesero desdoblo una mesa y empezó a servir la comida—cuando terminen de comer, tocan esta campanita, yo vendré por ustedes y los llevare al auditorio. Los fiscales están ansiosos por darles nuestra propuesta—el mesero dejo la campanita y se fue cerrando la puerta con llave.
—La comida puede tener veneno, o podemos estar en un cuarto de gas...
—Tranquilízate Dante, estaremos bien. Recuerda que venimos a hacer negocios.
Al terminar, tocaron la campanita, y una escolta, junto con el mesero, llevaron a los dos Athlumnitas al auditorio, el cual ya estaba lleno de personas de distintas partes del mundo, se les cedió un lugar a la mitad del auditorio y todos callaron. Un hombre viejo, de pelo blanco entro por la parte de atrás del auditorio para tomar el micrófono junto con otro hombre de muy corta estatura que llevaba arrastrando su espada.
—Muy buenos días a todos y muchas gracias por estar aquí— empezó el hombre viejo—me da mucho gusto que estén todas las personas que cite, incluidas los isleños Athlumnitas. Mi nombre es Alberto Goncalves y soy el presidente mayor, y él es Leorio Brownies, el presidente menor...
Bencumpert no podía contenerse la risa:
— El chaparrito, brownies, presidente menor, por favor, no me jodan— pero Skyfler seguía con cara seria y dura— quizás deba de ponerme más serio— Bencupert acaricio suavemente el mango de su paraguas en donde se encontraba tallado el nombre de Victoria—Tu hubieses querido esto, yo lo sé— Bencupert termino de naufragar en su mente y presto atención.
—Si nosotros— prosiguió el presidente mayor—queremos que ustedes formen parte de la "Organización de los Países Fundidos" es porque creemos que los athlumnitas tienen algo que a los ángeles caídos les interesa: sus telas. Su textilería es preciosa, y nos damos cuenta con verlos a ustedes, que imponen elegancia y presencia. Así que si se unen, ustedes tendrán el honor de vestir a nuestros ángeles caidos— todos en el congreso aplaudieron y hasta gritaron de la emoción— así que les dejo el micrófono a nuestros futuros hermanos.
—Quédate aquí, Dante, si ves algo extraño, me haces una señal.
El presidente de Athlum salió de su asiento y subió por las escaleras, el sonido de sus pisadas eran estruendorosas tanto que podían oírse incluso opacando el bullicio. Al ponerse frente al micrófono, empezó hablar:
—Buenos días. Mi nombre es Andreser H. Skyfler, presidente de Athlum. No traje ningún discurso para quedar bien, mucho menos ningún tipo de dádiva, quiero dejar en claro que no vine a hacer amigos, si no, a solidificar la paz entre mi isla y el resto del mundo. Sin embargo, yo también tengo peticiones, principalmente quiero su conocimiento. Quiero una buena dotación de sus libros, sus estudios, desde alquimia y conocimiento galeno se pueda. Y otra cosa: mi pueblo hará la vestimenta de su "Familia" mas no se inclinaran ante ellos, no haremos ninguna clase de inclinación ante ellos.
Al instante el presidente mayor subió con el presidente menor que cargaba otro micrófono:
—Bueno bueno bueno...— Alberto Goncalves tomó el micrófono de Leorio Brownies— tenemos bien entendido que no pedimos inclinación, más bien respeto. Creo que los "términos y condiciones" están demás. Pero si algo les prometemos es que no habrán más muertes sin sentido ni más guerras.
El presidente de Athlum Andreser H. Skyfller terminó por aceptar. Al finalizar se reunieron para dar los últimos repasos del acuerdo. Al llegar al recinto se sentaron en lo que parecía una mesa de reunión.
— ¿Empezamos? — Dijo Andreser.
—Espere un poco, mi señor, estamos esperando al alférez de esta gran organización— reviro Leorio Brownies.
El corazón de Dante Bencumpert empezó a latir muy rápido cuando vio entrar al alférez, sus manos temblaron y sintió ganas de llorar de coraje. No dio ni dos pases en el cuarto cuando Dante sacó su espada del paraguas y la puso en el cuello del alférez.
— ¿Dame una razón para no matarte, bastardo?
—Esa razón la doy yo-el presidente menor, Leorio Brownies, tenía su espada en el cuello del secretario— ¿Qué acaso ustedes no vinieron en son de paz?— el presidente menor aun siendo menor, alcanzaba el cuello de Dante perfectamente para rebanarlo en un segundo— ¿No me digas que dejaste tu "paz" colgada en el perchero?
El secretario de defensa bajo la espada y la guardo en el paraguas mientras veía la cara rígida y sin expresión del alférez:
—Saquen a esta mierda de aquí, si no, no hay trato— dijo mientras acariciaba lentamente el nombre de Victoria tallado en el mango del paraguas. El presidente menor prefirió guardar su espada de casi dos metros y decirle al alférez que lo acompañara afuera.
El acuerdo fue sencillo: Athlum haría la ropa de la Familia Real y la organización de países fundidos darían su conocimiento.orI]=
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La ciudad que nunca cayó. #FDA17
Action"La familia de los angeles caidos" gobiernan el mundo y el presidente de Athlum lo sabe. Aun, con todo lo que su isla a sufrido decide pactar un tratado de paz con el gobierno para disipar las disputas. Lo que no sabe, es que ese sera el inicio de u...