Dante Bencupert se asustó cuando las gotas de lluvia golpearon las láminas que el mismo habia puesto.
—Deya-Ni, espera a que se pase la lluvia, ahorita sigo con la construcción.
Dante Bencupert era el encargado de construir el restaurante, junto con Isaac, de Deya-Ni Raghmund y su paga era comida gratis. Mientras comía vio pasar una mujer parada bajo un árbol, cerquita de la textileria.
—Diana Victoria—pensó Dante— hace mucho que no le ponía atención.
Dante la vio muy detalladamente. Con un vestido de colores, una trenza que daba pequeños golpecitos en su espalda fragil, Victoria caminaba delicadamente, como si no se hubiese dado cuenta que estaba lloviendo
—Deya-Ni, ¿Tienes un paraguas?.
—Toma este, pero lo devuelves—Recalcó Isaac Ethon.
Dante se acercó a Victoria muy temeroso, sin saber que decir.
—Puedo llevarte a tu casa, bueno, si tú quieres.
—Si, por favor, pero ¿Por que el paraguas?
— Para que no te mojes.
— Disfruta la lluvia, es fantástica.
Dante la guio hacia donde ella dijo que vivía. Durante el camino, ella daba vueltas mirando hacia el cielo. «Esta mujer esta loca» pensó Dante.
Cuando llegaron a la casa de Diana Victoria, ésta se detuvo por un momento y le dijo:
— Yo sé que hablo mucho. Lo siento. Pero no puedo controlar mi bocota
— No te preocupes. Conozco gente peor— Dante titubeo un poco— Gracias por dejarme acompañarte Diana
—Dime Victoria, me gusta más Victoria, Diana será cuando se cumpla mi sueño.
— ¿Sueño?
—Quiero ser una gran diplomática, y unir a todo el mundo.— ¿Por qué pensar en eso? Esta isla es nuestro mundo, quien quiere juntarse con la gente de allá fuera.
—Siendo sincera, solo lo leí en uno de los libros que tenemos. Pero sería fantástico. ¿No lo crees?
—Quizás— Dante se encogió de brazos y se despidió de Victoria.
Dante siguió llevando a Victoria desde su trabajo en la textileria hasta su casa. Él insistia en usar el paraguas pero para ella eso era tonto,— ¿Por que quieres compartirme tu paraguas cuando yo te estoy compartiendo la lluvia?— Dijo Victoria mientras saltaba de charco en charco.
— Es muy tedioso tener que lavar todos los dias tu ropa solo por querer disfrutar la lluvia.
— Tu eres aburrido.
Pasaron los dias y la lluvia cesó más eso no hizo que Dante dejara el paraguas. No queria perder la esperanza de que algun dia lo usaria para caminar juntos bajo la lluvia y que Victoria olvidara la idea de "disfrutar de la lluvia".—Dante, ¿Cuál es tu sueño?
—Creo que no tengo un gran sueño como el tuyo— Bencupert la vio de reojo con cara de sorpresa—sólo quiero seguir tomando agua de cocos del bosque y comer pescado.
—Tú debes de ser secretario de defensa.
— ¿Secretario de que...?
—De guerra o de defensa. En el libro que leí, la diplomática y el secretario de guerra cambian al mundo, se casan y son felices por siempre.
Dante se puso rojo:
— ¿Quieres que nos casemos?
— Eres lindo ¿Por qué no? Pero primero hay que cambiar al mundo.
Dante hablo con el presidente Andreser H. Skyfler para que les diera el puesto. No querían sueldo, más bien hacer realidad el sueño de Victoria. El presidente se rió pero los dejó adquirir ese título en la isla.
El día esperado llego, dos barcos anclaron en Athlum.
—Hoy será mi primer encuentro con el mundo—dijo mientras miraba a Dante Bencupert— Cuando vuelva prepara el paraguas, hoy caminaremos bajo el mismo paraguas.
Dante la vió y le sonrió mientras ella bajo de la meseta junto con Isaac.
— ¿No crees que sea imprudente mandarla a ella? —Pregunto Dante Bencupert al presidente.
—Según ella, el diplomático recibe a los invitados mientras yo la espero aquí, así que esperémosla.
Dante sintió un ligero presentimiento.
— En cuanto recibamos esos barcos, le pediré matrimonio a Victoria.
Skyfler arqueo un poco la boca y dijo:
— Yo haré los preparativos.
Pasaron veinte minutos y no regresaban, al contrario, se escuchaban disparos en la selva.
— Presidente, quédese aquí—dijo mientras su respiración aumentaba a cada segundo—necesito 32 hombres, tomen las armas del saco de Isaac, algo va mal.
Cuando bajó las escaleras, vió a Isaac tumbado en el piso. Sentía que su estómago devolvería el desayuno. Así que procedió a correr a los visitantes. En cuanto Isaac le dijo que Victoria se encontraba en el bosque, el corrió a buscarla.
Ella ya estaba muerta.
La cargo y la llevo al pueblo. Y la coloco en el centro del pueblo:
— Ella murió por esta isla, murió por Athlum, nunca lo olviden.
Después él se metió a su casa, donde golpeó todo lo que tenía. No dejo de gritar una y otra vez hasta quedarse dormido.
Al día siguiente se levantó:
—¡Victoria! y yo aqui dormido—al instante escucho la lluvia que golpeaba su casa de madera.
—Y yo aqui soñando estupideces— se pusó sus mejores prendas y tomo el paraguas de Deya-Ni Raghmund. Éste vio que el pueblo estaba muy silencioso, pero él siguió corriendo hacia la textileria. Y al llegar abrió su paraguas y dijo:
—Ahora yo llegue más temprano.
Ahí se quedó 1 hora, hasta que decidió buscar un lugar donde sentarse. En eso, el vio que había una cripta al lado de la presidencia. Él se acercó sigilosamente hasta que la vio de cerca. Su paraguas cayó en un charco.
Dante Bencupert se dispuso a ir día tras día a esperar a Diana Victoria fuera de la textileria con la ilusión de que todo era un sueño. Hasta que no le quedo más que aceptar la realidad.
Diana Victoria había fallecido.
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Quiero agradecer a MagdalenaCósmica por su review de mi historia. Si llegas a leer hasta aqui, te recomiendo que pases por su perfil. Encontraras historias fantasticas.
Un gran abrazo Magdalena. Sigue con tu gran trabajo.
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La ciudad que nunca cayó. #FDA17
Acción"La familia de los angeles caidos" gobiernan el mundo y el presidente de Athlum lo sabe. Aun, con todo lo que su isla a sufrido decide pactar un tratado de paz con el gobierno para disipar las disputas. Lo que no sabe, es que ese sera el inicio de u...