El tiempo te encontrara

El tiempo te encontrará

Carolina se encontraba caminando con sus amigas, cuando de repente Rafael, su antiguo novio, se detuvo frente a ella. Sus amigas la miraron con coraje, esperando su decisión, ya que este le había hecho sufrir mucho durante su relación.

-Qué vas a hacer luego?- preguntó Rafael

-Nada que te interese!- le contestó Wanda, quien desde la ruptura de Carolina y Rafael, había estado al lado de esta ayudándola a sobrepasar esa etapa de su vida.

-No estoy hablando contigo, es con Carolina- mirando hacia Carolina nuevamente, continuó- te llamo luego.

De esta manera dió la vuelta y se marchó.

-No pensarás llamarlo, verdad?- le preguntó Wanda a Carolina, sin esconder el coraje que sentía aún.

-No, no te preocupes- le respondió Carolina, pero en su interior sabía que no era cierto. Todavía sentía algo hacia Rafael, pero no podía admitírselo a Wanda.

-Vámonos ya, esto muy cansada y Jonathan me dijo que me llamaría luego- les dijo Luisa a ambas.

-De veras que necesitas abrir los ojos y alejarte de Jonathan. Sabes que solo te busca para una sola cosa.- dijo Wanda demostrando el desprecio que sentía hacia esos dos hombres que habían hecho sufrir a sus amigas.

-Estoy de acuerdo contigo Luisa. Además, creo que luego de tanto caminar nos hace falta un buen baño. Vamos, las llevo a su casa- les sugirió Carolina.

Todas caminaron hacia el auto. Carolina dejó a Wanda en su casa y luego procedió a llevar a Luisa.

Una vez sola en su auto, sacó el teléfono de su cartera y llamó a Rafael.

-Hola?-contestó en el segundo timbre

-Donde estás?-le preguntó Carolina un poco nerviosa

-Voy de camino a la playa; quieres ir?- Rafael le preguntó y ella no sabía que hacer

-No sé en realidad si deba ir-le respondió pero sus palabras no eran muy convincentes

-Vamos, te espero. Debe estar tranquila la playa, y además, quisiera hablar contigo sin tener a Wanda cerca de nosotros. Sabes que no me cae bien y no me gusta su actitud.-

-Está bien, te veo allá-

Carolina sentía dentro de ella que no estaba haciendo lo correcto. Luego de dos años de relación, y de un sin números de maltratos emocionales, no debía dirigirle la palabra. Además, él había estado con otra a sus espaldas y aún tenía la duda si Rafael seguía viéndola. Pero esta vez el corazón le ganó la batalla a la razón.

Entre estos pensamientos y otros de hermosos momentos en su relación, Carolina llegó a la playa. El auto de Rafael ya estaba allí, ella se estacionó y caminó hasta la orilla de la playa donde el estaba sentado.