Tigre, Tigre

Capítulo 2

"Tu amigo se ha convertido en un magnífico animal, Legolas" –dijo Gandalf, admirando el gran tigre blanco.

Tigre rugió, presumiéndose y Legolas se rio entre dientes mientras le frotaba la parte superior de la cabeza. Su mascota estaba acostada al lado de su asiento.

"Tienes razón, Gandalf."

Thranduil negó con la cabeza.

"Doy gracias a los Valar por seguir vivos. No ha habido ninguna víctima en el Bosque Negro... todavía."

"Padre, qué malo eres. Los tigres no comen elfos."

"Bueno, siempre hay una primera vez para todo."

"En eso te doy la razón, padre. Y la verdad es que fui yo el que estuvo a punto de convertirse hoy en el desayuno de Tigre. ¡Cuando me desperté esta mañana lo primero que vi fueron sus colmillos! ¡Estaba a punto de morderme!" –dijo Keldarion.

Legolas puso los ojos en blanco.

"Qué exagerado, Kel. ¡Solo me estaba ayudando a despertarte! –volvió a mirar a Gandalf y preguntó-: ¿Qué te trae por aquí, Mithrandir? ¿Qué noticias traes?"

Gandalf se puso serio inmediatamente, con una expresión solemne y pensativa.

"Legolas, ¿Tigre ha salido estos días del Bosque Negro?"

Legolas se quedó desconcertado por la pregunta y miró a su hermano antes de responder.

"No, Gandalf. Tigre nunca ha salido del Bosque Negro, ni siquiera cuando caza. ¿Por qué lo preguntas?"

Gandalf se tomó su tiempo para seguir.

"Una serie de asesinatos a aterrorizado a un pueblo de hombres más allá de la frontera del bosque. Se han encontrado cadáveres de varios cazadores y comerciantes completamente mutilados –Gandalf hizo una pausa-. Por el aspecto de las heridas, creen que ha sido un tigre."

La habitación se quedó en completo silencio. Legolas se puso rígido. No se había imaginado ese tipo de noticias.

"Será una broma, Gandalf... ¡Tigre nunca haría algo así!"

"Legolas" –Thranduil intentó calmarlo al ver que Legolas saltaba de su asiento, mirando al mago.

"Tranquilo, Legolas. No estoy acusando a tu tigre, pero he visto las heridas y creo que lo que piensan los humanos es cierto. Un tigre hizo esas heridas. Ningún animal tiene esas garras ni deja esas marcas de mordeduras. Ni siquiera un orco" –dijo Gandalf, comprendiendo la reacción del príncipe.

Legolas se sentó otra vez, tirando de la cabeza de Tigre hasta que éste la apoyó en su regazo, sintiéndose culpable.

"Perdóname Gandalf. Exageré. Pero puedo asegurar que Tigre nunca ha salido del reino... siempre estoy con él. Nunca ha dejado mi lado desde que lo tengo."

"Pero si no ha sido Tigre, ¿entonces quién?" –se preguntó Keldarion en voz alta.

"¿Es posible que haya otro tigre en el bosque?"

Legolas seguía incómodo. Por lo que sabía, Tigre era el único de su especie que quedaba, pues muchos de ellos habían muerto, llevando la especie a casi la extinción. Tigre había tenido suerte de que Legolas lo cuidara desde cachorro o nunca habría llegado a adulto.

"Es muy improbable, teniendo en cuenta lo raro que es encontrar un tigre en la actualidad, pero no es imposible, mi querido Legolas. Es todavía más raro que tú tengas uno. ¿Quién sabe de dónde vino? –comentó Gandalf, observando el dócil comportamiento del tigre abrazado por el príncipe-. Si yo fuera tú no lo dejaría solo. Y no es un buen momento para que salga del reino. Los seres humanos tienen muchas ganas de atrapar al asesino... o más bien, de acabar con él para siempre."

Legolas observaba con diversión cómo Tigre rodaba por el suelo, intentando golpear con la pata a una mariposa que volaba cerca de su nariz. La mariposa era más rápida y lo esquivaba hábilmente como burlándose de él, haciendo que Tigre rugiera de frustración y Legolas se echara a reír.

Gandalf se había ido hacía dos días y ahora estaban en medio del bosque para el paseo diario de Tigre. También estaban de caza, pero no había ni ciervos ni conejos a la vista. Había llovido la noche anterior, por lo que el bosque seguía frío y húmedo, y los animales seguían en sus refugios.

Tigre se levantó y siguió a la mariposa cuando esta salió volando.

"¡Tigre, espera!" –Legolas lo llamó, pero su querida mascota estaba tan concentrada en el juego que hizo caso omiso de él. El príncipe suspiró y los siguió.

Unos minutos después, un conejo salió de unos arbustos y Tigre cambió de dirección para perseguirlo, olvidándose de la mariposa. Legolas volvió a suspirar. Tigre era muy rápido e incluso a él le costaba alcanzarlo.

"¡Tigre, no te alejes mucho!" –gritó, persiguiendo al felino.

De repente, Legolas captó una extraña presencia y prestó atención para escuchar mejor. ¿Quién se atreve a entrar en el Bosque Negro sin aviso?

Entonces se puso en cuclillas, frenando su carrera hasta que no se oían sus pasos...

Los cazadores miraban al gran animal con anticipación. La poderosa bestia disfrutaba de su captura sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Los hombres, doce en total, se prepararon, tensando las cuerdas de sus arcos, a punto de lanzar sus flechas. Su objetivo era el corazón de la bestia.

"A mi orden..." –susurró uno de ellos, levantando una mano como señal.

"¡¡¡No!!!" –un elfo apareció de repente, saltando desde la rama de un árbol. Aterrizó ágilmente delante del tigre y se interpuso entre él y las flechas...

¡Holaaa! ¡Conseguí un nuevo capítulo antes de fin de año, así que éste es el último de 2016! Espero que haya sido un año muy bueno para todos y esperemos que el próximo sea aún mejor. ¡Nos vemos en el 2017! :)

PD.: Como ven intento decorar un poquito los capítulos. Cuéntenme qué les parece :3