Cuatro elementos

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  En cierto modo, las ideas de Parménides y Heráclito erantotalmente contrarias. La razón de Parménides le decía que nadapuede cambiar. Pero los sentidos de Heráclito decían, con lamisma convicción, que en la naturaleza suceden constantementecambios. ¿Quién de ellos tenía razón? ¿Debemos fiarnos de larazón o de los sentidos?Tanto Parménides como Heráclito dicen dos cosas.Parménides dice:a) que nada puede cambiar yb) que las sensaciones, por lo tanto, no son de fiar.Por el contrario, Heráclito dice:a) que todo cambia (todo fluye) yb) que las sensaciones son de fiar¡Difícilmente dos filósofos pueden llegar a estar en mayordesacuerdo! ¿Pero cuál de ellos tenía razón? Empédocles (494-434 a. de C.) de Sicilia sería el que lograra salir de los enredos enlos que se había metido la filosofía. Opinaba que, tantoParménides como Heráclito, tenían razón en una de susafirmaciones, pero que los dos se equivocaban en una cosa.Empédocles pensaba que el gran desacuerdo se debía a que losfilósofos habían dado por sentado(error esencial en Parménides)que había un solo elemento. De ser así, la diferencia entre lo quedice la razón y lo que «vemos con nuestros propios ojos» seriainsuperable.Es evidente que el agua no puede convertirse en un pez o en unamariposa. El agua no puede cambiar. El agua pura sigue siendoagua pura para siempre. De modo que Parménides tenía razón endecir que «nada cambia».Al mismo tiempo, Empédocles le daba la razón a Heráclito en quedebemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros sentidos.Debemos creer lo que vemos, y vemos, precisamente, cambiosconstantes en la naturaleza.Empédocles llegó a la conclusión de que lo que había querechazar era la idea de que hay un solo elemento. Ni el agua ni elaire son capaces, por sí solos, de convertirse en un rosal o enuna mariposa, razón por la cual resulta imposible que lanaturaleza sólo tenga un elemento.Empédocles pensaba que la naturaleza tiene en total cuatroelementos o «raíces», como él los llama. Llamó a esas cuatroraíces tierra, aire, fuego y agua.Todos los cambios de la naturaleza se deben a que estos cuatroelementos se mezclan y se vuelven a separar, pues todo estácompuesto de tierra, aire, fuego y agua, pero en distintasproporciones de mezcla. Cuando muere una flor o un animal, loscuatro elementos vuelven a separarse. Éste es un cambio quepodemos observar con los ojos. Pero la tierra y el aire, el fuego yel agua quedan completamente inalterados o intactos con todosesos cambios en los que participan. Es decir, que no es cierto que«todo» cambia (en contra de Heráclito). En realidad, no hay nadaque cambie, lo que ocurre es, simplemente, que cuatro elementosdiferentes se mezclan y se separan, para luego volver amezclarse.Podríamos compararlo con un pintor artístico: si tiene sólo uncolor –por ejemplo el rojo- no puede pintar árboles verdes. Perosi tiene amarillo, rojo, azul y negro, puede obtener hasta cientosde colores, mezclándolos en distintas proporciones.Un ejemplo de cocina demuestra lo mismo. Si sólo tuviera harina, tendría que ser un mago para poder hacer un bizcocho. Pero sitengo huevos y harina, leche y azúcar, entonces puedo hacer unmontón de tartas y bizcochos diferentes, con esas cuatromaterias primas.No fue por casualidad el que Empédocles pensara que las«raíces» de la naturaleza tuvieran que ser precisamente tierra,aire, fuego y agua. Antes que él, otros filósofos habían intentadomostrar por qué el elemento básico tendría que ser agua, aire ofuego. Tales y Anaxímenes ya habían señalado el agua y el airecomo elementos importantes de la naturaleza. Los griegostambién pensaban que el fuego era muy importante. Observaban,por ejemplo, la importancia del sol para todo lo vivo de lanaturaleza, y, evidentemente, conocían el calor del cuerpohumano y animal.Quizás Empédocles vio cómo ardía un trozo de madera; lo quesucede entonces, es que algo se disuelve. Oímos cómo la maderacruje y gorgotea. Es el agua. Algo se convierte en humo. Es elaire. Vemos ese aire. Algo queda cuando el fuego se apaga. Es laceniza, o la tierra.Empédocles señala, como hemos visto, que los cambios en lanaturaleza se deben a que las cuatro raíces se mezclan y sevuelven a separar. Pero queda algo por explicar. ¿Cuál es la causapor la que los elementos se unen para dar lugar a una nuevavida? ¿Y por qué vuelve a disolverse «la mezcla», por ejemplo,una flor?Empédocles pensaba que tenía que haber dos fuerzas queactuasen en la naturaleza. Las llamó «amor» y «odio». Lo que unelas cosas es «el amor», y lo que las separa, es «el odio».Tomemos nota de que el filósofo distingue aquí entre«elemento» y «fuerza». Incluso, hoy en día, la ciencia distingueentre «los elementos» y «las fuerzas de la naturaleza». La cienciamoderna dice que todos los procesos de la naturaleza puedenexplicarse como una interacción de los distintos elementos, yunas cuantas fuerzas de la naturaleza.Empédocles también estudió la cuestión de qué es lo que pasacuando observamos algo con nuestros sentidos. ¿Cómo puedover una flor, por ejemplo? ¿Qué sucede entonces? ¿Has pensadoen eso, Sofía? ¡Si no, ahora tienes la ocasión!Empédocles pensaba que nuestros ojos estaban formados detierra, aire, fuego y agua, como todo lo demás en la naturaleza. Y«la tierra» que tengo en mi ojo capta lo que hay de tierra en loque veo, «el aire» capta lo que es de aire, «el fuego» de los ojos capta lo que es de fuego y «el agua» lo que es de agua. Si el ojohubiera carecido de uno de los cuatro elementos, yo tampocohubiera podido ver la naturaleza en su totalidad.  

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