PESADILLA

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Después de ver como Yuri se marchaba para no volver, sus compañeros decidieron dejar de hablar de ella. Como si hubiera sido un mal sueño que nunca debería a ver sido recordado.

Erwin ordenó que Nanaba y Mike se fueran con Sasha, Connie, Bertholdt, Reiner, Ymir y Christa se quedaran en la base que tenían a las afueras de la muralla Rose. Mientras tanto él, Hanji y Levi observarían a Annie. Y Eren se recuperaba, siendo cuidado por Mikasa y Armin.

Pasaron un tiempo de una forma calmada, todos debían recuperarse de del estrés tan repentino que habían pasado. Pero dos días después de que pasará el juicio, una pesadilla comenzó a abrirse camino en las murallas.

Los chicos estaban en el comedor, hablando sobre la extraña calma de la que ahora gozaban. Sasha devorada un trozo de pan, pero un escalofrío le recorrió el cuerpo. Y comenzó a escuchar unos pasos, al parecer solo ella notaba lo que estaba ocurriendo.

- ¿Qué te pasa Sasha? Te has quedado pálida – preguntó Christa

- ¿No lo oís? – contesto

- Oír el que – dijo Reiner- No me apetece estar de bromas Sasha.

- ¡No es ninguna broma! – se sujetó la cabeza con las manos.

- Creo que deberías ir a descansar, a lo mejor son imaginaciones tuyas – comentó Ymir

Sin previo aviso Nanaba apareció por la ventana, y la reventó de una patada.

- Los titanes han traspasado los muros – sentenció la rubia jadeando.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de cada uno de ellos.

- ¿No me habéis oído? – su rostro se enfureció – preparaos

- No tenemos aquí los equipos.

Erwin había decidido que los equipos tridimensionales se quedaran junto con él. En caso de que Eren se transformara en Titán podrían acabar con él.

- ¡Me importa una mierda! – La rubia se enfurecía cada vez más – Preparad los caballos, ¿O es que también se los ha quedado Erwin?

Todos asintieron, no había tiempo para discutir. La rubia salió por la ventana rota, notando como la presión de su peso cada vez era mayor. Se abalanzó al lado de Mike, que estaba en el tejado del granero en dónde estaban los caballos.

Él, a diferencia de la rubia, parecía calmado. Estaba tanteando el Horizonte con ayuda de su agudo olfato, ni si quiera la presencia de Nanaba conseguía desconcentrarle.

- Están cerca – sentenció el rubio.

Un escalofrío les recorrió ambos todo el cuerpo. Debían volver cuanto antes a donde estaban Erwin y los otros. No solo debían explicar todo lo que estaba sucediendo, también debían intentar salvar a los jóvenes cadetes que ahora ensillaban a los caballos.

Nada más entrar en el granero, todos se percataron de las miradas de sus superiores. Aquellas miradas fueron las mismas que vieron en los ojos de Hanji, Erwin o Levi el mismo día que descubrieron que Yuri les había traicionado. Pero las miradas de Nanaba y Mike tenían algo distinto, miedo, en vez de rabia.

Mike les ordenó que se subieran a los animales y les siguieran.

Galoparon unos minutos, no sé, quizá diez o veinte. Nadie lo sabía, sus corazones solo se percataron de ruidos a sus espaldas. Pisadas e incluso algún gruñido, aquellos monstruos los seguían de tan cerca que incluso su aliento pestilente podía llegar a sus fosas nasales.

Shingeki no kyojin, los ghouls al acecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora