El enemigo

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Inmediatamente cuando soy consciente de que todo esto estuvo armado para que yo sintiera que era parte del plan pero no estuviera directamente involucrada y corriera el menor riesgo posible, dejo a Agnes hablando sola y encaro a Gabriel. Empiezo a gritarle que me traicionó y que me engañó. Lo mismo hago con Ina y Theo totalmente fuera de mí. Duele mucho más el puñal de un amigo que el de un enemigo porque muy rara vez te lo ves venir. Me piden que me calme pero eso me genera mayor molestia y desata en mi más ira todavía. No puedo evitar pensar que todo esto es idea de Valentín que como siempre elije por los dos, sin tener en cuenta mi opinión. Pensé que le había quedado claro que no era mi forma de manejarme y que detesto que tome las decisiones él solo creyendo que eso es lo mejor para los dos.

Sé que enojarme más no es la solución y que es solo una pérdida de tiempo. No voy a permitir que me dejen afuera, no si las personas que quiero están en peligro. Entonces, estratégicamente, me sereno, cambio mi actitud y el resto se sorprende. A mí también me llamaría la atención si fuera ellos, que alguien que hace un segundo estaba a los gritos ahora esté hablando tranquilamente pidiendo que por favor le expliquen el porqué de la decisión y le digan la verdad. Si bien me miran con desconfianza, es increíble el poder de los buenos modales.

Me hacen lugar en un sillón y me acercan un té. La verdad, tengo muchísimas ganas de escapar e ir corriendo a buscar a Valentín y a Ema pero no sé exactamente dónde están y salir sin rumbo podría poner en riesgo toda la operación de rescate de Olivia. Así que decido seguir el show, mostrándome lo más tranquila posible.

Es así como Agnes empieza a contarme con detalle su historia. Aquel fatídico día de la explosión, Franco y sus aliados pudieron rescatar a Ema perdiendo a Agnes y Olivia. A las tres ya les habían borrado los recuerdos de estar en ese lugar pero no fue hasta llegar a la ciudad que a ellas dos les insertaron nuevos. Les crearon una vida lujosa, viviendo en departamentos increíbles en esas torres gigantescas que veía cuando entramos a la ciudad. Pero, entre ese combo de recuerdos inventados, les generaron uno muy peligroso. Ema, Valentín y yo somos el enemigo. Y antes de que pueda empezar siquiera la frase, como si pudiera leer mi mente, Agnes me confirma que Valentín es perfectamente consciente de esta situación y sabe el riesgo que conlleva para él rescatar a su hermana.

La esposa de Gabriel es psicóloga y se infiltró en la ciudad con el objetivo de ayudar a rescatar a las chicas. Logró ser la terapeuta personal de ambas y así se ganó su confianza además de conocer en detalle sus departamentos. Fue capaz de disminuir un poco el odio y el resentimiento hacia el "enemigo", es decir, nosotros y cuando las sintió preparadas empezó a aplicarles el método para intentar revivir sus recuerdos. Esto con Agnes funcionó a la perfección y si bien, no recuerda en un cien por ciento, aún confunde algunas situaciones y tiene algunos blancos, ya sabe exactamente quién es y qué pasó con ella. De todos modos, siguió fingiendo para que no las descubran. Mañana temprano, Agnes será llevada al campamento.

Pero con Olivia las cosas no funcionaron tan fácilmente. Cuando éramos chicos y nos borraron la memoria, quienes lo hicieron decidieron que los menores de 3 años no tenían suficiente cantidad de recuerdos como para que ameritara el proceso. De todas maneras, no recordarían prácticamente nada de esa época cuando crecieran. Ella tenía aproximadamente 2 años y fue parte de los que corrieron esa suerte. Cuando borraron sus recuerdos ese día de la explosión, eliminaron de su memoria mucho más que el simple recuerdo de haber estado en ese lugar, le hicieron desaparecer el recuerdo central, ese que activa todos los demás. No saben si fue intencional o fue un error pero no tiene dudas, no tiene blancos, no tiene pequeños recuerdos que empiezan a aparecer. Es como si esa otra vida jamás hubiera existido y los métodos que funcionaron con todos por ahora parecen no tener efecto alguno en ella. Lo único que queda de la Olivia que conocimos es su nombre. Por lo menos, eso se lo permitieron conservar.

Así que estos son los hechos, Valentín está por ir a rescatar a su hermana que no solo no lo recuerda sino que lo considera el "enemigo". Entiendo su motivación y entiendo su riesgo. En su lugar, yo hubiera hecho lo mismo. Lo que no voy a entender jamás es porqué siempre me deja afuera. No sé todavía a quien nos enfrentamos, pero con seguridad sé que el enemigo no somos nosotros. Pero no me interesa porque no pienso quedarme acá sentada de brazos cruzados a esperar.

Interrumpo el relato de Agnes porque creo que yaescuché lo suficiente. Me pongo de pie y empiezo a intentar buscar aliados enel público que quieran acompañarme y sumarme al rescate. Nadie parece tenerinterés. Gabriel me repite una y otra vez que tiene ordenes estrictas por partede Franco de retenerme y evitar que me sume a ellos. Harta de la situación, conla paciencia agotada y cansada de que no me tomen en serio, saco el arma yapunto directamente a la cabeza de Gabriel. Ya no hay amigos. Todo aquel que seoponga a mis planes es, a partir de ahora, mi enemigo. 

Sobrevivientes 2: MemoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora