Memoria

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Sigo el curso del dardo que impacta en el cuello de Olivia y ésta instantáneamente cae siendo Valentín quien corre para evitarle un golpe contra el piso logrando agarrarla justo a tiempo. Theo y yo entramos al departamento. Ema está quieta donde quedó, completamente en shock. De no ser por nuestra llegada, creo que la hubiéramos perdido. Theo se acerca y la abraza. Valentín acaricia a Olivia mientras yo intento analizar el golpe en la cabeza de Franco quien poco a poco comienza a despertar. A simple vista no observo nada pero lo mejor sería que volviera a descansar.

Valentín no puede entender como su hermana pudo atacarlos. Si bien sabía que esto podía pasar todavía tenía esperanzas de que no sucediera. Ella no nos recuerda y ella no es la que recordamos y no se cuanto tiempo podamos soportarlo.

Estando todos sanos y salvos lo que queda es regresar pero Valentín prefiere quedarse un tiempo más en el departamento a ver si puede encontrar algo que ayude a Olivia a recordar quien era o, creo yo, algo que lo ayude a conocer a esta nueva chica que es su hermana.

No podemos quedarnos todos, alguien debe volver con Olivia porque lo que la tiene dormida no durará mucho tiempo y es importante que esté lo más lejos posible de este lugar cuando despierte. Decidimos que Theo, Ema y Franco sean quienes vuelvan con ella y nosotros nos quedaremos un rato más a investigar el departamento.

Theo se acerca y me da su dispositivo. Me pide que cualquier cosa me comunique al de Ema e inmediatamente volverían a buscarnos. Lo guardo en mi bolsillo deseando no tener que usarlo. Valentín le entrega en brazos a Olivia y prometemos encontrarnos todos de nuevo en el campamento.

Se van y somos solo él y yo buscando pistas que nos ayuden a entender todo un poco más. Buscamos en silencio hasta que decido que quede en claro que no me gustó para nada que me dejaran afuera, o mejor dicho, que él estuviera de acuerdo con eso. Así que me acerco a él con intención de decirle lo que siento y como si leyera mi mente me dice: "¿Querés saber por qué decidí que no vinieras, no?" Sin darme siquiera tiempo para responderle agrega: "Por miedo a no poder volver a hacer esto" y me abraza con todas sus fuerzas. Al soltarme observo que directamente se dirige hacia un mueble que está detrás mío y toma un portarretratos. Me acerco y al mostrármelo puedo ver a Olivia con su look actual y a dos personas más que Valentín me presenta como sus papás. No entendemos cómo ni por qué pero están vivos y están acá.

Seguimos investigando el lugar y al entrar a la habitación, Valentín va hacia la mesa de luz y toma un libro. Al ver que se trata de "El Principito" no puedo evitar recordar que era su libro preferido cuando éramos chicos y por eso me regaló un ejemplar en mi cumpleaños antes de que nos borraran la memoria.

Se sienta en la cama y lo abre. Me acomodo a su lado y veo como pasa las hojas del libro hasta que se frena en una frase resaltada: "Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó."

Valentín cierra los ojos por unos minutos y al volver a abrirlos dice con la voz entrecortada: "El día que Franco se fue me pidió que cuidara a Olivia. Esa noche ella no paraba de llorar así que decidí que lo mejor era leerle mí libro preferido. Agarré su manito y empecé a leerle desde esta frase. Me acabo de acordar de todo Cami." Y es así, entonces, como solo nosotros dos somos los únicos capaces hasta el momento de encontrar nuestro recuerdo central y desbloquear nuestra memoria con totalidad. Lo noto un poco aturdido y las manos le tiemblan pero, al menos, no perdió el conocimiento como yo.

Y antes que pueda decir algo escucho como intentan patear la puerta principal para entrar. De alguna manera supieron que estamos acá y no tenemos escapatoria. Saco de mi bolsillo el dispositivo de Theo y le escribo a Ema "767" y luego, lo apago. A juzgar por el tiempo que pasó desde que se fueron no sé si podrán llegar a tiempo para ayudarnos. Golpean la puerta más y más fuerte y Valentín y yo nos preparamos para dar batalla a lo que sea que esté detrás de esa puerta.

Nos escondemos detrás de un sillón que nos sirve para protegernos un poco. Escuchamos que logran derribarla y Valentín se asoma para disparar logrando herir a uno de ellos dejándolo en el suelo. Solo son dos por lo que no parecemos estar en desventaja. Comienza un ida y vuelta de disparos con el que aún está en pie. Yo no puedo lograr sacar el arma porque mi mente se llena de recuerdos que prefiero olvidar.

De repente, siento que alguien me toma del tobillo y comienza a arrastrarme. Empiezo a gritar y Valentín sin pensarlo dos veces dispara directo a la cabeza del que había quedado herido anteriormente pero que aun así pudo levantarse e intentar agarrarme. Quedo completamente expuesta, ya ningún sillón me cubre, volviéndome totalmente indefensa ante el otro hombre. Pero, al verme en peligro Valentín decide salir de atrás del sillón y exponerse también.

Ante este movimiento, el hombre apunta a Valentín mientras él hace exactamente lo mismo. A un lado, me encuentro observando la situación, que se lleva a cabo en segundos, sabiendo que es el momento de terminar con esto. Siento el calor del arma contra mi piel. Casi sin pensarlo, la saco y me preparo para atacar. Y en ese instante, mis manos temblorosas me recordaron que no estoy hecha para esto ni quiero estarlo. Ya maté una vez y es algo que va a quedar por siempre en mi memoria. No quiero ni puedo repetirlo.

Así, sin más, viene a mi mente otra opción y salgo corriendo para cruzarme delante de Valentín mientras siento como la bala impacta en mi pecho. Con la vista borrosa, veo como el otro hombre cae también a causa del disparo en simultáneo de Valentín.

Mi vista borrosa solo me permite verlo llorar y lo siento abrazarme con firmeza. Mis ojos se entrecierran y me cuesta respirar. Siento a Valentín tan cerca al rozar su piel pero tan lejos con su voz como un eco a la distancia. Con esfuerzo abro mis ojos para guardarme su mirada en mi memoria para siempre. Le pido que me cante y mientras acaricia mi pelo escucho, por última vez, lo más perfecto del mundo, su voz. Lo último que lo escucho pronunciar antes de dejarme llevar es una frase de una canción de su banda preferida: "Y lo más resbaladizo es creernos sin memoria, y eso pasó, fue."

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Muchas gracias a todos por leer #Memoria! Esta historia no termina acá. Si quieren saber como sigue lean "La batalla final"! Es la tercera y última parte de esta historia. Los sigo esperando para compartir teorías en www.twitter.com/sobrevivook  -F

Sobrevivientes 2: MemoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora