Ookami «Tokyo Ghoul» (#FanficAwards)

Capítulo 003

"Vacía estaba. En un profundo hoyo negro, en donde nadie oye mis plegarias, en donde nadie se fija sobre mi sufrimiento. En donde nadie, le importaba si era inferior o superior."

Era el pensamiento que trazaba en su mente una y otra vez. Era un ciclo; en un instante, sentirse vacía, atrapada en la oscuridad, luego, los colores cobrando vida y la realidad impactando contra ella, cayendo como una lluvia todos los problemas. Gritos desgarradores salían de su garganta hasta que no podía más, las pequeñas gotas destellantes deslizaban desde sus párpados hasta su barbilla, sus pupilas como la sangre y sus escleróticas oscuras como la noche, su melena como una manzana ya no se veía tan hermosa como siempre, y sus uñas estaban trituradas por haber clavado sus dedos en las paredes. Desesperada, la locura la había consumido. No era capaz de controlar sus propias acciones, y más gotas como una leve llovizna deslizaba cada segundo.

—¡Déjame salir! —su voz salía temblorosa, su expresión reflejaba el dolor profundo que le ocasionaba aquella torturación. El hombre la miró sobre el hombro, y negó con la cabeza mientras sacaba un cigarrilo y lo encendía. El humo apareció hasta los más oscuros rincones. Kano comenzó a toser fuertemente a causa de que el humo se había adentrado a la garganta, y decidió con razonamiento que sería mejor opacar el hambre con el sueño. Recostó su anatomía sobre el desgastado colchón y cayó en un profundo letargo el cual, duraría horas.

Mientras tanto, en un punto lejano, se encontraba el CCG absorbiendo información sobre los nuevos monstruos que acechaban por la ciudad. Amon, como siempre, preocupado por aquellos niños pequeños que no tenían un hogar el cuál vivir por culpa de los malditos ghouls que habían consumido la vida de sus padres. A la vez, meditaba sobre las palabras y la reacción del Ojo Parchado.

En otro lugar un poco más alejado del distrito bajo las tierras y los túneles se encontraba la entrada del equipo de Tsuyo, allí, estaba Toki. Caminando pausadamente, combatiendo mentalmente si debía de informarle sobre lo sucedido al rey. En Tsuyo, los puestos se dividieron así: el rey, el cuál, manipula a su antojo el sistema del clan, el líder, quién se encarga de los cargos más peligrosos, el compañero del líder, éste tiene que poner su vida hasta el filo de la muerte para proteger a su líder. Y debe ser, el sujeto más fuerte que su líder por si éste llegase a estar en graves problemas. Y luego, los miembros, quiénes tienen tareas variadas.

Los pies se encaminaron hacia el trono compuesto por cobre y oro. Allí, estaba el rey; su barba desteñida y rizada acompañada de unos ojos filosos como la esmeralda, mientras que en la parte superior de su cabeza se encontraba una corona con un brillo excelente; se notaba que la pulían día a día para que quedase en una forma perfecta. En el clan, todos los miembros sabían que él quería recuperar el tiempo medieval, el cuál, extraña con anhelo a pesar de no haber atravesado la época. La razón de su fanatismo por aquel tiempo fue las páginas escritas con delicadeza describiendo cada zona, lugar, aspecto físico, y todo lo que se encontrase allí.

—Rey Kaibara, la líder Ka... digo, Taira, ha sido sometida bajo los siguientes días en un proceso para evitar la incrementación de la
liberación de Células Rc —informó Toki mientras tartamudeó un poco al mencionar dicha persona. Toki, desde pequeña, siempre tuvo buenos lazos de amistad con Kano. Al principio, Toki la nombraba Taira, y Kano la llamaba Uehara, pero luego cuando se hicieron más confiadas en su amistad, ellas comenzaron a nombrarse con sus nombres.

—¿Y qué quieres qué haga? —preguntó desinteresado.

Un grito desgarrador se pudo presenciar en otro sitio.

—Ella es un ghoul más. Seguramente que podrá soportarlo.

Las lágrimas querían hundirse en más melancolía para tirarse desde el borde de los ojos de Kano.

—Además —agregó con un tono cínico—. Ella tendrá que...

Y el sonido cesó.

—Aprender.