Ookami «Tokyo Ghoul» (#FanficAwards)

Capítulo 005

El pensamiento que atravesaba en la mente de Kano era con tanto enojo que no pudo soportar la mísera hipótesis de que un ghoul derramara más de su sangre inútilmente contra el CCG. Por el lado de los humanos, los ghouls eran monstruos incapaz de comprender a los humanos. Pero por el lado de los ghouls, los humanos eran monstruos que creían ser buenos.

Nada era como aparentaba.

Kano tomó una calada de aire y empujó las puertas con fuerza. Llamó la atención de las personas, pero hizo caso omiso a sus fútiles ojeadas. El sonido de los papeles impactando contra la mesa, las zancadas que las personas con un traje atezado realizaban, todo, podía oírlo ella.

Su idea era una simple locura; enfrentarse con los inspectores de aquí. Aun que la locura de este propósito disminuía un poco por el hecho de que su rostro se veía cubierto de su máscara metálica. Quería vengarse de todos los ghouls fallecidos a causa de estos sujetos sin corazón, quería vengarse en verdad. Tenía la sed de venganza en las venas.

Dio unas cuantas zancadas hasta aproximarse a un hombre de cabello castaño y tez morena. Alzó su puño para luego dejarlo caer velozmente, pero en lugar de eso, sintió cómo en su campo de visión se podían apreciar líneas de colores escurridizas y sentir un leve cosquilleo recorrer en el estómago de Kano. Cuando abrió los ojos, ya no se encontraba en el CCG apunto de atacar, sino que unos brazos cálidos rodeaban la cintura de ella mientras que veía las facciones del sujeto; tenía tez blanquecina, un ojo como el cielo y se podía apreciar el ojo ocultado por el mechón de un color escarlata, y en su rostro se veía cubierta de una máscara felina. Cyrus aflojó sus brazos y la soltó por su extraña posición en la que habían quedado, luego, Kano se volteó y con el ceño fruncido preguntó:

—¿Por qué me sacaste de ahí?

—Era una locura, te iban a moler a golpes —respondió, y en su semblante lo único que expresaba era seriedad.

—No, tranquilo. Yo ya pasé por eso cuando era muy, muy pequeña. —Caminó hasta la acera del edificio y, con su pié derecho en el aire y sus brazos flexionando hacia puntos contrarios dijo:—. Ah, por cierto, recuerda: los ghouls también son humanos.

Cyrus no comprendió lo que citó la taheña, pero de igual manera aquellas palabras se quedaron impregnadas en su cerebro. Kano se aproximó al borde del edificio y dejó su anatomía caer mientras disfrutaba del viento que golpeaba su cara. Y de nuevo, el cosquilleo recorrió su estómago levemente.

Con el viento golpeando mi cara,
puedo expresar el sabor recorrer
mi boca con un gusto a metal.
Con el viento golpeando mi cara,
puedo aceptar a mi ser que
aguarda dos terribles y deformes armas,
Con el viento golpeando en mi cara,
puedo volar, extendiendo mis
alas para adentrarme a los
túmulos de la vida.
Con el viento golpeando mi cara,
puedo sentir la libertad
recorrer mis venas.
¿Quién me lo impedirá?
¿Quién impedirá la libertad mía?
¿O será arrebatada,
como la melancólica vida que
siempre obtuve a cambio?

Una dulce voz iba al compás con sus sentimientos, mientras sentía una leve picazón en sus ojos recuerdos que trazaban en su mente. Siguió cantando con una dicción un tanto temblorosa, y cuando observó que, sus pies iban a tocar terreno plano, se sujetó de una cuerda que los albañiles estaban utilizando y dio un pequeño viaje recorriendo las calles desde un poco más abajo que de costumbre. Porque siempre le echaba una ojeada a la ciudad desde el último piso de los edificios, pero esta vez decidió ir entre medio. Sintió como su oído se agudizaba y podía sentir algunas conversaciones llegando a sus oídos.

—¿Los ghouls? No existen. No he visto ninguno jamás —decía un hombre aproximadamente de unos veintiséis años.

—Yo quiero un helado de frambuesa y chocolate —decía una mujer más a su derecha. Y así, conversaciones sin sentido entraban en su cabeza. Cuando paró de hacer el recorrido, se dirigió en busca de su compañera Toki, porque definitivamente necesitaba conversar con ella. La primera hipótesis que se le cruzó fue que estaría en Tsuyo, por lo que se encaminó hasta allá con apuro. Luego de un par de horas que el tiempo consumió con la caminata que dio Kano, se adentró a la zona donde la pertenecía al rey, el cuál no tenía preocupaciones en su cabeza, y si alguna rondaba, se trataba sobre algún oponente con más nivel de riquezas.

—¿Kano? —murmuró una voz. Kano se volteó rápidamente y se encontró con Toki cubierta de una vestimenta algo lúgubre; recordándole a una mujer la cuál en sus tiempos le desagradó muchísimo. Simplemente, era repugnante aquella persona.

—Toki, debo hablar contigo. ¿Puedo conversar aquí? Igual nadie está prestando atención y al parecer están en una reunión —señaló a un tumulto de personas escuchando las palabras de su rey. Toki asintió mientras abrazaba sus piernas y apoyaba su barbilla sobre sus rodillas. Kano la imitó, y comenzó hablar para ponerla al día.

—Te contaré todo, cuando terminé aquella tortura, el guardia intentó matarme. Pero me defendí y terminó siendo herido, al parecer su ídolo era Jason. Luego, escapé de aquel lugar y me encontré con una persona un tanto frívola, pero que me ayudó a dirigirme al CCG. Intenté golpear a uno de los inspectores pero aquel sujeto llamado Cyrus me detuvo, planteándome mejor la situación. Después paseé por ahí y vine aquí —le informó mientras observaba las paredes pintadas con trazos finos y gruesos. Toki asintió y le dijo que prosiguiera, porque ella sabía que no era sólo eso.

—¿Algo más que añadir? —preguntó la azabache con curiosidad. Kano, con un rostro serio la miró fijamente.

—Voy a renunciar a Tsuyo.

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Hola, primero que nada TheLonelyFrozenWolf perdóname por haber utilizado tu personaje sin consultarte, es que lo veía como incompleto al capítulo y me pareció buena idea que aparezca una vez más Cyrus Black :D

Bueno, un aviso que quería dar era que ya se publicó "Ookami: un dios, un lobo", allá se resolverán un montón de dudas sobre el pasado de Kano y Toki.

Listo, bueno, hasta mañana ♥