Prohibido

Capítulo 13

Elie

Estaba atada de manos y sentada en una silla. Mis ojos estaban vendados, así que, no sabía que estaba pasando a mí alrededor. Sólo podía oír como James se quejaba cada vez que Woody lo golpeaba. Apreté mis manos con fuerza cuando escuche que alguien venía cerca de mí, sentí un aliento contra mi mejilla y mi cuerpo tembló.

—Así que, Jam. No vas a decirme lo que sabes…—dijo Woody. Sentí algo frío, metálico y puntiagudo en mi mejilla. Estaba casi segura de que era un cuchillo.

—Me preguntó como se vería esta linda chica con una cicatriz en su bonito rostro…— la presiono con fuerza y sentí como mi piel se desgarraba solté un gemido de dolor y apreté más mis manos.

Yo no era alguien fuerte, yo era débil y miedosa. Estaba apunto de orinarme en mis pantalones.

— ¡Basta, Woody! Ya te dije que yo no sé nada. Alex, no me dijo lo que planeaba hacer. — Woody se detuvo y yo solté un suspiro de alivió, aunque aún sentía un dolor punzante en mi mejilla, no era tanto como el que sentí mientras él estaba cortándome.

— Vi a Jessica, James… y también vi a Alexander. Así que, tienes que decirme, lo que están planeando antes de que mate a la chica…— sentí algo metálico ahora contra mi cien. Era una pistola.

— ¡James, James! — grité por el miedo. No quería morir, no quería. Si después de esto salía viva podría jurar que me iría muy lejos y no volvería nunca. Jamás. Incluso me llevaría a mi madre.

— ¡Traigan a Rob! — gritó Woody.

Escuché más pasos y como una puerta se abría, el aire entró con fuerza y olía a tierra mojada.

— ¿Dónde está tu hijo Rob? — esa no era la voz de Woody era la voz de una mujer.

—No lo sé— dijo la voz de Robert.

Esperen, ¿Robert? ¡Robert! Él podría sacarme de aquí de eso estaba muy segura.

Escuché un golpe sordo y gemidos de dolor, pero no eran de James.

—Dime dónde esta, porque no dudare en darte un tiro en la cabeza… si no me lo dices…— Woody lo amenazó, escuche como le quitaba el seguro a su pistola.

—No voy a decirte NADA.

¡Boom! Woody, disparo su arma.

Alexander

Amarré la sabana en la cintura de Jessica y al baje por la ventana, después, amarre la sabana en una de las patas de la cama y baje justo detrás de ella. Mientras estaba desamarrándome, uno de los hombres se asomo por la ventana y disparó hacía mí, por suerte me moví rápidamente. Y corrí. En el último momento logré desamarrarme.

Corrimos lo más rápido que pudimos, hasta llegar a un lugar seguro y escondido, saqué mi teléfono y llamé a mi padre. Contestaron casi inmediatamente.

— ¿Papá? Escucha, sé que estás enojado pero no hay tiempo. Woody regreso y…— escuché una risa malvada y ronca del otro lado del teléfono, no era la risa de mi padre.

—Alex…— respondió la voz de Woody— ¿Sabías que tu padre llora como una niña pequeña? — comenzamos a movernos, tenía que encontrar a ese maldito.

—Si le haces algo…

—No te preocupes por tu padre… está en un mejor lugar ahora — colgó el teléfono y toda mi piel se erizo.

Tenía un nudo en la garganta y de pronto había dejado de moverme. Jessica tomo mi mano intentando hacerme caminar. Sabía que los hombres se acercaban justo detrás de nosotros, pero mi mente estaba en blanco. ¿Cómo nos metimos en esto? Probablemente era mi culpa por haber hecho enojar a Woody, al enamorarme de Jessica. Pero eso fue en el pasado, querer venganza no tenía sentido ahora.

— ¡Alex, hay que irnos! ¡Vamos!

De pronto desperté, como si hubiera estado momentáneamente dormido. Apreté la mano de Jessica y comencé a correr, lo más rápido que podía. la adrenalina corría por mi cuerpo mezclándose con mi sangre, ya nada importaba. El quería vengarse de Jessica y de mí. Ahora yo quería vengarme de él. Y lo haría.