Capítulo 2: Extraviada

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El insistente sonido de su transitar sobre la madera de un lado a otro se había convertido en una melodía diligente. A la luz del alba, Lara Croft danzaba zigzagueante entre repetitivos saltos de izquierda a derecha sobre prominentes plataformas de entrenamiento. Algunos eran incluso mortales laterales que a más de uno dejarían con la boca abierta. Un brinco final la llevó a quedarse colgada en otra estructura de madera, y con la fuerza de sus músculos, consiguió levantar su peso. Ahora se encontraba frente a una tirolina, la cual tomó entre sus manos y bajó en un vertiginoso recorrido. Winston esperaba en el campo de tiro, mientras sostenía sobre sus manos una bandeja de plata, sobre la que había una estilosa jarra junto con un vaso de cristal. Tuvo que apartarse para dejar espacio a que la pistolera acabase con los blancos que se le presentaban en el camino. Era letal en esa parte del entrenamiento, y por algo su mayordomo llevaba un chaleco antibalas (que por cierto, tenía una diana dibujada).

La aventurera finalizó el entrenamiento con un sprint final hasta un pequeño terreno donde había dos banderas inglesas colocadas a los lados. El sonido del cronómetro de Winston marcó el tiempo tardado.

-Muy bien hecho, tienes un nuevo récord.

Esta apoyó sus manos sobre sus caderas inclinando su espalda para recobrar el aliento, por poco no respiraba de lo concentrada que estaba. Tomó el diáfano vaso con agua para beberlo de un trago, entretanto multitud de gotas de sudor recorrían su rostro enrojecido por el sofoco del ensayo. Al dejar el recipiente, asintió con la cabeza.

-Gracias, Winston. Así estaré preparada para volver a Egipto.

El rostro de su mayordomo palideció, visiblemente preocupado por ese viaje. Lara caminó hacia la entrada de la mansión, seguida de él mientras contemplaba la espalda empapada ella. Ambos subieron las escaleras hasta llegar a la habitación de Lara. El mayordomo paró en la abertura de la puerta mientras ella se disponía a tomar la ropa limpia de su armario.

-No deberías ir, Lara. Recuerda lo sucedido hace un año, ¿no crees que es demasiado pronto para...?- Fue interrumpido por la mirada ajena, que se dio la vuelta para contemplarlo, estaba sosteniendo su mochila de andanzas en sus manos, algo desgastada por el constante uso, pero aún resistente para muchas travesías más.

-No tienes de qué preocuparte. Lo que pasó en el templo fue un error mío, después de todo soy humana.

-Pero, Lara...

-Estaré bien, te lo prometo.

Esbozó una sonrisa tranquilizadora, él como respuesta asintió en silencio. Dejó la mochila sobre la cama, tomó la ropa limpia y se encaminó al baño. Mientras, el mayordomo se quedó donde estaba, mirando con suma atención a la mochila. El murmullo del agua corriendo de la ducha se escuchaba desde el otro lado de la puerta.

«La suerte se la forja cada uno.»

Dicha célebre frase se formó mediante un eco en su cabeza. No lograría convencerla, estaba ligada de por vida a por sus artefactos, como también lo hizo su padre y Verner Von Croy.

Sus pies jamás serían parados, ni si quiera por la misma muerte.


Mei movió la manivela para bajar la ventanilla al lado de su asiento. Sin importar que el monovolumen siguiera en movimiento, asomó la cabeza por la ventanilla para observar mejor el paisaje que se alzaba más adelante. Su melena se removía al son del viento, mientras sus mechones se colocaban en su cara, que era golpeada por la frígida ventisca debido a la velocidad a la que circulaban. Habiendo avanzado lo suficiente, la carretera surcaba el interior del bosque caledonio inundado de tonos castaños por la otoñal temporada, a la que pronto sería su fin. El movimiento del coche hizo que un cúmulo de hojas caducas se levantaran al vuelo y las desperdigaran aún más por el camino. Hubo un momento en el que la luna del coche golpeó las ramas de un árbol que era demasiado bajo, y una pareja de pardillos comunes salieron despavoridos de su nido. Tanto Margaret como Mei observaron cómo se alejaban con un rápido batir de alas. Siempre habían ansiado esa libertad.

Tomb Raider: El Origen del Amanecer [PARALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora