Daniel

Capítulo 11

El caos que se desató después de la declaración de Melody fue aún mayor del que ya había y ahora en el auto reina un silencio sepulcral interrumpido únicamente por el sonido de la música que sale por lo altavoces.

¿Lo dijo en serio?

Nada podría hacerme más feliz en este momento si ella admite que lo que acaba de decir es cierto. Es todo lo que quiero, todo lo que deseo. Ahora que ha aceptado a intentarlo de nuevo tengo mis esperanzas más firmes pero que prácticamente haya aceptado a ser mi novia en frente de la prensa es... increíble.

-Así que, ¿Eres oficialmente mi novia... otra vez? -una sonrisa aflora en mi rostro ante la emoción.

-Sí, así es -asiente con las mejillas rojas volviendo a ver nerviosamente a los tres hombres de seguridad que han venido con nosotros en el auto.

¿Acaba de admitirlo? ¡ACABA DE ADMITIRLO!

-Eso es maravilloso -planto un sonoro beso en sus labios-, ¿Te importaría acompañarme a cenar hoy?

-Claro, ¿Por qué no? -acepta asintiendo.

Envío un texto rápido a Bortoli para indicarle que hoy cenaremos en mi casa y que prepare algo exquisito.

Hoy me siento como si estuviera flotando en una nube.

-Hola hijo, ¿Puedo pasar?

Melody se ha quedado hablando con Tara afuera así que tengo unos minutos a solas con mi abuelo.

-Claro abuelo -asiento al verlo en la puerta de mi despacho-, por favor toma asiento.

-Se te ve muy contento esta mañana -murmura mientras se sienta en el amplio sofá de la esquina-. Me di cuenta de que la prensa te retuvo, son realmente fastidiosos cuando quieren.

-Sí, así es pero por suerte no tuvimos ningún inconveniente. Salimos librados -me siento junto a él para hacerle compañía.

-¿Y? -pregunta.

-¿Y? -no entiendo su pregunta.

-Sigo esperando la respuesta a mi primera pregunta -sonríe pícaro.

-Abuelo, no hiciste ninguna pregunta -río negando con la cabeza.

-Bueno, entonces déjame re formular mi frase -suspira-. Se te ve muy contento esta mañana, ¿Se debe a algo importante?

Ya me lo esperaba, mi abuelo tan curioso...

-En realidad si -asiento-. Melody y yo estamos juntos de nuevo, oficialmente.

Mi abuelo sonríe admirado pero repentinamente cambia su gesto a uno un poco más serio.

-No lo arruines esta vez, hijo. Ya sabes que no es sencillo ganar de nuevo el corazón de una mujer así que no desperdicies tu oportunidad y demuéstrale quién eres en realidad y lo que puedes ofrecerle -habla muy serio-. Melody es una gran chica y me agrada, así que procura ser sensato, ¿De acuerdo?

-Si señor -asiento.

-Bueno, entonces pongámonos manos a la obra porque hay una compañía que nos necesita.

Hasta el medio día me paso en dos videoconferencias con los socios de la parte sur de Europa. Son reuniones tediosas y hay que establecer de nuevo algunos parámetros con respecto a los servicios que se requieren pero me agrada la idea de recuperar nuestros contactos y que el funcionamiento de la empresa sea aún mejor que a como estaba antes.

Tengo un almuerzo ejecutivo a la una de la tarde con los socios de una pequeña firma de abogados y cuando regreso de nuevo a mi despacho y reviso mi agenda me doy cuenta de que sólo faltan dos reuniones para recuperar a todos nuestros accionistas, una en Abu Dhabi y otra en Suiza. Sólo faltan esas dos para que Melody termine su labor en nuestra compañía y yo quiero intentar buscar una forma de hacer que se quede, no sólo porque la quiero aquí sino porque es demasiado lista y nos ha ayudado a recuperar lo que habíamos perdido y que nos guiaba al camino de la ruina.