Capítulo 5

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Llego a la empresa y la mañana me resulta agobiante cuando me traen un registro de los últimos movimientos de nuestras acciones y nuestros accionistas, ambos van en disminución de una manera alarmante.

-No debiste haber cancelado esas dos reuniones del otro día -niega mi abuelo.

-Ahora nos hundimos en la ruina -murmura Samantha con cara de desagrado.

-De verdad necesitaba hacer esa visita a la fundación, abuelo -niego-. No podía perder la oportunidad.

-Sé que ese asunto es importante para ti, hijo, pero la empresa es importante para un montón de gente más -señala-. Hay miles de familias que se ven beneficiadas con nuestro trabajo y no podemos dejarlas de lado.

-Lo se -asiento.

-¿Por qué tengo la impresión de que estamos hablando de otra cosa? -Samantha no está al tanto de mi intento de regresar con Melody y la verdad no tiene por qué saberlo, sencillamente no es de su incumbencia.

-Olvidemos el tema -interviene mi abuelo-. Dediquémonos a buscar una solución.

Mi abuelo sale de mi oficina con Samantha y llamo a Tara para venga.

-¿Puedo ayudarle en algo, señor?

-Si, siéntate -señalo uno de los sofás que están frente a mi escritorio-. Tenemos un problema, necesito que intentes localizar a nuestros accionistas que están retirándose e intentes convencerlos para que se queden con nosotros.

-Estuve viendo las estadísticas y son un tanto alarmantes, si me permite decirlo -comenta con preocupación.

-Tienes razón, estuve viéndolas ahorita con mi abuelo y necesitamos actuar pronto. Por favor encárgate de eso, intenta llamarlos y convencerlos. Esta va a ser nuestra prioridad.

-En seguida señor -asiente y se pone de pie.

-Ah, por cierto, ¿Podrías hacerme un pequeño favor? -pregunto haciendo que se detenga antes de que llegue a la puerta.

-Si, señor.

-Llama a Melody, quiero saber cómo sigue.

-¿Cómo sigue? ¿Está enferma? -pregunta extrañada.

-Ayer su ex novio entró a su apartamento y la lastimó, está un poco lastimada y quiero saber cómo sigue.

-Eso es terrible -murmura con una mano en su boca-. La llamaré en seguida.

-Gracias -asiento antes de que desaparezca por la puerta.

Continúo con mi trabajo y a la hora de almuerzo me escabullo de la oficina para ir a conseguir algo de almuerzo que Melody pueda ingerir. Llego al edificio y me indican que salió en su hora de almuerzo lo que me lleva a la incógnita de si habrá logrado comer algo, sin embargo, igualmente me dirijo a su despacho recordando exactamente la ubicación.

Tomo asiento en una de las sillas que están frente al escritorio mientras espero, no sin antes chequear el termo, ahora vacío, que descansa sobre el escritorio, lo que quiere decir que ha pasado con dolor y me viene el recuerdo de la noche anterior al verla tan frágil, tan indefensa.

La puerta se abre muy despacio después de algunos minutos y la veo asomarse con cierto recelo hacia adentro pero al instante se tranquiliza y sonríe de medio lado. Se ve fantástica.

-¿Qué haces aquí? -pregunta mientras entra y cierra la puerta detrás suyo.

-Quise saber cómo te encontrabas y supuse que te habrías acabado justamente esto -indico con el termo vacío entre mis manos-, así que te traje más.

DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora