Capítulo 13

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El camino se me hace demasiado corto y cuando por fin hemos llegado a casa de sus padres la primera en salir a recibirnos es precisamente su hermana que hace que todo en mi estómago se revuelva.

-Hola, Mel -la abraza con fuerza dejándola casi sin aire.

-Hola Sara -saluda con dificultad-. Veo que me extrañaste.

-Lo siento -se disculpa separándose.

Cuando nuestras miradas se encuentran noto sorpresa en su rostro pero nada alarmante así que me propongo mentalmente ser muy respetuoso y no decir nada más de lo estrictamente necesario.

-Buenos días, Sara -saludo sintiéndome un poco formal, pero me parece que tal vez así es mejor.

-¡Vaya! Hola Daniel, que sorpresa -me da un casto beso en la mejilla y nos hace una seña para que la sigamos hacia dentro de la casa.

De la cocina emana un rico aroma y cuando entramos a ésta la mamá de Mel se encuentra preparando el almuerzo incluso con un delantal puesto, esto ya no es algo que se vea todos los días. Es una imagen muy hogareña y me hace sentir como en casa.

-Hola, mamá.

-¡Chicos, que sorpresa! ¿Cómo han estado? -limpia sus manos antes de recibirnos sonriente con un beso y un abrazo a ambos.

-Muy bien, gracias -contesto ante su pregunta- ¿Y usted?

-Ahora me encuentro muy bien, querido. Ve a buscar a tu padre mientras hablo con Daniel, ¿Si querida? -ordena a Mel que parece desconcertada.

Ella sólo asiente obedientemente y sale de nuestra vista no sin antes devolverme una mirada nerviosa.

Esto es muy extraño, estamos sólo su madre y yo así que ofrezco mi ayuda para cortar algunos ingredientes para la ensalada mientras escucho lo que tenga para decirme.

-¿Cómo has estado? Ya sé que lo había preguntado antes pero quiero tu repuesta más sincera si no es mucho pedir -habla mientras mezcla algo en un pequeño bol de vidrio.

¿Cómo he estado? Es una pregunta difícil de responder.

-No sabría decirle -contesto honestamente.

-He escuchado algunas cosas que se supone no debí escuchar y quiero saber tu opinión al respecto -¡Diablos!

Asiento dócilmente esperando a que continúe.

-Hace unas semanas escuche una conversación por teléfono entre Melody y Sara y debo admitir que me encuentro un poco consternada -explica-. Noté algo extraño en la actitud de Melody después de que nos dijo a su padre y a mí que ustedes habían tenido una discusión, sospeché que era más que sólo eso y resultó ser cierto cuando las escuché. Pero ahora quiero preguntarte a ti, ¿Qué fue lo que pasó?

-¿Y qué fue lo que escuchó? -pregunto intentando mantener la calma.

-Algo de que estabas engañando a mi hija, pero no doy nada por sentado hasta no conocer ambas partes de la historia.

-Suena muy inteligente -admito recibiendo una risilla por su parte.

-¿Entonces...? -apremia.

-En realidad fue un malentendido pero en parte tengo la culpa -me encojo de hombros-. Me obsesioné con el trabajo, estábamos a punto de firmar un contrato sumamente importante y no quería decepcionar a mi abuelo así que entré de lleno en eso y empecé a descuidar mi relación con Mel. Por desgracia había alguien que la molestaba constantemente y al querer hacerle daño no se dio cuenta de que también me lo hizo a mí. 

DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora