-Vine a buscarte para ir al trabajo -aclaro al ver la confusión en su rostro-. Pero creo que te puedo esperar algunos minutos para que te arregles.
Vuelvo a ver de nuevo su pijama de estampado infantil y al darse cuenta de lo que lleva puesto se ruboriza.
-Pero, ¿qué hora es?
-Son las ocho y media -confirmo mientras observo mi reloj.
Abre mucho los ojos de golpe y prácticamente empieza a correr hacia el pasillo que da al baño.
-Pasa, estoy lista en diez minutos -es lo último que la escucho decir antes de encerrarse en el baño.
Entro tranquilamente y cierro la puerta para sentarme a esperarla. Puedo escuchar cuando abre la llave y de inmediato siento las irrefrenables ganas de entrar y tomar esa ducha con ella, pero no se si me acepte y no llegaríamos hoy al trabajo así que decido usar todo mi auto control y contenerme.
Envío un texto a mi abuelo avisándole que llegaré un poco tarde.
Exactamente diez minutos después aparece Melody luciendo totalmente fresca y radiante con un vestido que exhibe sus largas piernas y una bufanda para tapar los moretones.
Es perfecta.
-Te ves preciosa -asiento en gesto aprobatorio mientras la escaneo de pies a cabeza-. Excelente trabajo con sólo diez minutos para arreglarte.
Muy puntual.
-Espero que te hayas duchado bien -añado en broma.
-Por supuesto que lo hice -contesta con fingido gesto ofendido.
Sólo eso logra que ría, que ría con ganas a como lo había logrado por varios días y me siento muy bien.
-Vámonos -abro la puerta para que pase de primera y se asegura de cerrar con llave.
-¿Exactamente a dónde vamos? -pregunta cuando caminamos hacia el auto.
Wilson nos saluda y abre la puerta la puerta trasera para que entremos.
-Al trabajo. Dijiste que me ayudarías con la empresa y necesitaba comenzar cuanto antes o sino me voy a volver loco -en un gesto involuntario paso la mano por mi cabello.
El tiempo ha pasado más rápido de lo que parece. Recuerdo hace sólo algunas semanas cuando recorríamos este trayecto a la empresa siendo novios y ahora... ahora creo que nos encontramos en alguna especie de limbo.
Bajamos del auto cuando llegamos a la empresa y no se si tomar su mano o rodearla con un brazo o qué, así que solo me limito a poner una mano en la parte baja de su espalda y guiarla hasta el ascensor. Puedo notar que está tensa y en cierto modo yo también lo estoy.
Un paso en falso delante de tantas miradas y podría ser el fin de mis intentos por recuperarla.
Cuando llegamos al último piso y salimos del ascensor, Tara que se encuentra detrás del mostrador luce una sonrisa radiante al ver a Melody. ¡Vaya, no sabía que esta chica tuviera tantos dientes!
-Buenos días, Tara -asiento educadamente.
-Buenos días, señor Wohlberg, aquí están los mensajes de algunas de las llamadas mientras no estaba -me entrega una hoja con algunos mensajes importantes que he estado esperando.
-Gracias, ¿entramos? -me dirijo hacia Melody que luce un poco desubicada.
-Por supuesto -sonríe a su amiga y le hace un ademán de saludo con la mano mientras caminamos a mi despacho.
-Por favor, ponte cómoda. Trabajarás junto a mi -señalo la silla de oficina junto a la mía que mandé a traer para ella.
Le dije al abuelo que la quería lo más cerca posible y así va a ser.

ESTÁS LEYENDO
Daniel
RomanceEl primer libro estaba narrado por Melody Smith, pero esta vez será narrado desde el punto de vista de Daniel Wolhberg el magnate que ha conquistado nuestros corazones. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Esta historia es completamente mía y puede conten...