Tú, el recuerdo de mi futuro (Christopher Vélez) EDITANDO

37. Soñando contigo

Capitulo dedicado a: Mis primeras lectoras, que hasta ahora nunca me han faltado con un voto, gracias chicas.

AgoosGarciia

angefranco2503

Eder_Tomson  (jeje, ame tus comentarios, me haces emocionar mucho jeje)

Día 2 del juego

Creo que me estaba volviendo un poquito neurótica. No dejaba de mirar hacia la puerta, en busca de Chris. Y la verdad me daba mucha curiosidad el saber con qué sorpresita me saldría ese día.

—Señorita, ya puede dejar mi plato—escuché decir a alguien.

—¿Mmm?

En cuanto fui en busca de aquella voz, me encontré abajo con la mirada de una señora en su mesa mirándome interrogante.

—Ah, sí—incomoda dejé sobre la mesa el plato que había estado sosteniendo en mis manos, y caminé hasta el otro extremo del restaurante.

El perderme en mis pensamientos se me estaba volviendo una costumbre, y es que Chris definitivamente estaba invadiendo mi mente de una manera que me daba pánico. Simplemente no podía dejar de pensarlo y aquello en mi situación era una tragedia. Si alguna vez me iba, yo me quedaría con él en mis pensamientos, y el quitarlo sería algo muy desastroso.

—Hola—escuché una voz masculina.

Muerta de nervios dirigí mi vista al origen de la voz, pensando que se trataba de mi loco favorito, pero no. Para mi suerte, únicamente se trataba de un chico desconocido.

—Lo siento—volví en sí, para regresar a verlo—¿En qué te puedo ayudar?

En cuanto evalué al chico, me di cuenta que traía ciertos artículos sospechosos en sus manos. Entre esos estaba un oso de peluche, y una caja de chocolates.

¡Sí, esto era muy sospechoso!

—¿Te envió Chris?—le dije mirando como loca por el restaurante—. Seguro esta por ahí riéndose de mí

—¿Ah?—él chico abrió los ojos sorprendido.

—¡Ya te dije Chris! ¡No voy a jugar contigo!—alcé la voz para que él me escuchara en cualquier parte que estuviera escondido

—Oye—el chico llamó mi atención—. Cálmate.

—¿Te mando alguna nota?—yo empecé a rebuscarle en la chaqueta—. Me extrañaría si no lo hace... ¡Ay Dios, sí que es necio! ¡Ya le dije que lo que yo siento por él es diferente!

—Espera...—él intentó decir

—¡Ya se! A lo mejor te envió para que me des eso mientras haces algo mas creativo—yo lo miré de mala gana—, pero sea lo que sea que te mandó hacer, no lo hagas—le supliqué.

—Tú estas...—él quería hablar pero no lo dejaba.

—¿Me vas a cantar?—insistí 

—No, eso no...

—¿Te me vas a declarar con un poema?—yo rodé los ojos—¡Que romántico!—exclamé al aire haciendo que varios de los cliente regresaran a ver—¡Pero ya te dije que nada me va hacer cambiar de opinión!

—¿A quién te vas a declarar?—escuché una voz femenina detrás de mí. 

Sorprendida por la interrupción, regresé la vista hacia una chica que me miraba enfadada. En serio traía una cara de querer asesinarme.