Tú, el recuerdo de mi futuro (Christopher Vélez) EDITANDO

42. La canción de una fan

Nota: En este capitulo vamos a recordar algunas canciones. Bueno continúen jeje

—¿Chris?—dije perezosamente sentándome sobre la cama

Cuando vi el reloj me di cuenta que era la 1 y 30 de la noche, cosa que me resulto extraña.

—Sí, quien más te puede estar viniendo a ver a estar horas—él me respondió volviendo a golpear la puerta

Con pesadez me levanté, y únicamente porque era Chris el que golpeaba, no me puse de mal humor. Yo en serio odiaba que me corten el sueño. 

—¿Y ahora que estas tramando?—le dije través de la puerta— A estas horas los chicos decentes ya están durmiendo en sus casa.

—Si tanto quieres que me vaya a dormir, entonces abre esa puerta para poder dormir contigo—lo escuche reír. 

Pese a que aún estaba sonámbula y  cansada, puse todo mi empeño para despertarme y recibir a mi nuevo invitado en la habitación, así que le abrí la puerta. 

—Precioso, por lo general siempre te quiero—yo di un sonoro bostezo—, pero en este mismo instante eres mi persona menos favorita

—Déjame adivinar, ahora me odias por haberte despertado—él entró en mi cuarto, y yo fui detrás después de cerrar la puerta. 

—Pues claro, ¿o acaso no se nota?—yo le señalé mi cabello alborotado y mi cara de pocos amigos.

—Hasta con cara de zombie te ves linda—Chris sonriente se acercó para plantarme un corto beso

Yo aun estirándome ruidosamente me volví a dirigir a mi cama, para meterme entre mis aun calientitas sábanas.

—¿Cruzo todo el barrio para venirte a ver y ahora resulta que me vas a dejar plantado por seguir roncando?— él me miraba curioso sentándose a un lado de mi cama.

—Creo que si—respondí cerrando los ojos y abrazándolo por la cintura

—Vaya, si que eres perezosa—él se reía acomodándose al espaldar de la cama.

—Y mucho—lo apreté más fuerte—. Y ahora si no quieres morirte de frió mejor métete.

Chris aceptando mi propuesta, se puso de pie para alzar las sábanas y meterse conmigo.

—¿Duermes con zapatos?—me burlé de él mientras enroscaba mis brazos y piernas en su cuerpo

—Solo por hoy—Chris también me abrazó de la misma forma—. Quizás tenga que salir corriendo de improviso.

—¿Y por qué?—lo miré sospechando algo

—Más luego te cuento

—Oye Chris—dije alzando ligeramente la cabeza—. Tú sabes que me encanta pasar tiempo contigo, pero... ¿Por qué vienes a estas horas? Conociéndote a ti puede ser por alguna locura que se te metió en la cabeza, en la que por lo visto yo voy a ser cómplice.

—No creo que sea una locura, ¿o sí?—él dijo dudoso, perdido en sus pensamientos— Bueno, en fin. Vine a estas horas porque venía hacerte una invitación

—¿Invitación para qué?—yo volví a bostezar 

—Para tu fiesta sorpresa de despedida—él se reía

—¿Se suponía que debía ser sorpresa?—yo rodé los ojos

—Sí, es una sorpresa

—Yo creo que alguien me arruinó la sorpresa—divertida, cogí la visera de su gorra para bajársela hasta taparle la cara—. Arruinaste mi fiesta sorpresa men.