Capítulo 36: El celular

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Narra Allie:

-¡Allie!- Me grita Ash

Yo la miro confundida

*Despierta bella durmiente*

-Oh, cállate- Gritó

-¿Qué dijiste?- Me preguntan todos

-¿Allie te sientes bien?- Me pregunta Mora

-Si, si estoy bien, no te preocupes por mi-

-Bueno vas a decirnos de una vez ¿Qué es eso?- Me pregunta Ash esta vez y señala mi cuello levantando ambas cejas

¡Piensa algo rápido!

-Me caí en la ducha y bueno me quedo morado- Miento, abro los ojos mientras digo eso y pongo mis manos hacia atrás cruzando los dedos

*¡Mentira!*

-¿Y por qué yo te lo había visto antes de que me saques de aquí y antes de que los demás vengan?- Me dice Ian cruzandose de brazos y fulminandome con la mirada, mientras que frunce el ceño

-Es que-e yo, me había caído la noche anterior- Vuelvo a tartamudear

-Pero yo no te lo vi- Dice Will dudando y rascándose en su mentón

-¡Bueno, no tienen nada que hacer aquí! ¡Váyanse que me quiero vestir de ropa!- Empujó todos a la salida

-¡Espera, esta es mi habitación también!- Me grita Ash

-¡Después entras! ¡Ahora déjame vestirme!- La empujó a la salida y cierro la puerta con llave

-¡Al, mi teléfono!- Grita Ian

Agarró el teléfono de Ian y se lo pasó por debajo de la puerta

-¡Gracias! ¡Vístete rápido y vámonos!- Vuelve a gritar Ian y luego escucho pasos alejándose

Yo me apoyo en la puerta, voy bajando hasta caer en el suelo y me siento, pongo mis manos en mi cabeza y trató de repasar lo sucedido hace un par de segundos

-¿Ya se fueron?- Levantó la cabeza, me encuentro a Niall todavía en boxers y completamente mojado

-La próxima vez, trata de no aspirar mucho y evita que esto se note- Me levanto del suelo y le señaló la marca que el dejó en mi cuello, mientras que me acerco a el

Niall larga una risita y me espera con los brazos abiertos, yo finalmente llegó y pongo mis brazos detrás de su cuello, el pasa sus brazos por detrás de mi cintura, me besa dulcemente y se separa

-Voy a tratar de evitarlo, pero es que no me resisto- Me sonríe pícaro

Yo vuelvo a besarlo y me alejó

-De todas formas, inténtalo- Río un poco

-Bueno, pues... tu no claves tus uñas en mi espalda y no vuelvas a rasguñar, duele- Yo río un poco y vuelvo a pasar mis uñas en su espalda lentamente

-Es que no me resisto- Digo lo mismo que el dijo previamente

El me mira serio y yo río, haciendo que el haga lo mismo

-Y no muerdas- Levanta ambas cejas

-¿Morder?- Frunso el ceño

-Si, morder- Me señala una parte en su cuello, donde tenía una pequeña mordida

-¡Yo no hice eso!- Le gritó y río

-¡Pues, mi boca no llega hasta esa parte!-

Tenía una pequeña mordida en su cuello en la parte izquierda, dejando que sea muy visible, pero eso no se compara a lo que me hizo en el cuello

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