Capítulo 13.- Me sabes algo?!

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Estaba tratando de tranquilizarme, lo que había ocurrido me había transtornado de sobre manera... Dando los últimos arreglos a mi maquillaje y cabello; suspiré...

-Que calladito se lo tenían! -cerró la puerta de sopeton, el alma se me bajo hasta "sabrá Dios dónde".

-Olivia? -menos mal, que fue ella.

-No me había dado cuenta, ay aja! -en tono de sarcasmo- yo hablándote del bombón y tú comièndotelo! -soltó tremenda carcajada- que bárbara!

-De qué hablas? -obviamente sabía de que hablaba!

-Como de qué?! Me vas a negar que Eduardo estuvo aquí?

-No! -ahí viene mi vocesita ridícula- pero hablando conmigo no estuvo! -sonó más falso que el discurso de cualquier político.

-Ahora entiendo -se llevo una mano a la cara en señal de resignación- porque yo no pasé a la siguiente etapa, -se sentó en uno de los brazos de aquel sillón- ese bombón muere de amor...-al observarla a traves del espejo, recordé lo que minutos antes había ocurrido, en especial, en aquél sillón, me ruborice- pero por la auténtica Victoria Balvanera -me señaló; de pies a cabeza, obviamente no sabia que responderle.- permíteme darte un consejo - se levanto, una vez cerca de mi, me tomó de los hombros, mirándome a través del espejo -no te resistas, -sabia que aquellas palabras eran tan reales, tan reales que daba miedo, resistirme?! Pero si estuve a punto de caer, mas claro ni el agua, al mirarme de la forma en que lo hace, me tiene "rendida a sus pies", y mejor ni hablamos, si me toca... Me estremezco... Mi cuerpo lo reconoce a la perfeccion, lo necesita, quizá tanto como él a mi, la palabra "resistir" ya no encajaba en mi vocabulario, ni siquiera en mi pensamiento- no comentas el mismo error, -me sabe algo? O solo lo dirá por decirlo- déjate llevar; -si tú supieras- disfrútalo! Vívelo! -al vivirlo, corro el riesgo de que el me cambie la jugada, y al final... Se vaya... Dejándome irremediablemente enamorada- Que te valga madre lo que los demás piensen... -Nicolás... El único... Cuya opinión me importa- Si el te ama tanto como tú a él, que se caiga el mundo!

Pase saliva, fueron hermosas aquellas palabras, tan ciertas, pero a la vez tan fáciles de decir pero tan difíciles de aceptar! Sin decirme más, se fué! Claro estaba que no había sido la única que había visto salir del camerino a Eduardo, escuché su voz, así que salí...

-Hola! -parece como si hubiera interpretado, me siguió la corriente.

-Buenfil tanto tiempo sin vernos -me abrazó, mi cuerpo comenzó a reconocer el suyo y por tanto a reaccionar, pude sentir como a él le pasaba lo mismo

-Pero que bien te ha tratado la vida!

-Mira quien lo dice! -me respondió. El silencio inundo aquél pasillo, solo nos miramos, parecía como si nuestro mundo se hubiera detenido, solo él y yo... Me sonrió; yo como estúpida le correspondí...

Escuchamos a Jorge, haciendo un ruido bastante extraño, mejor dicho intentando aclarar la garganta...

-Si no les molesta - volteo a ver a Lalo, el muy descarado no dejaba de verme... Esa mirada... Esa mirada, me hace tan feliz saber que yo y solo YO era la culpable!

-Buenfil! -gritó.

-Si Jorge -Dios parecía como si estuviéramos hipnotizados!

-Apúrate!! -Me jaló el brazo.

-Alguna escena que quieras ensayar?! -mi amor...dijo en el tono más dulce.

-No...-mi amor claro que si! Pero... Estar sola contigo es un peligro!

-Como tú digas! -me tomó delicadamente de la cara, Jorge volvió a interrumpirnos, nuevamente aclaro la garganta.

-A ver par de "tórtolos"... -se colocó en medio de nosotros - ya tendrán tiempo de derramar miel! -en ese momento su comentario tan estúpido, me hizo aterrizar y darme cuenta que estábamos dando todo un espectáculo y no faltaba él o la que se diera cuenta y acabara por destruir algo... Que para empezar ni había comenzado... Aún así lo fulmine con la mirada!

Entonces Eduardo se acercó a mi, me tomó de la cintura y me jalo hacia él, yo por supuesto estaba encantada, mi corazón sabía que estaba jugando con fuego...

-Señora Balvanera... La veo en escena! -Dios que tiene este hombre, tanto coqueteo... Dios solo dame la fuerza para resistir!

-Todavía no lo soy! -sonrió.

-Saben qué... Hagan lo que quieran!- dijo Jorge en tono desesperado!

Entonces se apareció Nicandro.

-Listos ya! -Lalo ni siquiera me soltó, me seguía mirando, yo por supuesto traté de apartarlo...

-Ya! -respondí.

-Pues vamos ya! -me señaló el camino, no tuve mas remedio que seguir sus órdenes.

Yo iba caminando a lado de Jorge, mientras que Nicandro y Eduardo venían detrás de nosotros.

¿Qué hay detrás...?.- Sigo siendo AprendizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora