Cap. 32.- #DescaroTime

402 54 2
                                    

-Bebé, ya es muy tarde! -que? Estoy muerta, tengo mucho sueño, que ha pasado, comienzo a abrir los ojos, poco a poco, recuerdo... Siento sus manos en mi piel desnuda, sonrió... Levantó la cara, ahí esta... Suspiró, no ha sido un sueño, traza pequeños círculos en mi cuello, baja... Baja, pellizca! Uhm! Suelto un "gemidito"...

-Y tienes el descaro de decirme que ya es tarde, despertándome así? -le muerdo el lóbulo, su mandíbula...

-Tu tienes la culpa! -deslizo mi mano por debajo, llego hasta su...- no te digo? Eres bárbara!

-Yo? -muerdo mi labio.

-Si... -al pobre no lo dejaba hablar- por estar -el pobre está ardiendo, me enciende, sigo con mi juego- tan sabrosa...

-Desde mi punto de vista, o mejor dicho de tacto -ahí esta ha llegado!- el sabroso eres tú!

Se acomoda, sentado cerca de la cabecera...

-Ven! -Eduardo Yañez! Como en los viejos tiempos- así! -me siento sobre él, aunque dándole la espalda, con las piernas dobladas...-Lista?

Giro mi cuello, y le doy un beso, muerde mi lengua...

-Bebé, en pocas palabras me toca todo el trabajo? -me sonríe... Uhm! Ahí está! Comienzo a hacer mi trabajo, me ayuda sosteniendo mis caderas, ufff!

-No pares nena, no pares -sujeta uno de mis pechos, lo aprieta... Oh mi Dios! -Eres fabulosa! - desliza su mano hasta mi intimidad, frota, pellizca, penetra... No puedo callar, muerdo mi labio... Es tannn fuerte!

-Mmmm - ahí viene...

-Ahora si -grita- te quedas -con la respiración entrecortada- callada! -en un hilo de voz, alcanza a decir.

Cae sobre mi espalda, me abraza, comienza a besar mi espalda, mi hombro... Me muevo en pequeños círculos con él adentro, el muy cabrón me suelta una nalgada, no digo nada, se siente tan bien! Ahí viene... Caigo rendida sobre sus piernas.

En un movimiento, esta sobre de mi! Sonrió... Besa mi frente, mi nariz, llegando a mi boca, muerde mi labio inferior, baja... Uhmmm baja, mi ombligo es muy sensible, no puedo más, la sangre me explota, exije tregua! Baja... Uhm... No puedo más! Lo quiero dentro! Me retuerzo, mi espalda se arquea, su lengua es maravillosa, me toma la pierna derecha, la besa, la levanta...

-Bebé, eres tan sabrosa! -coloca mi pierna sobre su hombro derecho; sube, ahí va otra vez mi ombligo sube... Al menos la gimnasia sirvió para algo bueno, de lo contrario ya me habría dado un calambre! Ja ja ja... Uhmm! Ahí viene, mi escote! Lo devora...

-Eduardo te quiero adentro ya! -me sonríe, no tuve que pedirlo dos veces, ahí estaba, entró de golpe...-ay! -jamas podre cansarme de esto!

Poco a poco fue levantándome en pleno éxtasis... Dio el ultimo golpe! Llegamos!

Poco a poco bajo mi pierna...

-Conejita eres tremenda! -Mordí mi labio inferior...

-Bebe ahora si tenemos que irnos -jugueteaba con mi mano, besaba cada dedo, nudillo, hasta que mordió mi dedo índice.

-Ay! -le solté un trancazo.

-Con que quieres ser ruda? -se me fue encima! Comenzó a hacerme cosquillas... -Yo suelo ser rudo también!

-Eduardo para por favor! -me safe y fui hasta el baño, decidí que teníamos que irnos, es muy tarde, y Nicolás probablemente este preocupado! N'mbre! Debe estar en quinto sueño, me detuve... Que!!! El espejo reflejaba innumerables partes rojas en mi cuerpo...

Pero que me haz hecho Eduardo?

"Entre mordidas y demás, que esperabas Buenfil?" Me dije, comencé a recorrerlas con las yemas de mis dedos, recordar cada instante, el hecho de recordarlo, ufff! Cerré los ojos, de pronto sentí unas manos en mi cintura...

-Eres perfecta! -besaba mi hombro, mi cuello.

Me gire hacia él...

-Tenemos que irnos mi amor -le dí un pequeño beso- de lo contrario -otro beso- es debut y despedida.

-Y me lo dices así? -me da una pequeña nalgada.

Lo retiró bruscamente, me dirijo a la ducha; abro la regadera, nivelo el agua, esta deliciosa, cierro los ojos... Suspiro, al abrirlos, ahí está observándome, le sonrió... Poco a poco se acerca a mi, me escanea... Se muerde el labio, sonrió... Me toma por la cintura, sube sus manos dulcemente por mis brazos, nos miramos a los ojos, no hace falta hablar de amor, toma mis manos, las besa, mi corazón se acelera, poco a poco me lleva hasta un extremo, chocamos contra el mosaico, el agua cae, me besa, lleva mis manos por encima de mi cabeza, nos besamos con adoración, con ternura...

-Va a dejarme sin aire Señor Yañez!- me sonríe, besa la comisura, bebe agua a través de mi piel, mi mandíbula es su conducto, me carga, enredo mis piernas alrededor de su cuerpo, ahí está... Amor verdadero!

¿Qué hay detrás...?.- Sigo siendo AprendizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora