Yo,FBI y él

4 babys

- No, no, no - resoplé al ver mi closet vacío - no puede ser - busqué en la pila de vestidos en el suelo - tiene que ver algo aquí

- Cloe - Lucy estaba tan resignada como yo - ¿No crees que estas exagerando un poco?

- ¿¡un poco!? - empecé a cambiar de un lado al otro de tan solo pensarlo - entiende esto - la miré fijamente - voy a la casa de Lucas y cualquier cosa que use será usado en mi contra, si llevo esto - levanté un vestido blanco con escote - su mamá pensará que soy una exhibicionista - mi mente imaginó lo peor - ¡o peor! ¡que soy una stripper! - negué con la cabeza varias veces - no, no, no, no

- Cloe - Lucy me tomó por los hombros - cálmate, porque no te sientas y tomas algo

- Lucy estas proponiendo que vaya - hice una pausa - ¿drogada?

Lucy me miró expectante y sonrojada, negó con la cabeza y trató de no balbucear

- Lo que yo digo, es que tomes un té - se encogió en hombros - nada más - hubo un silencio incómodo - ¿sabes qué? iré por el mejor - me señaló un vestido en suelo - a mí me gustaba como te quedaba ese

Recogí el vestido color pastel del suelo y vi mi reflejo con el vestido sobre mí. Empezaba a dudar si era el correcto, tal vez Lucy tenía razón, después de todo no parecía de stripper más era de una niña bien, con un poco de maquillaje liviano y un peinado estaría lista.

- Espejito, espejito - le hable al espejo - dime que soy la más bella y que solo yo estoy en tu cabeza - suspiré, pensando en unos ojos cafés y sonrisa del demonio.

Toqué el timbre tratando de calmarme con respiraciones y tratando de concentrarme en lo que debía hacer, esto no era una cita solo era para acercarme a Lucas nada más. Aunque las pulsaciones en mi cuerpo me dijeran lo contrario. Mis pensamientos fueron interrumpidos con unos golpes tras la puerta y unas voces, Tay fue la que abrió la puerta

- ¡Cloe! - abrió la puerta por completo - pasa, tu casa es mi casa - di un paso adelante y me detuve a observar la casa

La casa era simple, pequeña a comparación a la mía, pero se sentía acogedora. Cuadros con fotos familiares pegaban en la pared donde todos se miraba felices y un olor peculiar a comida recién salida del horno. Una sensación de calidez me invadió y todos mis nervios se esfumaron.

- Ven - me tomó de la mano - te presentaré a mi mamá - tragué saliva, algo me decía que esto no iba salir bien - ¡MAMAAAA! - gritó - ¿dónde estás?

- ¡En la cocina! - se escuchó una voz femenina de fondo

- Lo había olvidado - se dirigió a mí - puede que de alguna forma ya le haya dicho a mi mamá sobre ti - vaya tranquilidad - pero tranquila no muerde - sonrió

La cocina estaba inundada de un olor peculiar que hacía que mis entrañas empezaran a quejarse, hambre. La mamá de Lucas estaba sacando algo de refrigerador cuando nos vio y sonrió. Ella era bonita para ser mamá de tres hijos, tenía un cabello castaño corto, unos ojos cafés claros y una sonrisa muy familiar. No había duda que ella era la mamá de Lucas.

- Mamá - habló Tay - ella es Cloe

El rostro de su mamá cambió de repente de manera ... ¿sorprendida? - Claro - rió - mucho gusto - me extendió la mano - soy Andrea, la mamá de Tay y bueno - soltó otra risa más - Lucas y Taylor

- Mucho gusto señora - le estreché la mano

- ¡Por favor, llámame Andrea! - volvió a reír y sonreí como respuesta - ahora porque no van a buscar a los chicos mientras yo llevo a la comida, que ya está todo listo