Tacos

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Dos dias después de haber empezado a trabajar para Walles empeza a darme cuenta de muchas cosas, su oficina, cada vez que salia la dejaba con llave y solo me daba trabajos que se podian hacer con ojos cerrados. Algunas veces pude ver a través del reflejo que me lanzaba miradas insinuaradoras pero no hacia ningun movimiento. Empecé a planear como iba conseguir lo que necesitaba y tras inspeccionar el edificio en los horarios de la comida, mi plan podria funcionar mañana. Todos en el edificio me creian una chica bastante estúpida empezando porque fingí no saber usar la scaner y pelee con la impresora cuando ni siquiera estaba encendida, incluso un par de veces escuché murmurar a la gente que solo fui contratada por tener más tetas que cerebro, si supieran. Tuve que salir del trabajo temprano porque el infeliz director llamó a mis padres porque tenia que cumplir una parte de mi castigo que mis progenitores olvidaron decirme; ir a limpiar la pintura que aun estaba en la escuela que al parecer era más del 60% que necesitaba aún limpiarse, maldije las vez que decidi tomar la culpa.

- Eres una estúpida Cloe - susurre mientras estaba enfrente de elevador

- ¿Quien es Cloe? - apareció una chica rubia atrás

- ¿Quien qué? - pregunté evitando

- Cloe ¿quien es?

- no sé - incliné la cabeza - ¿tu cabello es natural o de bote? - toqué su pelo y en el instante me quitó la mano

El elevador hizo su sonido peculiar y las dos entramos, la rubia no dijo nada más pero pude notar que estaba enojada por mi comentario, nadie más estaba en el elevador con nosotras y decidi tomar la ventaja de molestarla un poco más

- Mi perro tenia el pelo así - volví a tocar su pelo y tensó los hombros - murió

El elevador seguía contando los pisos abajo y la chica miraba el reloj constantemente suplicando que llegara a la planta baja en cuanto antes, seguí acariciando su cabello una y otra vez hasta que el elevador dió con su peculiar sonido haciendo que las puertas se abrieran y la chica saliera corriendo de ahí. Reí por mis adentros y salí del edificio.

La escuela estaba vacía solo estaba el director en su oficina y el silencio. Un trapeador y un balde de agua acompañados también de una esponja para los casilleros. No sabía por donde empezar solo veía colores en el piso y en los casilleros sentía que en cualquier momento me volvía daltónica. Decidí empezar por los pasillos más recorridos, cuando empecé a limpiar con agua me di cuenta porque la escuela en seguía colorida como confetti, la pintura no se iba. Puse una vez más agua y me incliné para limpiarlo con la esponja pero mientras limpiaba más me enojaba.

Sudada y dando un ultimo suspiro vi como mi rostro se reflejó en el piso recien limpio, pero engañada por mis ilusiones otra vez mi alrededor seguía lleno de pintura, esto iba ser una pesadilla ya había pasado una hora y solo pude limpiar un pedazo, quise llorar de la frustación. Me recosté sobre el casillero más cercano y encongí mis piernas

- Grandioso Cloe, "culpate" decian, "sera divertido" decian "Yolo" decian - murmure para mis adentros.

Unos pasos se oyeron al incio del pasillo y me reincorporé de inmediato

- No se preocupe director ya llevo la mitad- levanté las manos

Los pasos se hicieron más cercanos y noté que no eran de una persona, eran de varias solo que la luz no me dejaba ver más que sus sombras hasta que estuvieron enfrente de mí. No lo creía.

- Creimos que ibas a necesitar un poco de ayuda - sonrió Mark con una esponja en la mano

- Y trajimos acetona para remover la pintura - Christian levantó un bote gigante

Yo,FBI y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora