Reparación (Jasper x Celia)

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Hago este shot por una promesa de sangre *llora de la emoción*

Es para: angelitta170 ❤❤❤

Quizá haga un shot #DeWinterHunt o un shot de... *suena música de terror* #Callia (aka los despistados Call x Celia) pero más tarde. *hace justo lo opuesto*



***

A través de los años, Celia había tenido serios flechazos por los chicos malos. En tercer grado, se había quedado embobada por un chico qué se sentaba detrás de ella en el salón de clases y le halaba del cabello. En quinto grado, se había enamorado de un chico qué rompió sus crayolas. Y desde la Prueba de Hierro, había conocido al epítome de los chicos malos: Callum Hunt. Sí... Él era un poco rebelde. Pero la costumbre de Celia a enamorarse de chicos malos consistía en la hipótesis de qué, en el fondo, podía conquistar su corazón y hacerlo una mejor persona. Cuando llego él, Celia sintió el irremediable deseo de salvarlo. Probablemente ningún miembro de su familia lo aprobaría.

Lo recordaba perfectamente.

Celia había estado nerviosa. Sabía de la magia, pues la magia en su familia pasaba de generación en generación, como la de Jasper DeWinters. Celia había estudiado duro para la prueba. Y a pesar de los esfuerzos de su madre en tratar de arreglarla y hacerla lucir linda, su cabello se habia esponjado como una bola de algodón y se había salido de control. Celia detestaba el maquillaje, así que no se maquillo. La ropa la había escogido su abuela, así que Celia también lucía cómo si cargará un pijama. Cualquier persona que no supiera lo mucho que Celia había soportado, pensaría que sólo se había despertado e ido a la Prueba de Hierro. Celia se mordía las uñas cuando lo vio.

La primera impresión fue: Dios, que lindo.

La segunda fue notar su ligero cojeo.

Y la tercera fue pensar: ¡Genial! Entonces este chico no podrá huir de mi.

Claro que eso fue antes de oír lo serio que era. Sobre sus huesos y los tornillos y todo eso. Pero eso sólo hizo a Celia quererle un poco más. Tenía algo por las cosas rotas y querer repararlas. Callum Hunt lucía roto para Celia. Y ella iba a repararlo. Pero, ¿como poder hablarle? Si él estaba claramente fuera de su alcance. Tenía ese cabello revuelto y oscuro qué hacia a Celia querer acariciarlo cómo si fuera un pequeño gatito. Era un poco pequeño –pero Celia había visto a su padre, sabía que Call iba a crecer. No es qué se fijará en ancianos, pero Celia era consciente de qué el padre de Call era atractivo –definitivamente su abuela o su madre estarían enamoradas de él. Sin embargo, con su ceño fruncido que parecía permanente, Celia no podía definir muy bien si él era lindo o guapo. Pero entonces vio la forma en que miraba a su padre, cómo su rostro se suavizaba, e inmediatamente lo catagolizo como guapo. Lo que más le gustó fueron sus ojos. Le recordaban a un cielo antes de llover. Aunque a veces daban un poco de miedo, porque también lucían como un cielo congelado. Su mirada era frialdad pura y declaraban que si te metías con él, te iba a ir mal. Era una mirada busca problemas. Eso sólo le hizo sentir mariposas en el estómago a Celia. Y todo eso, en total, aparte de hacerla catagolizarlo en guapo, la hizo meterlo dentro de la carpeta gigante de fuera de mi alcance.

Y luego sucedió toda esa cosa extraña con su padre –a Celia le dieron espasmos a punto de lanzarsele, abrazarlo y protegerlo del mundo. Cuando se sentó a su lado en el autobús no paraba de olerlo. Olía a naturaleza, y se sentía cómo respirar aire fresco. Callum no notaba nada porque estaba enfrascado hablando con Aaron y Tamara. Allí fue cuando Celia se entero de que su madre estaba muerta. Pero él habló de su muerte cómo si no le doliera; cómo si fuera un hecho y ya lo hubiera superado. De hecho, había hecho un chiste sobre eso. Celia supo en ese momento que tenía que sacar esos sentimientos a flote, porque todos necesitan desahogarse y ella podía ser su confidente (y su novia, como secretamente esperaba). Tal vez ese sería el modo de lograr llegar a él. Así que le habló de su tía abuela y simpatizo con él lo más posible. Pero la verdad era es que él no parecía prestarle mucha atención. Celia deprimentemente sabía qué ella le traía sin cuidado. Sin embargo, Celia, como una loca obsesiva, le observaba mucho. Notó, con el tiempo, que él parecía en serio, en serio, odiar a Tamara Rajavi. Celia conocía a Tamara, y a pesar de dar un poco de miedo por ser tan seria, Celia sabía que era una buena chica. Después de un tiempo, Celia, analizando a Callum como lo hacía, se dio de cuenta qué así era simplemente su personalidad: la mayoría del tiempo actuaba cómo si te odiara. Pero lo que había confundido con odio, con el tiempo fue siendo cada vez más claro. Cuando estaba molesto miraba fijamente a las personas y soltaba sarcasmo por donde sea que fuera. Cuando estaba de buen humor, las comisuras de sus labios subían. Y entonces sus dos humores fueron resumidos en dos situaciones: molesto cuando peleaba con Tamara y de buen humor cuando pasaban un buen rato.

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