Día gris, lluvia vieja, fría marfil; gotas caen
sabor a hiel y a sal sobre estas frías piedras
que se bañan con las lágrimas de su dueño.
Tras mi ventana, rosas secas y espinas negras,
celda para las penas enterradas en una tumba
de sabanas rojas, que cubren los vidrios rotos;
estrago dejado por un pensamiento de tristeza.
El color de mis ojos es por sangre que fluye
agrietando el universo atrevas de una mirada,
fragmentos de la verdad arden dentro de mí,
cual oscuro roble me doblego ante las llamas.
Abrazando al fuego, la esencia de mí ser real,
se renueva bajo un infinito velo de oscuridad.

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Mimetismo nocturno.
PoezjaHe pedido misericordia; si, pero no del día, sino de la larga noche: ¿y porque?; pues, es en la oscuridad, donde las sombras abrasan la luz purpurea que emana de mi alma; misma que el resplandor del alba sofoca, y después simplemente rechaza... To...