Maneras de conocer a tu Crush.

Manera n° 4.

Tiraste tu celular a la cama, abatida, lo miraste y estiraste la mano para agarrarlo de nuevo, te separaste más con los ojos cerrados y una mueca de profundo dolor.

Necesitabas tu tiempo.

Habías invitado a tus amigas a un parque de diversiones, era poronga que tanto te gustaba, entonces como vos ya tenías permiso y te gustaba tanto te arriesgaste a ir sola.

Llegaste, pagaste y viste un mundo de juegos, te subiste a todos, menos al maldito juego que daba millones de vueltas para todos lados, ese en el que hace algunos años te subiste y le vomitaste al que maneja los controles.

Pero no te ibas a rendir hasta que lo pasaras sin vomitar, justo empieza Pump It de The Black Eyed Peas y te armaste de valor, como una sombra gris, una cosa fuerte e invencible, la peor pesadilla del hombre, caminaste con toda la valentía del mundo y subiste.

El juego había empezado.

Montones de vueltas para este lado, montones para este otro.

Toda la valentía se te fue cuando lanzaste todo.

Por suerte hacia el piso y no hacia el que maneja las máquinas.

Terminaste de lanzar todo cuando viene un perro a comerse tu vómito, lo que causó que vomitaras más.

Pero esta vez fue diferente, alguien sostenía tu pelo.

Terminaste nuevamente y te giraste, un chico demasiado lindo para ser tan caballeroso te miró y lo miraste, se sonrieron, vos con un poco de asco por sentir el sabor del vómito.

Te acompañó hasta tu casa y charlaron mucho, sin aburrirse en ningún momento.

-Te daría un beso, pero... Bueno... -dijo con un poco de asco.

-Te prometo que para la próxima no vomito -rieron juntos y él se fue.