Maneras de conocer a tu Crush.

Manera n° 7.

Una de tus amigas había insistido tanto en que vayas a su fiesta que casi resultó imposible decir que no.

La fiesta resultaba ser con temática estadounidense, sin cumbia ni muchas luces, música medianamente bailable y mucho alcohol, pensaste que no iba a ir mucha gente pero fueron casi el tríple de lo que querías.

Por suerte tu amiga te había elegido la ropa, si no serías un desastre.

Había demasiada gente, tanto que te habías quedado atrapada en la cocina, con cinco borrachos buscando más cerveza y tirándote palabras tontas.

Estabas sentada en una silla alta en el desayunador con una cerveza en mano cuando alguien vomitó detrás tuyo, asqueroso.

Por ahí veías a la chica más odiosa de la escuela caminar hacia la cocina.

-Hola, putita -dijo, y tu cabeza se puso a trabajar pensando en que si te había hablado a vos o estaba hablando sola.

-Te estoy hablando, pendeja -dijo, con su tono de caniche toy.

Pero cuando se acercaba peligrosamente cuando le sacaste un perfecto Fuck You simplemente se resbaló, quedando su cara en el charco de vómito.

Tus carcajadas se escuchaban aun más fuertes que la música, por lo tanto todos se giraron a verla.

Un "Oh, Dios" salió de tu boca cuando la viste... Y la oliste.

Ella se fue llorando e intentado limpiarse desesperadamente, teniendo arcadas.

-Se lo merecía la puta -Escuchaste una voz así que te giraste, era el novio de la puta.

-Pensé que irías tras ella -dijiste simplemente, intentando que no te tiemble la voz.

-No, qué asco, al menos esto va a ser una excusa para terminar con ella, ya me tenía cansado.

-¿Y por qué no terminaste antes con ella?

-Porque si no le daba una buena excusa no iba a dejarme en paz.

Se quedaron hablando hasta que la fiesta terminó.

Lo único malo de la relación fue cuando la puta se enteró.