Maneras de conocer a tu Crush.

Manera n° 16.

Éste era, definitivamente, el reto más estúpido y vergonzoso que habías tenido que hacer en toda tu vida, realmente no querías hacerlo, pero tampoco querías perder y eso último era suficiente para hacerlo.

El estúpido papel que decía "me pareces lind@, ahora pasalo a quien te parezca lind@" estaba listo en tu mano, preparado para ser entregado.

Una de tus amigas te filmaría cuando entregaras el papel así no quedaban dudas de que lo habías hecho.

Ahora bien, el reto debías hacerlo por lo que decidiste hacerlo bien, buscarías a alguien que te parezca verdaderamente lindo y se lo darías, después verías si saldrías corriendo o no.

Empezaste por la plaza, tu amiga te seguia a unos dos metros con su celular preparado.

El lugar estaba increíblemente lleno, por lo que era probable encontrar a alguien.

No se necesito ni una vuelta entera a la plaza para darte cuenta de a quién se lo entregarías.

Éste chico verdaderamente era lindo, y estaba completamente solo, pero parecía estar buscando a alguien así que decidiste apurarte.

Los primeros pasos estaban llenos de valentía y decisión, pero los últimos eran indescisos y temblorosos.

No ibas a esperar tanto, debías hacerlo.

Giraste y le hiciste una señal a tu amiga de que estabas lista para entregarlo.

Avanzaste unos pasos y el chico te miró al darse cuenta de que ibas hacia él.

-Hola -dijo con una voz algo sorprendida, pero calmada y suave a la vez.

-Hola -la voz te tembló un poco -huh...

No pudiste decir más que eso.

Estiraste tu brazo y le diste la tarjeta, él la leyó visiblemente confundido y luego sonrió.

-Espera, todavía no te vayas -dijo al sentir que ya te alejabas de a poco.

Buscó algo en su bolsillo trasero y retiró algo de ahí, estiró su brazo para darte una tarjeta parecida a la que le habías dado.

"Dale tu número a la persona que más te guste"

Decía la tarjeta, seguida de un número telefónico.

-Llevaba varios minutos buscando a la persona correcta, y al parecer la encontré -Dijo.

Ambos sonrieron a la vez.

8 años de novios después, aún sonríen viendo los videos que habían grabado sus amigos.