Finalmente viernes por la tarde, después de pasar por las tormentosas horas de clases y haber dejado a Eren en la puerta de su hogar, imagine la que sería la cita perfecta con ayuda de Mikasa, Hanji y Erwin insistieron en aportar su parte pero claramente me negué dejando en claro que apreciaba la intención pero apelando a que no quería alguna loca idea creada por ellos que arruinara mi cita, la verdad temía arruinarla hasta yo mismo.
Mientras conducía el auto en dirección a la casa de Eren repasaba mentalmente los puntos importantes de la cita.
- Hablar con sus padres para garantizarles su seguridad.
- Llevarlo a algún parque cercano
- Comprarle un detalle en el lugar.
Claro que la cita incluía más puntos pero esos son los que primero realizare y por ende los más esenciales a recordar.
Estando ya frente al jardín de la casa Jaeger baje del auto y por enésima vez revise que todo de mi estuviera en orden, la camisa a rayas verdes y azules estaba perfecta al igual que el pantalón de mezclilla que se pegaba a mis piernas, los tenis limpios y mi cabello con cada fibra en su lugar, por ultimo tome el ramo de flores del asiento del copiloto; pensaba traer un ramo para Eren pero Mikasa me convenció de darle uno a su madre y para el compraría uno durante la tarde.
Camine hacia la puerta principal del lugar y mientras avanzaba sentía como los nervios se apoderaban de mí, me pregunte cual sería la expresión de su padre al conocerme o si su madre me recibiría como mi hermana afirmo que lo haría. Cuando la puerta se abrió me encontré con una hermosa mujer de largos cabellos castaños, ojos rebosantes de felicidad y una sonrisa que destilaba ternura y amor.
C-"Oh, bienvenido. Imagino que debes ser Levi, Eren habla mucho de ti"- Juro haber escuchado un reproche de Eren desde el segundo piso que supongo es donde está su habitación –"No te quedes ahí, pasa que mi hijo no tarda nada en bajar."-
L-"Buenas noches señora Jaeger, espero no importunar nada."- Más nervioso no podía estar, todo el valor que logre juntar en el auto pareció esfumarse al ver a la madre de Eren, tanto así que casi olvido entregarle las flores. En el comedor del lugar estaba sentado el padre de Eren y mientras esperaba la cena bebía café de una taza. La señora Jaeger me ofreció también una taza pero no pude aceptarla o de otra forma arruinaría el primer paso de mi plan.
Cerca de diez minutos después de haber llegado los pasos en la escalera se hicieron escuchar y no paso más de un minuto cuando me levante y me dirigí hacia la base de estas para esperar a Eren. Por segunda vez en la semana agradecí que mi rostro no fuera de lo más expresivo y que en ese momento mi quijada no hubiera bajado más de dos centímetros, frente a mi tenia al ser más hermoso que en mi vida habia visto, vestido con una camisa blanca con el estampado de alguna banda, sus pantalones y sus tenis "Converse" blancas que iban a juego con su camisa, si bien la vestimenta no era del todo de mi agrado en él se veía magnifica.
E-"Y que tal."-
L-"Te vez magnifico."-
E-"¿De verdad?, tenía duda al decidirme por este conjunto pero igual si no te gusta puedo cambiarme."- Dio la vuelta para subir nuevamente las escaleras pero reaccione finalmente y tome su pequeña y delicada mano para evitar que se alejara.
L-"De verdad estas maravilloso. Ahora si me lo permites desearía que me acompañaras."-
El sonrojo en sus mejillas apareció repentinamente y bajo su mirada a nuestras manos que aun unidas se negaban a soltarse. Todo el ambiente pareció venirse abajo cuando un carraspeo a nuestras espaldas se hizo escuchar y al girarnos el padre de Eren nos observaba con desagrado emanando de sus ojos mientras que unos pasos más atrás su esposa luchaba por contener su risa.
G-"Eren no tiene permitido llegar aquí ni un minuto después de las diez de la noche, tampoco quiero verlo ebrio, lastimado ni mucho menos quiero ver rastros de llanto en sus ojos ¿me escuchaste?"-
L-"Claro."-
G-"Si por algún motivo descubro que alguna de esas situaciones ocurrió me encargare de que no vuelvan a salir junto nunca más"-
E-"Papá esto no es necesario, sabes que Levi es hermano de Mikasa y te aseguro que es tan o más responsable que ella."-
G-"Con que eres hijo de Kenny, ya sé con quién puedo arreglarme si algo sale mal. Vamos que el tiempo corre y Eren no debe llegar tarde ¿verdad?-
L-"No señor, ni tarde, triste o maltratado."-
G-"Eres un buen muchacho."-
Y contrario a lo que todos pensarían Eren fue el que tomo la iniciativa y nos sacó de su casa. En el auto el silencio fue nuestro tercer tripulante y en el reflejo de la ventanilla las mejillas de Eren se reflejaban coloreadas de un rojo intenso cosa que me pareció de lo más lindo.
Bajamos en un parque cercano, famoso por estar rodeado de cafeterías y pequeños locales de comida destinados a las parejas. Mikasa me aseguro que una de sus amigas trabajaba en una cafetería del lugar y que además dicho local era el más visitado del parque. No dude que tal vez a Eren también le agradaría el lugar así que nos dirigimos al establecimiento y nos ubicamos en una mesa para dos cerca de la ventana. Yo pedí una taza de té mientras Eren pidió una rebanada de pastel de chocolate y un frapuccino.
Después de quince minutos y disfrutar del postre mi destinado reparo en unos cachorritos que eran vendidos frente al local, si la vista no me falla (y estoy seguro de que no lo hacía) puedo asegurar que los perritos eran de la raza pastor alemán y no debían tener más que unos meses de nacidos.
E-"Los perros siempre me han parecido lindos. Son muy fieles y cariñosos aunque nunca he tenido uno. Siempre me pregunte que se sentiría tener un cachorro entre mis brazos."-
L-"Cuando era niño tuve un pequeño perro Pug. Era un poco estúpido la verdad pero no te negare que me brindo su compañía en las peores situaciones."-
E-"Debió ser lindo.-"
L-"Lo fue."-
Y allí murió la plática, unos minutos más tarde mi acompañante se disculpó y fue al servicio mientras yo pagaba la cuenta y le pedía al cajero que le avisara a Eren que lo esperaría afuera, solo esperaba ver su cara cuando se topara con su regalo.
Rápidamente me dirigí hacia la señora que vendía los cachorros y tome uno pequeño y dormilón, era el que se encontraba al final de la caja y al levantarlo abrió sus pequeños ojitos y me observo fijo después sus pequeñas orejas se levantaron, la cola comenzó a moverse y una rosada lengua salió de su boca junto con su aliento con olor a leche. Después de pagar a la señora por el cachorro recibí la cartilla de vacunación del mismo y una correa junto a una pechera para poder pasearlo.
Volví a las afueras de la cafetería y me senté en una banca jugando con el cachorro mientras esperábamos a Eren que no tardo en salir del lugar.
Al vernos a mí y al cachorro sus ojos se iluminaron y corrió hacia mí para arrebatármelo de los brazos y jugar con él.
E-"Wow Levi que lindo es, ¿Cómo lo llamaras?"-
L-"No lo sé, ¿qué opinas?, ¿Qué nombre te gusta?"-
E-"Veamos, que tal llamarlo Gulliver crecerá grande sabes, creo que ese nombre le quedara."- Creo que fue un error comprar ese perro, me quita la atención del mocoso.
L-"Entonces que se llame así".-
El resto de la tarde paseamos por el parque acompañados de la bola de pelos con patas. Compre un ramo de flores para Eren y cerca del estanque vimos a varios patos nadar tranquilos mientras eran alimentados. Fue la mejor cita de mi vida y cuando llevaba a Eren a su casa no pude evitar lamentarme por el fin del día.
Nuevamente frente a su casa el chico se despedía de Gulliver con tristeza y mientras su atención era medio dirigida a mí decidí ahora si regalarle al cachorro por completo. Su cara de alegría total fue la recompensa más grande que pude tener y me descoloco tanto que mi instinto me obligo a actuar y robe un beso de sus labios justo antes de que su padre apareciera y me tuviera que despedir de Eren no sin antes asegurarle que el día de hoy se volvería a repetir.
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De maltratos, tardes lluviosas y café. (Riren/Yaoi)
FanfictionLevi Ackerman, un joven alfa de 17 años se ve obligado a viajar hasta Alemania para vivir con su padre y hermana. Dejando toda su vida en Francia sigue las ordenes de su madre sin saber que en aquel hermoso país encontraría lo que todo alfa busca. ...