Valentina, no me gustaí.

II

-Tení todo listo? -preguntó mi papá mientras lavaba la loza.

-Sí, ya me voy, estos culiaos me están esperando en la esquina -le di un beso y salí.

Puta la weá, yo sé que van a estar todos en pareja menos yo por la chucha. La Valentina y el Sebastián. La Carolina y el Pipeh, y la Fernanda. Bueno la Fernanda con cualquier pichula está contenta.

En la esquina estaban los culiaos, llenos de botellas de cerveza y con la música al chancho.

-Wena culiaos -me subí al auto.

-Wena, disfruten el viaje, cabros. -dijo el Sebastián acelerando.

Bueno, no falta decir que el viaje fue una real mierda. El auto era grande. Pero no lo suficiente para que estuviéramos los 6. Así que la Valentina se iba de copiloto, el Seba manejaba, el Felipe llevaba en brazos a la Carolina. Y yo con la Fernanda nos sentamos al lado.

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-Mea weá hueón. -dijo la Carolina abriendo la puerta. -Nunca pensé que fuese así.

Me fuí a ver las piezas y eran lo suficientemente grandes, excepto una. La que estaba al lado del baño. Tenía una cama de plaza y media. No era muy grande pero caían dos personas.

-Es un poco más chica, no? -dijo el  Seba atrás mío.

-Me asustaste aweonao. Sí es más chica. Quizás quién duerma acá. -me fuí a acostar en la cama que había.

-Oye maricón te puedo contar alguna weá, como para que me des tu consejo femenino? -empezó a weiarme sentándose en la cama conmigo.

-Claro que sí amor mío -subí una pierna arriba de la de él.

-Es que, me gusta alguien -se mordió el labio.

-La Valentina? -pregunté mirándolo.

-Sí. Y estoy muy enamorado. Pero no puedo estar con ella -se llevó la mano a la cara.

-Por qué hueón? Es lesbiana? No creo, a ella gustarle mucho el pico -miré al techo.

-Es que ella me dijo que le gustaí tú.

-Qué? -me senté rápido en la cama y lo miré. -me estaí weiando?

-No, mira, estabamos hablando, y le pregunté cómo iba en el amor y esas cosas. Yo le pensaba decir las cosas que sentía por ella. Pero me dijo: "difíciles" y yo le pregunté por qué, y ahí me dijo: Es que estoy enamorá del Maxi, pero ni me funa. -se quedó callado.

Conchetumare, puta la weá. Sebastián culiao, cómo te fuiste a enamorar de esa weona.

Se sentó conmigo y me miró.

-Y ahora qué? No le cuentes o menciones nada de esto ya? -miró hacia el piso.

-Mira, yo soy tu amigo, y quiero que sepaí que, nunca, voy a hacer algo que te haga daño a vo' po Seba. Somos amigos desde pre-kinder, y puta que nos conocemos. Así que no te preocupí que nunca voy a tener algo con ella. Porque no me gusta. No es el tipo de mina con la quisiera estar, wena pal webeo, y esas cosas. No como tú, que vo' erí igual po' -nos reímos.

-Gracias Maxi-ano, erí buen amigo. -me abrazó.

-Veí? Te poní más fleto que yo, ya chao sale, culiao maricón -lo empujé.

-Bajen! Vamos a ver lo que vamoh a comer!! -gritó la Fernanda.

Bajamos y me senté en el sillón.

-Pizza po' -propuso la Carolina.

-No, weá trillá, empanás? -propuse yo.

-Culiao dieciochero, no. Vamos a comer a un restaurante po' queda cerca la weá esa de mariscos. -dijo el Felipe.

-Ya vamos po' -salímos de la casa y nos fuimos caminando. La Carolina se fue de la mano con el Pipeh y la Valentina con la Fernanda también.

-Sólo quedamos tú y yo, Sebita mío -le tomé la mano y me puse a saltar como hueón.

-Uy, no pueden estar separados, los maricones culiaos.

-Maxi pasivo culiao! -gritó la Fernanda.

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Llegamos al restaurant y pedimos las cosas. 20 minutos después las weás estaban listas.

-Y? Ahora qué vamos a hacer? -preguntó el Felipe.

-Meternos a la playa po' -dijo la Fernanda robándome una papa frita.

-Y en la noche? -cómo vamos a distribuir las camas? Son tres piezas, y en cada una hay una cama. Digan al toque.

-Yo con el Pipeh, la Fernanda y el Sebastián y el Maxi con la Vale -dijo la Carolina.

-Yo con el Seba -dije para no estar con la Valentina en la pieza.

-No, el Sebastián con la Fernanda po' -se enojó.

-Ya, no importa bebé -el Sebastián me dió un beso en la mejilla. -después arreglamos -me miró con cara de 1313.

-Uy, ya po mi amors -nos reímos.