Capitulo 6 - Pijamadas

7 1 0
                                    


Aún recuerdo aquella pijamada, ese día entré a mi casa por la puerta y directo a mi habitación saludé a mi padre con toda normalidad y fui directo a mi pieza

              – Ves, te dije que ni cuenta se daría que traje a alguien a casa está muy preocupado de hablar por su celular con doña celopta – te comenté con ironía

              – Sí me di cuenta, pero la verdad no se ve alguien malo o despreocupado – comentaste con una sonrisa

              – La verdad no es un mal padre, pero sus prioridades puede que en este momento no estén en orden, sé que me ama, pero quizá la ama más a ella

Luego de nuestra conversación sacamos la ropa y lo demás con toda normalidad, me encantaba verte cada vez que te dabas vuelta a mirar mi habitación, tu espalda se veía tan perfecta, en aquel momento supe que podías gustarme y aquél sentimiento me inundo de miedo por completo porque sabía perfectamente que no sería correspondido, ya que tú tenías muchas chicas en la ESPO enamoradas de ti, y tú quizás no te dabas cuenta o quizá sí y te hacías el desentendido y aquello hacia que ellas se inventaran más razones para poder acercarse a ti

– Ya está todo listo, ¿estás seguro? Ya estoy acostumbrada a esto, como verás me ignora por completo y su mundo es su habitación, su computador y su celular – Te dije eso y vi que me miraste con un semblante de pena – No tienes porque sentir pena, ya estoy acostumbrada

            – Claro que estoy seguro, además jamás he tenido una pijamada, lo sé es triste mi vida – Peor era mi vida, yo jamás había ido a alguna o siquiera me habían invitado a alguna, para todas las demás personas yo era igual a invisible, y al fin del día si hasta tu padre te ignora se hace costumbre , a ser invisible ante todo el mundo

                 – Sólo será hoy, ¿ok?

                  – Que pena yo quería hacerme costumbre de tener pijamadas con una Little doll

Esa noche fue magnifica recuerdo que vimos películas toda la noche, por supuesto de comedia, y de animales que por su puesto lloré por completo con aquellas, está bien Marmaduke no daba nada para llorar, pero Hachiko si, ¿quién no lloraría con una película en la cual el perro espera a su dueño hasta los últimos respiros de su vida?, inclusive al escribir esto lloro, porque él siempre le fue fiel, ¿LOS SERES HUMANOS DEBERIAMOS APRENDER ESTO DE ELLOS, no crees?

Aun te recuerdo que ofreciste ver de terror por su puesto yo me opuse por completo, jamás había visto una película de terror y no quería que la primera vez fuese contigo, de hecho, estoy feliz de jamás haber visto alguna de terror. Mis pesadillas por lo menos no eran por miedo a esas estúpidas películas, si no que por ti, no diré que es tu culpa, siempre fue mi culpa por permitirme confiar en alguien, sabiendo que todo el mundo decepciona, hasta los más cercanos lo hacen.

Al despertar al otro día aún recuerdo ver tu cara y tu baba corriendo, creo que salió una risa la cual no fue capaz de despertarte, vaya sí que tienes el sueño pesado, pero creo que no podía aprovecharme de ti y de tu hospitalidad, a sí que me fui lo más rápido que pude de tu casa, gracias al destino venían feriados y no nos veríamos en 1 semana

No sé aun como llegamos a esa clase de confianza tan rápido, siendo que hace pocos días aun ni me reconocías solo chocabas conmigo, quizá me viste como un perrito callejero que necesita ser salvado o como alguien que necesitaba un poco de cariño, ya que a ti te gusta la caridad.

Carta de SuicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora