capitulo 8: el juego

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...

Había sido un día algo raro, había conocido a un chico, perdí a Mane y después Tomás me ayudo a encontrarla y al final robaron mi primer beso a mis 17 años con uno de 23, es un tanto....peculiar.

Lo mas extraño fue que después de encontrar a Mane y la llevamos a su casa fue que Tomás me acompañara a la mía y pasaran cosas ahí.

No estoy muy segura si en realidad pasaron o fue un sueño, no tengo las palabras exactas para decir como me sentí cuando nuestros ojos se cruzaron, cuando vi el cielo entero en sus ojos, las estrellas en los portales de su mirada, un delicioso dulce en sus labios, algodones en sus cahcetes...¿qué?

[...]

-pequeña, ¿quieres que te acompañe a tu casa?- ya se había levantado y Mane ya se había ido a su casa la cual no estaba lejos.

-pero tu tienes que ir a la tuya ¿no?- ladee mi cabeza confundida.

-en realidad no quiero volver, por algo salí de ahí, y por algo te encontré y no te dejare ir tan fácil Mari.- esas palabras suyas hicieron que mis mejillas se tornaran rojas.

-bueno...quizá no sea tan malo si me acompañas.-me miro a los ojos tan feliz y victorioso.

-¡¡Yeii!!, entonces vamos.- tomo mi mano derecha y la entrelazo.

Comenzamos a caminar hacia mi casa, estaba un tanto lejos, de hecho estaba un poco cansada pero no tanto como Tomás, ese men se estaba muriendo pero por una extraña razón seguía caminando y no soltaba mi mano.

Llegamos a mi casa, solo estaba mi mamá y se encontraba en la cocina, mi madre al vernos nos ofreció sopa de fideos, lo que había sobrado de la comida de hecho, yo negué ya que ya había comido pero Tomás si quería y de hecho se miraba súper tierno comiendo sopa, era como un niño comiendo su comida favorita además que se veía que hace mucho que no comía fideos.
Fuimos al fondo de la casa donde se encuentra mi cuarto y entramos. Rápidamente Tomás le brillaron los ojos al ver los poster's pegados en la pared, se miraba tan bonito.

-Rayos tu cuarto esta cheverediano..-quejejo. -Tanto que hace quererte mas.

-cheverediano.- chocamos los puños, me dio emoción al saber que hay alguien igual de idiota que yo.

-jajaja no sabia que conocieras la palabra...pensé que era el único.- hizo una mueca de tristeza.

-bueno shavo ahora somos dos, y digo dos porque Mane no lo utiliza.- me miro a los ojos y sonrió.

-¿Shavo?- su sonrisa se ladeó, como tipo pervertido que se yo.

-si shavo.- le pellizque ambas mejillas ligeramente.

Lo que menos esperaba era que me besara otra vez, una vez mas nuestros labios se juntaron, ni siquiera lo conozco bien y ¿ya me esta besando?, en estos momentos no se si estoy feliz o enojada con este chico.

-okey shava.- dijo al separarse del beso y sonrió.

-maldito.- me queje mientras me tapaba la cara.

-anda Mari no te enojes conmigo.- después de que lo dijo me abrazo llevando mi cabeza a su pecho. Lamentablemente era mas chaparra que él, me falta una cabeza para alcanzarlo. La verdad no se que me paso que al momento de que me abrazó me acerque mas a él, buscaba mas calor o quería estar mas cerca de él la verdad no se.

-oye Tomás, quiero conocerte mejor, ¿puedo hacerte unas preguntas?.- voltee a verlo.

-claro, también quiero conocerte mejor pequeña.-me abrazo mas fuerte.

HELADO de chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora