capitulo 12: robo de almas

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...

Estábamos a punto de que nuestros labios se juntaran....se acercaba... Y se acercaba...y...

Narra Milo

Vaya vaya...lo que hace el puto alcohol.

¡que ya nadie puede ir al baño a gusto! Malditos calientes culo abierto, se pasan.

Pero bueno...

—hey Milo, ¡Milo!.— decía mi compañera con tono burlesco.

—¿que paso?— voltee a ver a la chica de cabello oscuro.

—¿en que piensas?— decía entre risas..

¿que verga es tan divertido?
Maldita loca.

—jaja es que te ves bien bonito cuando te pones pensativo...ya que nunca piensas..— no deje que terminara porque le di un golpe en la cabeza de ésta, la cual lloriqueando volvió a decir.—¡ay Milo! Sabes que estoy bromeando.—decía sobandose la parte recién golpeada.

—mejor ve a ligarte a una chava, para eso eres buena ¿no? Ah es cierto, no encuentras chicas lesbianas..ay lo siento.—la miraba con una mirada malvada, le había dado donde mas le duele a la estúpida, eso le pasa por meterse en mi barrio. No paso mucho tiempo cuando la loca me dio una patada en mis partes mas sensibles mas fuerte que nunca.

—¡de qué te andas quejando! Ni se te para la puta verguita que tienes, los madrasos ni los aguantas.

Auch.

Muerto por jugarle al vergas.

—¡MALDITA! M-maldita p-perra.— mis mejillas se tornaron rojas del dolor que tenia, mis manos tomando en área adoloria de forma fuerte, mis ojos con pequeñas lágrimas.—ahora si ya no se me va a parar estúpida...

—p-p-perdon Milo...y-yo no....—me abrazo.—perdoname Milo, no quise hacerlo.— lo decía de una forma tan tierna, siempre me había gustado esto de Danielle, aparte de que tiene unos cachetes que ¡ay! Me desesperan, son tan suavesitos y agarrables....ayñh.

—no te preocupes chica, pero neta ya no me putas golpees ahí, me dejaras sin herencia.— me miro a los ojos y asintió.

—lo prometo Milo.—se tapó el rostro con mi cuello.

—estúpida lesbiana.—acariciaba su cabello.— mi lesbiana.

[...]

Ya eran las 2:00 de la mañana y Danielle ya se estaba quedando dormida, tenia que llevarmela. ¡Pero sorpresa! La niña ya estaba dormida, no hubo de otra más que llevarmela cargando por la espalda, esta algo liviana...la perra no come, bueno come más que yo pero no engorda...se pasa.

Mientras pasabamos por el estacionamiento para ir por el auto para llevar a Danielle a su casa, vi a los chicos que había visto en el baño, veía como el chico alto acorralaba al menor en la pared, rayos....una violación.

—Dani, Danielle.—le susurraba a la chica arriba de mi espalda, pero no respondía.

Rayos.. Esta mas dormida que nada...no debí de haberla desvelado ayer por hacer el proyecto...

—¡Danielle!— susurraba fuertemente para que pudiera despertar de manera que los hombres no me escucharan. Por fin despertó.

—q-qué paso...— se escuchaba su voz adormilada, ronca, se escuchaba linda pero no era en momento de pensar en eso.

—mira ahí.— voltee a donde estaban loa chicos.

—oh vaya.— decía con sus mejillas tornadas de un color carmín.

HELADO de chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora