-¡Múdate a mi casa, por favor!
-¿¡EHHHHH!?
La pelinegra solo había alcanzado a dar unos cuantos pasos fuera de la posada Yumiko para encontrarse con una agitada Shinobu. Vestida semi-formalmente, hacía una especie de reverencia.
-Puede ser temporal, si deseas. No tengo ningún problema con ello. De igual forma si decides quedarte más tiempo.
-No quiero sonar desagradecida... E-Es un poco repentino y... no quisiera molestar... Tampoco sé cómo pagarte...
-¡A-chan! -decía la secretaria con un tono de regaño- ¡No tienes que tener pena! Ya veremos después cómo lo compensas.
-Es que.. no vivo sola. Trabajaba en esa casa par-
-¡No hay problema! Puedes venir con esa persona también.
La empleada respondió con un suspiro, mientras Shinobu recogía las maletas y comenzaba a adelantarse.
-Tan confiada como siempre, ¿no, Shinobu?
-Vamos, llamaré a un taxi
-En serio, muy confiada
-Si alguien como A-chan trabaja para esa persona, debería ser alguien decente, ¿me equivoco? - ya alejada de Akira, decía con más fuerza, casi a gritos.
-No, no te equivocas... -dijo casi en un murmullo.
-Punto de vista de Fukawa-
Hora de clase libre. 4:30 p.m.
Si ayer pareció eterno, hoy pasó demasiado rápido. Fuera de que ahora no tenga casa ni dignidad frente a Togami, hoy fue un día como cualquier otro.
Las clases que pasaron con total normalidad acabarían dentro de media hora. Debería aprovechar y escribir en este tiempo; sin embargo, me sentí increíblemente cansada. Demasiadas cosas para un solo día, tantas que hicieron parecer todo como un sueño.
Aún así, ese no era el caso. Togami me ha estado evitando. Es algo que esperaría de él. Es confuso, pero algo que haría él definitivamente. Solo quiere confundirme. Desgraciadamente, lo estaba logrando.
Sentí un leve dolor de cabeza y cómo mis pensamientos se nublaban lentamente hasta quedar en oscuridad total.
Cálido.
Así era el toque suave de unos dedos en mi mejilla. Poco a poco volvía a despertar. Veía borrosamente una silueta que tenía mis lentes en una de sus manos.
-D...Devuelve eso...
-Sí que suenas diferente cuando tienes sueño... Bien, lo haré.
Quitó sus dedos de mi mejilla y los posó en mi cuello, haciéndome levantar la barbilla. Su pulgar acariciando mis labios. Tenía mucho sueño para cuestionarme qué estaba pasando. Con su otra mano me puso los lentes.
-¡B-Byakuya!
-Te quedaste dormida, han pasado unos quince minutos desde la salida. Pero, más importante... -decía con su tono serio de siempre; mientras, pude observar que no quedaba nadie en el salón aparte de él y yo-...No estás tan sonrojada.
Mis ojos se detuvieron nuevamente en él. Me miraba con firmeza.
-¿Y-y qué tiene e-eso? Me r-rechazaste ¿no?
Acercó su cara más a la mía. Podía sentir cada respiro y mis mejillas arder. ¿De verdad era como él decía?
-Así está mejor... -murmuró con una sonrisa, y nuestros labios separados por pocos centímetros- De igual forma. Deberías irte.
Se alejó poco a poco. Yo aparté la mirada, en un intento de calmarme.
-¿Qué...?
-¿Hmm?
-¿Qué deseas de mí, Togami?
-Fin de Punto de Vista de Fukawa-
-Punto de Vista de Togami-
Se volteó a mí. Con los rayos de sol iluminándola de lado, y con una expresión que jamás había visto en ella. Me miraba con determinación, ansiosa de una buena respuesta. Una buena explicación...
...que ni siquiera yo conocía.
¿Por qué vine aquí? Sabía que estaba dormida. La había visto antes de salir. Le escribí a Shinobu para avisarle que llegaría tarde. Debía dirigirme a la sala de profesores para buscar mi cuaderno y luego quedarme a hacer los deberes en la escuela. Pensé en ir a otra aula. ¿Por que regresé?
Invadió mi mente todo el día de ayer, incluso llegué a preguntarme inconscientemente cómo se encontraría luego del temblor. Mis pensamientos cesaron cuando la vi estar normal en clases. ¿Entonces por qué...?
¿Acaso quiero saber de ella directamente si se encuentra bien?-Sé que las personas piensan mal de mí muchas veces... -su voz interrumpió el silencio incómodo- ...Pero tu eres más directo que ellos, es por eso que quiero saber...¿p-por qué te contradices y actúas así?
Me quedé en blanco.
-¿Está todo bien en tu casa...luego de temblor? -dije sin pensar en sonar preocupado
-...Sí, todo está bien. ¿E-es solo eso lo que deseabas saber? E-entonces puedes parar de actuar tan extraño -dijo sin darme tiempo de responder.
Extraño fue ese encuentro con aquella Touko. Es más interesante de lo que pensé. ¿Quién diría que podría ser también directa?
Pero...eso no es lo que deseo saber de ella. Debo seguir investigando. Aún si significa acercarme más.
Puso su pulgar en sus labios, se volteó y dijo algo casi imperceptible.
-Voy a olvidarte.
-Fin del Punto de Vista de Togami-
El joven heredero se retiró en silencio y la escritora salió luego de unos minutos del aula. Llegando a las afueras de la Academia, vio un auto negro acercarse. Detrás de la ventana trasera que se abría, pudo observar una figura conocida.
-Touko-chan, es hora de ir a casa.
-¿A-Akira? ¿¡Y esto!?
-Sube, ya vamos tarde.
Hizo como dijo, todo con una gran expresión de sospecha. Luego de unas cuantas calles, Touko volvió a caer dormida en el hombro de Akira.
-Despierta, ya llegamos.
La pelimorada, aún adormilada, veía todo como si fuera un sueño: una bonita mansión, un lindo jardín, y una calle al frente de esta con una vista hermosa. Ya no se resistía y se dejó llevar.
-¡Bienvenidas! -dice una elegante joven rubia mientras abre las puertas de la mansión- La cena está lista. ¡A-chan! ¿Por qué no me dijiste que trabajabas para una chica tan joven? Aparte de eso, ¡Es demasiado adorable!
-Bien. Debo explicar, ella es Shinobu, mi amiga de secundaria. Nos ha ofrecido quedarnos en su casa momentáneamente
-Es un gusto -dijo, mientras estrachaba la mano de la escritora
-D-Digo lo mismo...
El atardecer daba paso a la noche rápidamente, mientras un joven se acercaba caminando tranquilamente a la puerta de la mansión.
-Y bien, ¿cuál es tu nombr-
-¡¿TOUKO FUKAWA?! -exclama cierto rubio desde fuera de puerta.
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Los Besos de una Escritora (Fanfic TogaFuka)
FanfictionTouko Fukawa decide por fin declararse al heredero de Pico de la Esperanza, Byakuya Togami. Ella no esperaba más que un predecible rechazo, sin pensar que eso les traerá a ambos situaciones aún más románticas.