Cuando se conoce un poco más a Bryan...

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Oh.Mi.Grey (Si cariño, puede ser Oh Mi y le agrego el nombre de algún personaje ficticio. En este caso el hombre que me hace desear tener unas esposas, bolas de plata y una corbata gris, y obvio un chico amarrado para azotarlo, lamerlo y... mierda, mejor me callo.) ¿Qué tan raro era ver al chico más sexy, arrogante, engreído y popular en bóxer de Minnie Mouse?

Esa fue mi primer vista al despertar en la cama de enfrente de donde se encontraba Bryan, con las sábanas en el piso y él junto al armario, solo con ese tipo de bóxer.

Solté una carcajada. 

Él se giró y me vio con los ojos bastante abiertos.

¡Santo Cristo! Yo no podía dejar de reír. 

Saqué me teléfono y le tomé una foto. El chico se estaba cubriendo con sus manos, había cruzado las piernas y se había encogido un poco, pero Minnie aún era visible.

Esta vez abrió los ojos con asombro y temor.

-Zoe, borra esa foto.

Como aún no dejaba de reírme, negué con mi cabeza.

-Por favor, Zoe.

Seguía negando y riendo, hasta que sentí un peso encima mío. En todo mi. Y era que tenía al muy cabron encima mío.

-¡Quítate, Bryan! ¡Me aplastas!

-Te seguiré aplastando hasta que borres esa foto.

Gemí de cansancio y dolor. Me dolía una costilla por un codo mal posicionado.

-¡Bryan! -luché pero mis intentos eran inútiles- ¡Quítate!

-No hasta que borres esa foto.

-No lo haré -Joder que el chico era pesado. Me estaba costando bastante respirar, y parece que lo notó porque se apoyó en un codo, pero no dejo de mirarme, ni un segundo.

-Borra. La. Foto -se suponía que tendría que darme miedo, pero un chico que usa ese tipo de boxers no puede causar ni una pizca de temor.

-Bryan, deberías aprender que para causar miedo debes usar otros boxers que no sean de Minnie Mouse.

Y volvieron los ataques a mis costillas.

-¡Bryan! -solté mientras carcajeaba y me retorcía debajo suyo- ¡Suéltame! ¡Pervertido, deja mi cuerpo en paz!

-Oh no, no lo haré hasta que borres la foto.

-Never in a million years -repetí la frase de Zayn Malik en el video de "Best Song Ever".

-¡Zoe! -soltó en un gruñido y atacó con más rapidez.

De nuevo, un golpe un portazo en la pared hizo que el dejara de hacerme cosquillas y ambos volteáramos a la puerta, donde se encontraba una somnolienta Lucille en aún su pijama lila.

¡Es adorable!

-Bryan -se restregó sus ojitos- debes peinarme y vestirme. Mamá, papá y Channel ya se han ido -abrió sus adorables ojos verdes y nos miró. Una sonrisa tiró de sus labios- Tranquilo, sigue divirtiéndote con Zoe, pero no tardes. No quiero llegar tarde, otra vez.

Y se fue. Se fue dejándonos tiesos. Congelados.

Dios santo, ésta niña da escalofríos.

Nos miramos con los ojos abiertos y reímos.

-Incómodo -solté en una pequeña risa.

-Lo se -apretó sus ojos mientras contenía una risa.

-Eh, ¿Bryan?

El Efecto BryanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora