El Efecto Bryan

Farmacia, salpullidos y visita a casa de Zoe. Oh oh...

Tal vez no comprendo mucho a los hombres, pero se que si quieren alejar a los chicos sexys de su hija lo harán de la mejor manera que se puede: haciéndonos pasar vergüenza delante de ellos.

Puede que me baje mucho, pero no es necesario decírselo tan explicita y abiertamente a un desconocido, mas si este desconocido esta como para bañarlo en chocolate y pasar la lengua por su cuerpo.

Entonces me fije en el farmacéutico. Hombros anchos. Ojos claros. Una gran sonrisa con hoyuelos. Cabello castaño rapado en los costados y levemente levantado en el medio. Aproximadamente 1.80 metros.

Mierda.

Era el chico del parque.

¿Qué tan afortunada puedo ser en mi vida? Por favor noten mi sarcasmo.

Agache mi cabeza, con el algodón y la pasta en mano, me dirigí hacia mi padre y al farmacéutico y le dí las cosas a mi padre entonces mi padre se giró diciendo algo como "Ya vengo, voy a buscar el ungüento para la comezón en el trasero" y nos dejo solos. El chico sexy y yo. Solos.

Bueeeeeno, no prácticamente solos ya que habían más personas en la farmacia, pero ninguna estaba lo suficientemente cerca.

Y él abrió su boca.

-Así que te baja mucho, ¿eh?

Y lo miré. Y el sonrió burlón. Entonces yo reí.

-Por favor, olvídalo. Olvida cada palabra que diga mi padre.

-Lo haré con una condición-se apoyó en el mostrador-

-Oh, genial, mi primer día en la ciudad y un desconocido ya me está extorsionando.

-¿Eres nueva? con razón nunca te había visto antes.

De nuevo mi confusión se debe haber reflejado en mi cara en una forma divertida ya que el reía.

-Aquí todos nos conocemos, y pensé que estabas de visitas.

-Nop, chica totalmente nueva. Larga la extorsión, amigo.

-Ah si, casi me olvidaba.

-Debí haberme callado.

-Menos mal que no-le hice un gesto con la mano para que llegara al punto- todos los años se organiza una fiesta de fin-de-año-año-nuevo y pensé que te gustaría venir, y ahora que me entero que eres nueva puedo meter la excusa de que conocerás gente y todo eso.

-Seguro, ¿cuándo y dónde?

-En un antro a 5 cuadras de aquí, el 31.

-Ok.

-Si quieres puedo pasar de ti,

Puedo haber sido loca como suelo ser y decirle: Mira chico, tengo novio y esto va muy de prisa, tengo miedo de que terminos teniendo sexo justo aquí mismo, porque estoy a punto de saltarte y romper tu camisa y lamerte todo el torso.

Y es cuando el se está partiendo de la risa cuando noto que lo he dicho en voz alta.

Creo sinceramente que un rayo en mi cabeza no vendría mal.

Y cuando mi padre aparece con 3 cremas para salpullidos en zonas... intimas, quiero otro rayo.

¿No sería malo, eh? Diosito querido, ¿tanto me odias para hacerme esto? Es decir, no me quejo de que mi padre sea así, que mi familia sea así, pero ¿tienen que serlo cuando un chico sexy y yo estamos hablando? Menos mal que Connor se pudo adaptar bien.

¡Oh Dios! ¡Connor! Soy una terrible terrible novia.

Y cuando me doy cuenta, mi padre se ha ido. ¡El hombre se fue!