Tres

401 37 6
                                    

La química deportiva

Estaban en receso, cuando Barbie llegó al grupo de chicas donde se encontraba Sam.

—¡Hola chicas! —saludó emocionada. Muchas devolvieron el gesto, pero se sorprendieron al ver el nuevo corte y el tinte más oscuro de cabello que traía la chica.

—Barbie, ¿Qué le pasó a tu cabello? —preguntó Sam mirando su melena castaña recortada hasta los hombros.

—Es una nueva tendencia, ¿Viste a Miley Cyrus? —la chica peinaba sus cortos mechones con sus dedos.

—Te ves fatal —dijo una de las chicas.

—No te creas linda —contestó Sam frunciendo el ceño.

La conversación a cerca del nuevo corte de Barbie terminó, ya que todas las chicas se sintieron intimidadas con el comentario de Sam.

De pronto, Luka se acercó a la mesa donde estaban todas. La rubia sabía que no era nada bueno. Aun que dentro de su subconsciente se sentía mal porque se siguiera arrastrando por ella tras lo ocurrido en el laboratorio.

—Sam... ¿Puedo hablar contigo? —preguntó nervioso.

La chica rodeó los ojos y lo siguió unos pasos más adelante para estar a solas.

—¿Me vas a encerrar en un laboratorio? —interrogó la chica con los brazos cruzados.

—Oh no, solo te quería invitar a que vieras mi primera práctica de baloncesto del año. Después podríamos ir a caminar o algo, ¿Te gustaría? —el chico se encontraba con el corazón acelerado y las manos sudadas.

—Dime que no es tu primera cita —se quejó ella. Luka sólo se quedó mirándola esperando por su respuesta impaciente— ¡Está bien!

Antes de que él pudiera decir cualquier cosa, Sam se dio vuelta mostrándole su mano en forma de silencio y volvió a la mesa con el resto de las chicas. Por el otro lado, Luka fue con sus amigos.

—Creo que le doy pena —comentó este al llegar a la mesa.

—Bueno... a mi ya me cerró las puertas para siempre —dijo Ken tocando su parche en la nariz.

—¿Pega fuerte, no? —preguntó Tony causando risas por parte de sus amigos.

[...]

Eran cerca de las cinco y las clases ya habían acabado, por lo tanto los alumnos se retiraron a sus habitaciones. Sam se encontraba comiendo galletas acostada en el sillón mientras miraba Game of Thrones. De pronto la puerta se abrió mostrando a una muy cansada Barbie con el uniforme de animadora.

—Eres un cliché, dentro de muchos clichés —comentó Sam rodeando los ojos.

—¿Tú no tienes una cita hoy? Deberías estar bañada o algo por el estilo —preguntó la de cabello corto poniendo sus manos en las caderas.

—No es una cita, me invitó a ver su entrenamiento de baloncesto o lo que sea —respondió.

—Sam —miró su teléfono— el entrenamiento está por terminar.

Bésala y ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora