Capítulo 32.

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Michael sonríe y concibo que todo desaparece, sonríe de nuevo y yo suspiro viéndole directamente a los ojos

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Michael sonríe y concibo que todo desaparece, sonríe de nuevo y yo suspiro viéndole directamente a los ojos. Sé que está nervioso al igual que yo, cansado de estas despedidas en las cuales él sale siendo el perdedor.

Su mirada es confusa, yo misma lo estoy; siento el miedo en las caricias que imparte en nuestras manos entrelazadas.

Esteban se encuentra al lado mío, quemándome con su mirada, resisto la sensación del dolor, exijo eliminar al miedo que atrofia mi verdadero camino en la vida. Podía haber corrido, tomarlo de la mano y escapar lejos de él, huir del futuro que pronto llegaría con fuerza para arrebatarme lo que tanto amo. Pero no lo haría; me quedaría años, siglos, milenios observando sus ojos. Sólo quiero creer que seguiré al lado de mi hombre.

-No sentirás nada al estar lejos de él...-Susurró en mi oído, poco a poco sentí que sus labios se estamparon en mi cuello.

De pronto, como una nube de utopía: mis pies descienden y mis manos sueltan las suyas, pierdo la noción total de la realidad. Me encuentro al borde de un gran acantilado blanco de arena. El terreno es inestable. Me da pánico la idea de caerme y cerrar los ojos para siempre, pero por algún motivo no avanzo ni retrocedo, solo me mantengo inmóvil al borde del precipicio. Oigo gritar a Michael y sollozar por mí. Visualizo aquellos ojos azules observando este alejamiento orgulloso, él está feliz porque estoy lejos del hombre que amo. No puedo gritar, mis ojos ya no pueden llorar, siento que caeré al precipicio en cualquier momento. Estoy atrapada, implorando por estar a su lado.

No hay vuelta atrás, Esteban me tiene en sus manos.

-¡(TN)!, ¡(TN)!-Abrí los ojos de golpe. - ¿Estás bien?

-¿Eh? -balbuceé tratando de reconstruir mi mente en blanco-¿Estás bien? -preguntó de nuevo.

Sacudí fuertemente la cabeza, llevando ambas manos a mi frente sudorosa; aún no sabía lo que pasaba, donde me encontraba. Abrí un poco más los ojos, parpadeé un par de veces para divisar perfectamente mi alrededor, aunque para mi infortunio un brillo cegador se encendió a mi vista. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo cuando vi que las camionetas se encontraban a pasos de nosotros.

-Te siento extraña, ¿Qué sucede? -añadió tomándome las manos.

Comencé a observar ambos lados, sin decir nada, buscándolo entre todos los arbustos y los enormes árboles frente a nosotros, necesito encontrar al hombre que vi hace unos segundos. Pero... todo sigue igual; el gran pozo de arena desapareció, la distancia entre mi amado también, ¿Cómo puede ser eso posible? Podría jurar que todo me era arrebatado, que todos los momentos felices se esfumaban junto a lágrimas que ambos derramábamos, aunque...podría ser que...

-¡Cálmate! -dijo, tenía razón, estaba temblando- respira, cariño. - y así lo hice. Ahora estaba segura de todo, esta fue una alucinación, una cruel trampa de mi mente.

Behind The Mask© (Michael Jackson) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora