capítulo 4

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Capítulo 4: Te encontré.

Pasó una semana, luego de lo ocurrido. Mi herida estaba sanando poco a poco. Me encontraba viviendo en mi nueva mansión con Abril y Stan. A lo que se preguntaran ¿Por qué no fuiste a la casa de tu sobrina?

Flashback

—Al menos dame las llaves de tu casa —dije posando mi mano para que me las diera.

Rio nervioso.

—¿Que es lo gracioso? —pregunte con cara de orto.

Seguía riendo.

—Sara —paro de reír—. Compra una mansión ¿sí?

—¡OYE! —grite enojada—, ¿No me dejaras tu departamento?

—Nop y adiós. Te deseó suerte —dijo yéndose.

—EHH. —Me moví bruscamente haciendo que doliera la herida.

Fin del flashback.

En fin, mi queridísimo tío me dejó a la suerte con su hija. Con respecto a James, nunca más me llamó, aunque al principio tenía como 13 llamadas de él. Decidí ya no ocultarme y seguir con mi verdadera identidad.

—Tengo miedo —expresé miedosa.

—Jooope, Sara—resoplo Stan—. Te pones los lentes de sol y listo —sonrió.

—¿Sí alguien se da cuenta? no quiero imaginármelo. —Me tape la cara con un pañuelo.

—Están todos en clases, no hay manera. Es ahora o nunca, boluda —aconsejó—. Wow es genial hablar al estilo argentino —rio.

—Esta bien —dije, poniéndome los lentes.

Entramos al colegio de mi sobrina y fuimos a la dirección, ya que ahí nos estaba esperando la directora.

—Bienvenidos —habló ella.

Pase quitándome los anteojos, cuál diva era.

—Es hermosa en persona —halago—, pueden sentarse. —Señaló los asientos—, ¿En que los puedo ayudar, Srta Lawrence?

—Quiero meter como tutor a Stanley Harrison, cómo unos de los tutores de Abril Gonzales —comenté firme.

—Claro, debe firmar unos papeles y listo. Sí se puede preguntar ¿por que otro tutor? —preguntó curiosa.

—Por la razón que yo suelo estar ocupada por mi trabajó y se me complicaría atender a mi sobrina.

—En sencillas palabras, seria una irresponsable y le daría paja venir a buscarla todos los días —soltó Stan riendo.

Le mandé una mirada asesina con el pack del codazo.

La directora rio también.

—Entiendo —contestó con una sonrisa—. Yendo a otro tema, le quiero agradecer por lo que hizo por el colegio en poner escoltas que ya no hace falta, ya que el colegio se esta encargando de la seguridad. —Informó.

—Que bueno —respondí con media sonrisa.

—Además, que nadie sabe que usted fue la salvadora de esos niños que se habían escapado.

—¿Escapado? Lo supuse —musite.

—Ellos son Hanna y Nicolas, decidimos no ponerles ningún castigó. De todas formas, aprendieron la lección. —Sonrió simpática.

—Bien por ellos. Sólo deben tener cuidado —expresé sincera.

—Si —sonrió ella—. Pero los padres están preguntando quien fue la salvadora, es más muchos padres, alumnos y vecinos están haciendo la misma pregunta. Ha salido en los portales de Internet.

Ven a mí, amado profesor [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora