Capitulo 04

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Entre a la escuela recibiendo miradas extrañas de las personas. Mire el frasco de mantequilla de maní en mis manos, y ignore las miradas. La gente suele pensar que es extraño y asqueroso, de alguna forma, comer solo mantequilla de maní.

Bueno, no lo es cuando tu sueles tener ataques de pánico. Mi mamá solía darme mantequilla de maní para tranquilizarme, y de alguna forma me acostumbre a ello. Solo que ahora la como por gusto, no por necesidad aunque sirve para cuando valla a tener un ataque de pánico o ansiedad.

—¿Como te fue ayer en las practicas? — pregunta Liam llegando a mi lado, le sonrió y sigo comiendo — es de mala educación dejar a una persona en medio de-....

—Me fue...bien

—¿Solo "bien"? — hace comillas con sus dedos

—En realidad fue incómodo. Harry sin duda es muy listo y sabe explicar pero por alguna, y estúpida, razón no logro entender — digo lamiendo bien la cucaracha antes de guardarla

—Probablemente eres mas tonto de lo que crees

—¡O probablemente tu esperas que mi puño se estampe en tu bonito rostro! — amenazo en gran exclamación y él ríe

—Sin agresiones, por favor — pide sonriendo — solo apréndete los pasos. La matemática es cuestión de pasos, no puedes sumar sino sabes lo pasos para hacerlo. Solo...es más fácil de esa forma

—Habla el que tuvo que repetir matemáticas este año, ¿no?

—Sarcasmo, bien. Solo intento animarte — dice encogiéndose de hombros

—Pues no funciona, gordo — digo cruzando mis brazos

Liam rueda sus ojos y me ignora. Digamos que mi mañana ha sido un desastre. Ayer en la noche alguien robo un frasco de mi preciada mantequilla de maní. También se fue la luz, me bañe con agua fría porque hacía calor y me levante con resfriado. También Johanna dejo llorar a Ernest toda la noche, fue un sacrilegio. Creo que mis ojeras llegan a la comisura de mis labios. Es extraño que no ande cabeceando por ahí, y que también este sin estornudar. O tal vez no tanto.

—¡Salud! — me dice Liam riendo — quinta vez que te lo digo

—Solo es un pequeño resfriado

Mi garganta arde, como si alguien hubiera puesto papel de lija. Y pica mucho, mis ojos lagrimean y mis nariz pica lo suficiente como para quererla arrancar. Supongamos que mi día ha empezado mierda, eso quiere que mierda se avecina.

—¿En serio? — pregunta Liam, y yo lo miro extraño — te estoy hablando, Lou

—Me distraje, lo siento

—¿Por que estas enfermo? — pregunta preocupado y yo encojo mis hombros

—Agua fría

Liam niega y me da un zape.

—Idiota irresponsable. ¿Que tal si mueres? — lo miro mal, y Liam luego ríe — yo creo la muerte te trae de regreso, eres muy molesto

—Pues fíjate que-....— no termino ya que un gran estornudo se avecina — ¡Achu! Lo siento

—Salud

Qué día tan largo

[...]

La hora de almuerzo llega, y yo saco mi mantequilla de maní para ponerla uniformemente en un pan. Un pan que le robe a Niall. Suele traer pan, dice que es saludable para la dieta. Niall está entrando en la menopausia.

Mientras como, dos largas piernas fornidas y encerradas en unos pantalones ajustados aparecen en mi campo de visión. Frunzo el ceño, y recorro ambas hermosas piernas, podría jurar que son de mujer.

Mantequilla de Maní » Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora