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Caminaba nerviosa de un lado a otro, organizando si todo estaba bien. Estaba convertida en un revoltijo de emociones.

Había empezado a sudar y en cualquier segundo entraría en un ataque de pánico, mordía sus uñas y revisaba como por quinta vez todo. Las flores, la cena, la decoración, la mesa. Estaba todo listo pero no podía evitar sentirse así.

Sus padres "conocerían" a su novia, era obvio que estaba nerviosa. Sus padres ya conocían a Brooke ya que como aveces esta se quedaba a dormir, los conoció y hablaron en algún momento. Pero ahora la conocerían como su novia.

Estaba mirando a la nada cuando Melanie con una sonrisa traviesa apareció delante de ella.

- ¿Estas nerviosa? -Maya rodó los ojos, claro que lo estaba.

- Sí -murmuró y volvió a morder sus uñas.

- Deja de hacer eso tonta -su hermana le pegó un manotazo que ella no esperaba.

- Estúpida -reclamó Maya y le pegó un golpe en la nunca.

- Dejen de pelear niñas, se calman por favor  -la voz de Miles se interpuso entre ellas con esa sonrisa radiante.

- Bueno mamá -hablaron las hermanas a la vez y estallaron en carcajadas los tres.

- Tenemos que estar tranquilos señoritas -habló Miles con un tono raro.

- En cualquier momento llega tu dama -concordó Melanie- Y no estarás mordiendote las uñas y sudando como cerdo.

- Exacto -Miles le dio la razón.

Sonó el timbre y Maya empezó a temblar.

- Tu puedes hacerlo -animó su hermana y mejor amigo.

Caminó a la puerta y la abrió decidida; sonrió con felicidad y envolvió a su novia entre sus brazos.

La levantó un poco del suelo, escuchando la risa tímida de Brooke.

Borró cualquier rastro de nerviosismo y la dejó entrar con una seña.

- Buenas noches bella dama -saludó y le dio un pequeño beso en los labios.

- Buenas noches mi amor -Brooke le dio un beso un poco más largo.

Sacó con cuidado la mochila que portaba su novia y la dejó al lado de la puerta.

Apreció mejor la vestimenta de su linda chica y su cabello rojizo recojido en una coleta alta.

- Estas preciosa bella dama -le dio una vuelta a Brooke y esta respondió con una reverencia.

- Tú también estas preciosa -murmuró sonrojada.

Le agarró la mano y caminó al comedor. Brooke saludó a Miles y Melanie con un fuerte abrazo, charlaron por un momento.

- Oh, hola querida -entró Maggie, su madre, con un plato con carne.

Brooke apretó su mano con nerviosismo y se aferró mejor a su cuerpo. Maya le dedicó una mirada de "Tú puedes hacerlo cariño, no tengas miedo".

- Hola señora -saludó y se acercó a darle un abrazo junto con un beso en la mejilla. Por más que ya la conocía ni era capaz de tratarla con tanta confianza.

- Dime Maggie, linda -Brooke asintió- Querido, ya llegó nuestra invitada.

Su padre, Steve, entró con una sonrisa y un jarrón con jugo, ya que Maya le había dicho a sus padres que a su linda novia le gustaba el jugo.

- Un gusto querida -saludó emocionado mientras abrazaba a Brooke con cuidado.

(...)

Los platos casi estaban vacíos y la conversación era sobre diferentes temas.

- Maya nos habla mucho de ti -habló su padre mientras agarraba una papa y se la comía.

Sabía por donde iba todo eso, la avergonzarían delante de su novia. Su cara se tiñó de un tono carmesí.

- Nos dice que eres hermosa y esta en toda la razón -opinó su madre regalándole un guiño a Brooke.

- Dice que eres sexy pero a la vez demuestras mucha ternura y pureza -dijo Melanie.

- Además dijo que le encanta hacerte... -todos miraron a Miles con una ceja alzada y Maya lo miró con ganas de matarlo- Cariño -concluyó un apenado Miles.

- Ella te ama mucho -se sinceró su madre- Esta totalmente enamorada de ti y estoy orgullosa de que este contigo, una chica tan inteligente y sináptica.

Miró a Brooke con una sonrisa avergonzada y entrelazaron sus manos por arriba de la mesa.

La amaba y todos se daban cuenta de eso.

(...)

Acariciaba el cabello rojizo de Brooke ya que esta dormía en su pecho. Le hacia pequeños trenzas y las desarmaba. Jugaba como cuando era una niña con el pelo castaño de su madre.

Estaba tranquila y segura al lado de su novia. Sentía que al lado de la pelirroja todo estaba bien y podía disfrutar de la vida.

- Mhm -murmuró una adormilada Brooke al sentir las caricias de la pelinegra.

- ¿Te desperté cariño? -habló bajito mientras abrazaba a Brooke fuertemente.

- Llevaba despierta unos minutos -susurró y se escondió en mis brazos.

- ¿Y a que se debe eso? -preguntó y le besó la cabeza.

- Desperté porque sentí tus caricias, me relajan mucho y estaba a punto de dormirme de nuevo -explicó mirando a la pelinegra.

- Sigue durmiendo -empezó a acariciar su cabello rojizo sabiendo que eso haría que se durmiera.

- ¿Que hora es? -cuestionó acomodándose mejor.

Maya miró el reloj que tenía al lado de su cama y se extrañó.

- Las dos de la mañana.

- ¿Que hacías despierta tú? -la miró interrogante y con una ceja alzada.

- No tenia sueño y me dieron ganas de ver porno pero no quería moverte para agarrar mi celular así que me distraje con tu cabello.

- Oh, lo siento por eso -la voz de Brooke cada vez era más suave. Estaba casi durmiendo.

La pelinegra le besó la cabeza y le susurró un "te amo". Antes de dormirse junto a su novia.

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