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No sabía si confiar en la palabra de Teo o no; pero no ganó nada con mentir.

- Cuando me fui de aquí, sólo tenia dinero para el boleto.

- osea no tenías nada, estabas a la suerte.

- dijistes que no me reprocharias- dije advirtiendole

- Si, lo siento.

- llegue al pueblo de la Floresta, como no tenía dinero le entregué lo único de valor que tenía a la señora de una pensión para pasar la noche- vi que Teo se estaba controlando para no decir nada- a la mañana siguiente la señora me hablo de un anciano que necesitaba una mesera para su bar.

- Que?! En un bar, con borrachos a tu alrededor!- grito enojado.

- No...No osea si habían pero no es tan....tan así- intenté aminorar las cosas- creo que ya es suficiente mejor la dejamos aquí- me iba a levantar pero Teo no  me dejo.

- No. Termina de contarme.

- No ya no quiero vas a seguir jusgandome por lo que hice.

- No te estoy jusgando, simplemente me enoja imaginarte en ese lugar.

- por eso mejor aquí la dejamos.

- No, sigue por favor. Necesito saberlo- verlo rogando me mataba, decidí contarle todo y si; se enojó y me advirtió que si volvía a irme me buscaría por todos lados y me encerraria. Que no tenía derecho en poner mi vida y mucho menos la del bebé en peligro por mi estúpido orgullo, y saben que, tiene razón debo pensar en mi bebé y después en mi. Así que desde ahora en adelante sólo pensaré en mi hijo.

Los días fueron pasando y Teo estaba en todo no quería  que nada nos faltara; le compro todo lo que el bebé necesita y está feliz de saber que será niño. Aún no hemos hablado de su familia igual creo que tampoco tengo derecho de preguntar sobre su vida. Porque sólo soy la madre de su hijo.

Teo

Ya han pasado tres semanas desde que Belén volvió. Aún me enoja saber todo lo que pasó por terca de la  manera que arriesgó la vida de nuestro hijo. Pero me alegra que ya este a mi lado; aunque la siento distante, cada ves que intentó acercarme ella me esquiva. Me duele no poder decirle que la quiero. Pero temo hacerlo y que ella se aleje más de mi.

- Teo!!- escuché que Belén me llamaba y corrí a verla.

- Que sucede?- pregunte preocupado.

- porque siempre corres y te alteras si te llamo?- pregunto dudosa. No sabía ni que decirle.

- es...es Que...creí....que.

- Teléfono- me entregó el teléfono y se marchó de la cocina. Cuando atendi era Marixa una amiga con la cual solía divertirme; me preocupa saber que es lo que piensa Belén. Después de hablar con Marixa fui a buscarla.

- Belén- ella estaba mirando tele.

- Que?

- Lo de hace  un rato...- vi por su rostro que no sabía de lo que hablaba- la llamada que resibi.

- a eso que pasa?

- No es lo que piensas- solté sin más.

- De que hablas? No te entiendo?- me dijo confundida.

- No estoy saliendo con ella, sólo...

- No sigas- me dijo- no somos nada, podes estar con quien quieras, no quiero explicaciones- eso de que puedo estar con quien quiera me suena  a que ella también; y eso no señor.

- Vos no podes estar con nadie estando embarazada así que estaremos los dos con abstinencia- advertí.

- Te parese que puedo pensar en estar con alguien, cuando la vida de mi hermana está en peligro? Cuando dependo de alguien sólo por mi hijo?- me sentí una mierda cuándo me dijo eso, tiene razón pero no en lo último- como te dije no somos nada; hace lo que quieras y está es tu casa sólo avisame y espero en una plaza o donde sea.

Terminó de hablar  y se marchó. No le importa ni una mierda si estoy con otra; y no  la culpo  Si soy un imbécil ademas tiene cosas más importantes que pensar en estupideces.

MI SALVACION -(Editando Ya Se Que Hay Faltas Y Ya Tengo Quien Las Corriga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora