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Dos días después me dieron el alta, mi pequeño Marcos y yo estábamos muy bien; fue raro ver tantos amigos y conocidas de Teo en el hospital. Al menos el tiene quien lo quiere; yo solo conté con Marcos ya que hace tiempo no veo a Tomas. Llegamos a la casa y recordé lo que había pasado el día en que me fui, decidí ser clara y decirle a el que no quería que mi bebe duerma en ese cuarto.

-Se que es complicado y que no se puede cambiar las cosas porque no hay espacio, pero preferiría que Marcos duerma en tu habitación. No lo quiero en ese cuarto; me repugna- solté de una vez lo que pensaba.

-imagine que dirías eso, te soy sincero pienso igual que tu- lo mire incrédula, si piensa igual que yo porque lo hizo.

-En serio? que ilógico.

-Si es verdad, ven- me pidió que lo siguiera y eso hice. Abrió la puerta de su habitación y frente a la cama donde antes había un sofá estaba la cuna- vez la instale aquí junto a nosotros.

-aquí estará mejor.

Los primeros días solo hablábamos del bebe, no quisimos retomar la charla del hospital y empañar el bello momento, podía notar como el se desvivía por que nosotros estuviéramos bien. Pero dos semanas después las cosas cambiaron, había llegado el momento de hablar de todo aquello que callamos por cobardes.

-Hola nena como estas?- susurro Teo en mi oído mientras me abrazaba por la cintura, me sentí incomoda he intente apartarme pero fracase.

-Bien, tu como estas?.

-Porque quieres apartarte?- pregunto mirándome a los ojos.

-Nada creí que Marcos lloraba-no sabia que excusa inventar.

-mmm...no el esta durmiendo, porque no aprovechamos; te extraño.

-Porque no buscas una de tus amigas?, yo no me siento en condiciones- dije intentando apartarlo otra vez, el tomo mi barbilla con su mano derecha y me obligo a mirarlo.

-Porque voy a buscar a una amiga, si te tengo a ti y te quiero a ti- sentí que la rabia invadía mi cuerpo otra vez.

-Si tienes razón, porque vas a buscar a alguien si estoy yo para complacerte.

-Que dices?- dijo al fin soltandome.

-Nada, disculpame por ser tan mal agradecida, si puedes esperar que me duche estaré lista para ti- pase por su lado y me dirigía a la habitación pero el me lo impidió.

-Que acabas de insinuar?- pregunto enojado- acaso te acuestas conmigo por agradecimiento?, que se supone que me pagas por algo?!

-Desde un principio supe que esta era la única manera de pagar lo que has hecho por mi- le dije mirándolo a los ojos y pude ver como su mirada entristecía y a la vez furia los inundaba.

-Solo soy eso?  alguien que te ayudo, te acuestas conmigo por simple obligación?!-le dio un golpe a la pared y luego volvió a mirarme- si lo hubiese  sabido nunca te hubiese tocado, creí que tu también lo disfrutabas. Como iluso llegue a pensar que me querías.

-da igual, no es para tanto- me dolía verlo así.

-a mi no me da igual, tenia la esperanza que me amaras como yo a ti- no podía creer lo que había escuchado

-me amas?

-acaso no te has dado cuenta?, desde el día en que me abandonaste me di cuenta que te amo y me ilusionaba el pensar que tu también podías amarme, pero solo fui alguien que te ayudo nada mas.

-Mentiroso! si así fuera no te revolcarias con otras cada maldita noche!!

-Que? no he estado con nadie mas que tu desde ese maldito día, ni siquiera en tu ausencia!

-A no! y esas noches que llegabas tarde?.

-Salgo de aquí para ir al bar a beber como un idiota y llorar por ti contándole al maldito mozo que soy un imbecil!

-Si? esa mañana en el cuarto del bebe, te escuche con una mujer y eso me dio mas rabia, te pedí que me lo dijeras así yo no estaba presente pero no! preferistes hacerlo en el cuarto de nuestro hijo y que todo se fuera al infierno!

-Que, todo este tiempo has pensado que he sido yo?- me pregunto incrédulo.

-Quien mas si no tu?

-Bruno, mi ex amigo, lo encontré camino a casa y lo deje dormir en el cuarto del bebe, cuando termine de bañarme escuche que estaba con alguien allí y lo corrí. Creí que sabias que no era yo.

-En...en serio no eras tu?- pregunte derrotada, sintiéndome la mas grande estúpida del mundo.

-No soy un santo, pero tampoco un hijo de puta para revolcarme con alguien en el cuarto de mi hijo- me quede sin palabras, lágrimas bajaban por mis mejillas todo este tiempo sufriendo en vano.

-Creí....que no me querías,  que como había sido en un principio un pasa tiempo aun era así.

-Eso soy, un pasa tiempo?- pregunto entre llanto.

-No, en ningún momento lo fuiste; siempre te vi diferente- me costaba decirle la verdad de mis sentimientos.

-Dilo, diferente que quieres decir?

-Que me enamore de ti, aquel día en el lago...primero de tu belleza externa, luego de tu mirada y tu voz.  Después de tu forma de ser y...me dijiste que querías ser mi amigo- dije con melancolía al recordar ese momento que creí que el nunca se fijaría en mi- todas mis esperanzas calleron hasta que pasamos aquella noche juntos; como estúpida creí que era algo importante pero me equivoque y me dejaste claro que solo eramos amigos.

-Es verdad creí que podía ser solo tu amigo, pero eso era posible porque no imagine perderte, cuando te fuiste...me sentí devastado, no solo te perdía a ti sino también a mi hijo- se acerco a mi y tomo mis manos entre las de el- No soy capas de pasar un solo segundo sin ustedes los amo, ustedes son mi felicidad.

Ambos nos fundimos en un suave y tierno beso que demostraba el inmenso amor que sentíamos el uno por el otro, pero de un beso cálido la intensidad fue en aumento, la pasión y lujuria se apodero de nuestros cuerpos que se anhelaban desesperadamente, sumergidos por el deseo consumimos un amor que a ambos añorabamos.

MI SALVACION -(Editando Ya Se Que Hay Faltas Y Ya Tengo Quien Las Corriga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora