Rap Monster.
Ése nombre había sido la pesadilla de muchas personas por años, desde que yo tenía siete. Dirigía a un grupo bastante extenso de maleantes, y tenía total control sobre la droga y prostitución que había en Seoul. También se rumoreaba de que traficaba armas, pero jamás hubo pruebas de ello.
Había azotado a Seoul como un huracán. Cuando yo sólo era un niño con aspiraciones un poco siniestras había visto los diarios colmados por noticias sobre él y sus andanzas, así como de los cadáveres que dejaba detrás. Los rumores decían que podías pedirle cualquier favor y a cambio de otra cosa él haría el trabajo sucio, o bueno, con sus hombres. Si tú querías matar a alguien lo llamabas; si tú necesitabas dinero lo llamabas. Pero los rumores también decían que además de que era muy difícil ponerse en contacto con él, si tú no pagabas o si el préstamo que te había hecho no era liquidado a tiempo... podías considerarte hombre muerto.
Mientras las personas temblaban, yo francamente miraba con atención la imagen de ése hombre en el televisor. Me preguntaba por qué hacía todo aquello y una parte de mí (la que despreciaba a la humanidad) decía que se lo tenían merecido.
Mi forma de pensar siempre fue bizarra, pero en realidad creía que el que las personas le tuvieran tanto miedo era bueno. El crimen había bajado en gran escala, ya que las pequeñas pandillas o ladronzuelos solían ser acribillados por la gente de Monster, que proclamaba Seoul como su estado. Así que los delincuentes con suficiente cerebro se retiraban por su cuenta.
Pero en ése entonces yo era un niñato estúpido. No me daba cuenta de que, a pesar de ello, lo que Monster hacía era apoderarse lentamente de nuestra tierra de una manera violenta. La gente ya alucinaba el golpe de estado.
Fueron años bastante oscuros en los que personas desaparecían sin dejar rastro y se hacían numerosos funerales cada fin de semana. Pero después de cinco años, cuando yo tenía unos doce, él simplemente se esfumó. Nadie supo por qué, simplemente dejó de hacer de las suyas y sus hombres también.
Algunos decían que lo habían matado, pero otros aseguraban que había salido del país cuando se dio cuenta de que podrían atraparlo en cualquier momento. A mí me costó creerlo. Si hubieran matado a Monster la policía se aseguraría de darse todo el crédito, y para como la situación había estado, dudé mucho que Monster hubiera estado aunque fuera un poquito preocupado por ser atrapado.
Pero si había tenido todo bajo control ¿por qué desapareció?
Nadie lo sabía. Y finalmente se respiró una gran tranquilidad en Seoul (o toda la tranquilidad que un lugar como Seoul puede tener).
No había escuchado el nombre de Monster en años; ahora, el amor de mi vida acababa de decirme que era su tío.
Con su declaración Ken se había quedado de piedra y Yoongi se hallaba boquiabierto. Yo por mi parte trataba de decir algo, pero sólo salían palabras mudas de mi boca que se abría y cerraba una y otra vez.
Tras dos largos minutos en silencio Ken pareció recuperar la compostura y tomó la hoja de la mano de Yoongi para examinar el rostro de Monster. Luego miró a Jungkook, que se hallaba como desconectado.
- ¿Estás seguro de lo que dices, Jungkook? ¿Tu tío? ¿Éste hombre es tu tío?
-Bueno... más o menos. –dijo lentamente. Me percaté de que él mismo lo estaba asimilando, seguramente acababa de recibir un montón de recuerdos confusos relacionados con ése hombre-. No puedo recordar todo de él, pero sé que era el mejor amigo de mi padre. Siempre me hizo llamarlo tío Mon.
- ¿Tú sabes quién era éste hombre? ¿Lo que hizo? –preguntó Ken.
Jungkook palideció ligeramente.
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Seducción Homicida **Jinkook**
FanfictionUna noche como todas en la Morgue. Kim SeokJin solo tiene que encargarse de un cadáver más... lo trajo la policía, nadie lo ha identificado aún. Corre el cierre de la bolsa y examina el cuerpo. Sin embargo...está respirando. Jin lo reanima horroriza...