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Desde la pequeña conversación que hemos tenido Alex y yo en la puerta de mi casa no puedo parar de pensar en sus palabras una y otra vez; las tengo grabadas en mi mente y en verdad no se exactamente que querría decir con eso. Es imposible que yo le guste, he visto con que tipo de chicas sales y yo no soy una de ellas. Todas son como princesas, bien peinadas con un maquillaje perfecto, con las vidas de en sueño... Yo en cambio tengo un estilo... Se podía decir peculiar, pero me gusta porque creo que la vida es demasiado aburrida para ser normal. Pero bueno, tengo que quitarme estos pensamientos absurdos de la cabeza, porque simplemente a Alex no le gusto y ya, puedo gustarle físicamente pero como la mayoría de las chicas del instituto. Con todos estos pensamientos he estado bastante distraída durante el resto del día, incluso mi madre se ha dado cuenta de que estoy en otro planeta, pero le he dicho que no se tiene porque preocupar. Durante la cena, como  todos los días me dice que se siente culpable por dejarme tanto tiempo sola en casa, pero siempre le contesto lo mismo: si no fuera por ti no se que sería de mi. La admiro profundamente, y me encantaría ser la mitad de fuerte que es ella en el futuro. Cuando acabamos todo voy a mi habitación y me acuesto sobre la cama mientras escucho algunas canciones. La primera que salta es una de the cure, y es imposible no acordarme de Alex, maldito ahora cada vez que la escuche me vendrá su imagen a la cabeza. Creo que uno de los piropos más bonitos que le puedes decir a una persona es que una canción te recuerde a el o a ella. Entre canción y canción me doy cuenta que mi vida en unos pocos meses ha dado un giro radical, y que ahora mismo estoy mejor que nunca; si no fuera porque el ya no estara más ni conmigo ni con mi madre creo que todo estaría casi perfecto. La perfección no existe, pero si el estuviera aquí rozaría esa utópica perfección.

A la mañana siguiente cuando suena el despertador por primera vez en mucho tiempo me doy cuenta que he dormido del tirón, y que no he tenido ninguna pesadilla; voy al cuarto de baño y después de pegarme una buena ducha y de secarme el pelo voy directa al armario para sacar mi ropa: elijo unos pantalones vaqueros cortos y me los pongo con unas medias de rejila y una camiseta de manga corta negra. Por ultimo me calzo las botas y pongo rumbo al instituto. Como casi todas las mañanas me junto con el grupo y empieza la ronda de interrogatorios:
- ¿Que tal la cita con el mazizo de Alex?- dice muy interesado Mike.
-Eso esoo escupelo.- le sigue Alice.
-Bueno, veo que aquí las noticias vuelan ¿no?.- comento echándole una mirada a Laura, ella sonríe y me saca la lengua.
-No era una cita, simplemente quedamos COMO AMIGOS para escuchar unos cds.
- Eso es una cita en toda regla.- dice Laura.- Alex no entiende muy bien el concepto de la amistad.
- Bueno pues yo si, y te digo que no hay nada de nada entre el y yo.- digo intentando aclarar el asunto.
- Noo os peleéis hombre, vamos a cambiar de tema; queda una semana para navidad, lo que significa que la fiesta de fin de año esta cerca!-dice Louis emocionado.
Es verdad, ni me acordaba de que la navidad esta en la vuelta de la esquina; si tengo que ser sincera no me gusta nada, puesto que no me hace mas que recordarme de que mi padre no esta aquí, y eso lo odio. Supongo que para el resto de mortales es una época clave pero si fuera por mi no se celebraría nada.
- Me encanta esa fiesta, todo el mundo súper arreglado, bebiendo empezando bien el año.- Mike se suma a la emoción.
- ¿Es tan guay esa fiesta o que?- comento.
-¿Guay? Es la leche! La mejor fiesta del año, va todo el mundo.- Louis continua con la emoción.
- Si... Bueno esa fiesta desde el año pasado no es lo mismo yo no ire.-dice Laura.
Derrepente se hace el silencio, y visto las caras que lucen mis amigos prefiero no preguntar sobre el tema.
Cuando llegamos al instituto veo que Alex esta en la puerta, y esto se ha convertido casi en una rutina desde que decidimos ser amigos. Al verle mis amigos me dicen adiós y se van a sus respectivas clase; se que no son sus mayores fans pero... Todo me resulta muy raro.
-Princesa guerrera hoy te veo mejor que nunca, y eso que siempre estas incluso mejor que el día anterior.- me sonríe y me mira directo a los ojos mientras se peina con los dedos.- hoy has llegado pronto así que tenemos tiempo de fumar.
Dicho y hecho saca dos cigarrillos del bolsillo y el mechero y nos sentamos en las escaleras.
- Lo de ayer estuvo guay, lo tenemos que repetir e.- me dice chocando nuestros hombros.
-Si la verdad es que si, aunque me has fastidiado mi canción favorita de the cure.- me mira con asombro y me hace un jesto preguntándome el porque.
-Ahora cada vez que lo escucho no puedo evitar acordarme de tu jeta de idiota.- le digo y me mira con unos ojos que jamas había visto antes en el.
-Vaya, creo que es lo mas bonito que me han dicho nunca.- dice mirando hacia abajo, ¿se ha puesto rojo?
- ¿Lo de idiota?, Alex entonces no te han tratado muy bien.-le digo entre risas.
Me sonríe y continua: - no te hagas la dura guerrera.
Cambiamos completamente de tema y hablamos sobre que se acerca la navidad, entonces me pregunta:
-¿Que planes tienes para esas fechas?
-Supongo que ninguno, en mi casa no somos mucho de celebrar la navidad desde que mi padre murió así que es otra fecha mas del calendario.
Al decir esto Alex me mira y siento que sus ojos verdes me están hablando y me dicen que este tranquila; mis ojos no pueden seguir teniendo tanta atención y decido mirar hacia abajo.
- Eso si, creo que iré a la fiesta de fin de año, porque según mis amigos esta bastante bien.- cuando termino la frase noto una especie de escalofrío que le eriza el bello a Alex.
-¿Han dicho que esta bien la fiesta?.- me pregunta sin mirarme.
-Si, aunque Laura ha dicho algo del año pasado, pero no he querido preguntar.
Noto que el humor de Alex ha cambiado un poco aunque el intenta disimularlo con una pequeña sonrisa.
- Supongo que iré,¿ que mejor forma de empezar el año y olvidar todo lo anterior que con mi descubrimiento del año?- dice mirándome.
Al decir esto sonreímos los dos y apagando el cigarro decidimos entrar dentro del instituto, no nos hemos dado cuenta que llegamos 15 minutos tarde.

Castillos de arenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora