Castillos de arena

15

                                                                                             Alex

Todo iba bien, a pesar del día todo iba bien. 

Esa noche había empezado como el puto culo; era el peor día del año, el día en el que me acuerdo mas de ella, de lo que le hice y nunca debí hacerle. Nada podría salir mal; iría a la fiesta, bebería para hacer esa noche mas amena y me intentaría distraer. Cuando he visto a Lib pegando puñetazos a un tío que media casi el doble que ella he corrido como nunca, no sabia que pasaba pero su mirada no era la misma de siempre y eso me ha asustado. La he estado observando toda la noche, incluso cuando el tío ha dicho que mato a su padre, lo he escuchado y he visto el primer golpe en su cara. La miraba incluso cuando la chica que he conocido hace unas horas me decía si quería ir a su casa, y cuando la he mirada y he visto que no era Lib me he alejado de ella pidiéndole disculpas. 

Al ver a Lib tan furiosa lo único que se me ha ocurrido es abrazarla, y esperar hasta que su respiración se hiciera mas lenta. La he mirado a los ojos y al escuchar pronunciar esas palabras de su boca me he quedado de piedra; no podía articular palabra así que lo único que se me ha ocurrido es besarla, sentirla. He besado a muchas personas a lo largo de mi vida, pero eso no ha sido un simple beso, ha sido el beso, el beso que siempre quise sentir y que nunca antes nadie me lo había dado. He dejado atrás lo que este dia conlleva para mi, he dejado atrás lo que el chico de la fiesta ha dicho sobre Lib y su padre; porque lo que necesita era a ella, necesitaba su sonrisa que es difícil de ver, y necesitaba esos ojos que con tan solo mirarme son capaces de hablarme. Cuando sus labios se han separado de los míos no he podido evitar sonreír, porque a pesar del día he sentido felicidad, y creo que ella también. Por un intento de sentir su piel le he cogido la mano porque quiero que sienta que pase lo que pase estoy con ella, pero todo ha cambiado cuando hemos atravesado la puerta de la casa.  

He sentido un sentimiento de ahogamiento, de huir y correr hasta escapar de este sitio. Al mirar al suelo y ver mi cara junto a la de Kate he sentido asco, asco de ese Alex que acabo con todo. Ella no se merecía lo que le hice, no se merecía a alguien tan gilipollas como yo, y por mis caprichos ella desapareció. Me acuerdo el dia en el que la conocí, estaba con su grupo de amigos hablando con Laura y sonriendo. No era la primera vez que la vi, porque era la hermana de uno de mis mejores amigos. Me atraía físicamente, pero la verdad es que nunca logramos conectar del todo; le explique una y otra vez que yo no quería una relación con ella, que solo quería pasar un buen rato y que ella también disfrutara junto a mi. Ella me decía que le parecía bien y que lo entendía, pero después supe que no era así. Vi que le estaba haciendo daño porque ella no buscaba lo mismo que yo, así que hable con ella y decidí dejar atrás lo nuestro. Cuando hace un año, justo el 31 de diciembre vine a esta fiesta con mis amigos de toda la vida había cierta tensión entre David y yo; lo entendí en cierta manera que no le gustara la idea de haber tenido algo con su hermana, pero yo tenia la conciencia tranquila porque en ningun momento le falte el respeto ni nada por el estilo. Lo ultimo que recuerdo es ver a una Kate borracha diciéndome que me quería y yo arrepintiéndome de no alejarme antes de ella, así nadie hubiese sufrido; decidí alejarme para no fastidiarle mas la noche, pero cuando subí a ese maldito coche ella me siguió, se sentó a mi lado y me pidió que la llevara a su casa. Aunque no me gustase la idea lo hice, y puse rumbo a su casa; pero al rato todo dio una vuelta de ciento ochenta grados, tenia a Kate histérica empujándome y yo tratando de tranquilizarla. Fue en ese mismo instante cuando ella sujeto el volante intentando captar mi atención; pero no fue asi. Todo se volvió oscuro y mi mente se durmió. Cuando desperté mi madre me miraba desde la silla del hospital y yo no recordaba gran cosa.