Sacrificios para la felicidad (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 0 La gran noticia.

---Hiroki---

El tiempo ha pasado, solo estoy a cuatro meses de casarme con Nowaki. Aunque era sábado decidí ir a la Universidad para terminar los exámenes que comenzaba a realizar para aplicarlos dentro de unos días.

El transcurso se me hizo muy largo ya que el tren se tardó en llegar, era un día muy transcurrido porque había mucha gente, cosa que me abochornaba. Llegue como a las 8 de la mañana a la Universidad y encontré a Miyagi acorralando a el pobre Shinobu.

-Profesor, cuantas veces le he dicho que deje a Shinobu en paz. –comente en cuanto deje mis cosas.
-Oh Kamijou, ¿Cuándo llegaste? –pregunto Miyagi y se separó de Shinobu.
-Hace apenas unos minutos.
-Buenos días Hiroki. –dijo Shinobu sonrojado.
-Buenos días, -revolví sus cabellos- creo que tendrás que vivir de nuevo conmigo para que este pervertido no te haga nada.
-No soy un pervertido, solo le estaba dando un besito.
-Sí claro. –dije con sarcasmo.
-Iré por algo de tomar. –comento Shinobu y salió corriendo.
-No deberías aprovecharte, tienes suerte que tu suegro te haya dejado andar con su hijo.
-Lo sé, -encendió un cigarro- otro poco y me mata a tiros.
-Bueno, eso es porque realmente eres más grande que Shinobu.
-No me lo recuerdes. –dijo con un aura depresiva.
-No es para tanto. –reí.
-Si lo dice el futuro señor de Kusama.

Me sonroje ante sus palabras y él se empezó a carcajear. Nos quedamos revisando unos libros para los siguientes exámenes hasta que vimos como Shinobu entraba a la sala corriendo.

-¿Qué paso? ¿Por qué está muy apresurado? –pregunte.
-Hiroki, tienes que leer esto. –me paso un periódico.

Tome el periódico entre mis manos y comencé a leer el encabezado. Me quede consternado al leer las palabras, que tuve que volver a revisarlas para confirmar que no era un malentendido. Realmente me quede en shock, no sabía cómo reaccionar ante tal noticia, Shinobu al igual se veía sorprendido y Miyagi me quito el periódico para poder enterarse.

-Esto es... -tartamudeo Miyagi.
-No lo puedo creer. –murmure.
-¿En verdad él murió? –pregunto Shinobu.
-Todo esto me pare tan sorprendente. –dijo Miyagi.

Esto debe ser una broma, no puede estar pasando, a pesar de toda la maldad que cometió nunca le pude desear su muerte, lo odie tanto pero no hasta ese extremo...

¿Realmente habrá muerto?

-HIROKI. –grito Miyagi.
-¿Eh? ¿Pasa algo?
-Nada solo que te quedaste como en trance. –comento Shinobu.
-Es que no sé cómo reaccionar ante esta noticia. –susurre.
-Creo que a todos nos dejó pensando, la muerte de Anthony no es cualquier cosa.
-Es que es difícil de creer, después de tantas desgracias que trajo, ahora con su muerte, no sé si deba creérmela. –comento Miyagi.

Es tan repentino que no encuentro las palabras apropiadas para poderme expresar, no sé qué decir o hacer...

---Nowaki---

Termine mi turno en el hospital y decidí irme a mi departamento para poder descansar plácidamente, ya que tuve el turno de la noche y realmente me sentí tan cansado. Al llegue me cambie de ropa y tome un poco de jugo mientras prendía el televisor.

Cuando iba a apagar la televisión un reportaje capto mi atención.

Mencionaban que en la prisión de Tokio el día de ayer hubo un incendio donde muchos reos murieron por tratar de salvar sus vidas, y en la lista de muertos apareció el nombre de Anthony...

No podía creer lo que escuchaban, ese maldito que tanto daño nos hizo había muerto, ¿en verdad había muerto? ¿No se habrán equivocado?

Le puse toda mi atención a la noticia y dijeron que los mejores doctores habían reconocido todos los cuerpos que estaban en el lugar. Mi mente empezó a divagar, a tratar de entender cómo era posible que haya muerto de esa forma, aun no logro entender, ¿puedo confiar en lo que dicen?

Sin pensarlo dos veces marque al número de mi exjefe para confirmar la noticia.

-Supongo que me llamas por lo que sucedió ¿cierto? –comento mi exjefe.
-Todo lo que dicen en las noticias es verdad Nowaki, Anthony ha muerto.
-¿Enserio?
-Ya fuimos a investigar desde la madrugada y no hay ninguna duda, él está muerto.
-Esto es tan increíble. –suspire- Ahora podremos estar tranquilos.
-Supongo que así será, y Nowaki, -comento- recuerda que mi oferta sigue en pie para ti y para Shinobu.
-Lo tendremos en consideración, pero no creo que volvamos a trabar de nuevo ahí.
-Aun así, las puertas estarán abiertas para ustedes. –se despidió.
-Muchas gracias. –colgué.

"Por qué todo este asunto me da mala espina..."

---En una lujosa casa cerca de la Universidad---

Un pelimorado se pasaba por toda la elegante casa leyendo algunos documentos acerca del detective Kusama.

-Jefe Delion, ¿Cuál será nuestra misión?
-Con calma, no tengo prisa para acabar con esa persona. –comento el pelimorado.
-¿Qué fue lo que le hizo ese detective?
-Ese malnacido termino con todos los negocios que tenía en el extranjero, afortunadamente no termine en la cárcel, pero gracias a sus tonterías perdí conexión de mafiosos poderosos. –trono sus nudillos.
-Entonces esperaremos sus órdenes para atacar.

El hombre se retiró dejando a Delion revisando la información del detective hasta que sus ojos se posaron en una parte del papel.

En estos momentos él se encuentra fuera de servicios en cuanto a su trabajo de ser detective, por ahora Kusama contraerá nupcias dentro de 4 meses con un profesor de literatura llamado Kamijou Hiroki...

-Supongo que no me hará daño visitar a su futuro esposo... -sonrió ampliamente mientras sostenía una foto de Hiroki.

---En la biblioteca de la Universidad---

Un joven pelirrojo estaba recargado en la ventana de la biblioteca, perdido en sus pensamientos, ya que se había enterado de una noticia que le partía el corazón en cierto sentido, ya que su hermano y la única familia que tenía había muerto en el incendio de la prisión.

Sus lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras sollozaba para sus adentros. Un hombre de pelo largo que lo tenía amarrado en una coleta, pasaba por aquel pasillo y encontró a aquel chico, sin pensarlo dos veces lo abrazo por la espalda.

-Lamento lo que paso Vlad. –susurro en su oído.
-¿P-profesor John?
-Puedes llorar si gustas, desahógate. –lo estrecho.

El chico comenzó a llorar más fuerte mientras que John le transmitía toda su fuerza y cariño.

-Siempre estaré contigo. –lo tomo del mentón.

Vlad solo lo miro fijamente hasta que ambos juntaron sus labios en un tierno beso.

---En el hospital---

Un hombre rubio de ojos color negros que hace poco salió de una cirugía, caminaba hacia la salida del hospital. Sonreía de forma perversa mientras suspiraba profundamente.

"Ahora conocerán de lo que soy capaz..."