CAPITULO 41 Un rayo de esperanza.

236 23 0
                                    


---Hiroki---

Me acerque a la puerta y moví el mueble que estaba cerca colocándolo en la puerta para que nadie pudiera entrar, luego cuando Vlad termino de cambiarse nos acercamos al ropero para moverlo a un lado.

Saque las sabanas que había amarrado y salimos al balcón. Cada uno amarra una al barandal.

-¿Listo? –pregunte.
-Se me hace algo inseguro. –dijo con miedo.
-Tranquilo, todo estará bien, estaré contigo.
-Gracias Hiroki. –me abrazo- Después de todo lo que mi hermano te hizo me has apoyado.
-Ey, una cosa es tu hermano y otra muy diferente tú, -lo regañé- anda luego me das las gracias.

Respiramos profundamente y yo empecé a bajar primero para darle valor a Vlad, las sabanas empezaban a desgarrarse ya que mi peso no lo aguantaban, me apresure a bajar hasta que mis pies tocaron el suelo. Mire hacia arriba y a Vlad aún le faltaba la mitad del camino.

-Apresúrate Vlad. –susurre.

Cuando iba a terminar la sabana de Vlad se rompió y lo alcance a agarrar antes de que se impactara con el suelo.

-Lo siento Hiroki. –se disculpó.
-No te preocupes, ¿estás bien?
-Sí.
-Bueno vamos, -estire mi mano y él la tomo- corre lo más rápido que puedas.

Comenzamos a correr, no importaba la dirección, lo único que importaba era alejarnos de esa casa, empecé a escuchar mucho ruido proveniente de la casa, seguramente ya se habrán dado cuenta que no estamos.

Nos detuvimos un momento porque estábamos agotados, aun no recupero mis fuerzas de haber tenido a mis hijos y seguramente Vlad está en las mismas condiciones que yo. Nos escondimos por un grupo de árboles que estaban cerca del lugar.

-Descansemos un momento. –jadee.
-Parece que no hay casas cerca, no he visto ninguna, al igual que no hay muchas luces. –comento.
-Encontraremos ayuda ya lo veras. –suspire.
-Pero...

Escuchamos un estruendo, un disparo que pasó cerca de nosotros y se impactó en el árbol de junto.

-NI UN PASÓ MÁS, -grito Anthony que nos apuntaba con su arma, a su lado estaba Lao que tenía un arma- SABÍA QUE INTENTARIAN ALGO, PERO NO PENSE QUE FUERA TAN PRONTO, NO REVISAR ADECUADAMENTE LA CASA FUE ERROR MIO.

Vlad empezó a temblar y yo sostuve su mano para darle fuerza.

-Vlad, tenemos que huir. –murmure.
-Nos matara. –susurro.

Comencé a caminar hacia atrás y volvió a disparar rosando mi mejilla.

-QUE NO TE MUEVAS HIROKI, -gruñó- NO QUISIERA MATARTE PERO SI INSISTES EN HACERLO NO ME DEJARAS OTRA ALTERNATIVA.
-Hiroki, -grito Vlad y me limpió la herida- ¿Estás bien?
-Sí. –respondí aunque aún seguía consternado.
-Vamos, acérquense que no tengo todo su tiempo. –dijo haciendo un gesto con su mano.

Vlad me sonrió y susurro.

-Escapa...
-¿Qué?

Se colocó delante de mí.

-No me iré sin ti, -tome su mano- es juntos o ninguno.
-Pero...
-Ya veremos otra salida.

Comenzamos a caminar hasta él...



---Kimi---

Le dije a Tsumori que trasladaran a los gemelos a este hospital para que todos estemos juntos sin ningún problema, el acepto y mando a traerlos con el doctor que los cuidaba. Todos nos quedamos en la casa de John ya que nos quedaba más cerca, Shinobu con sus habilidades pudo abrir la puerta sin ningún problema, Miyagi se había quedado junto con Yumma para cuidar al pequeño Sora, y en unas horas llegarían los hermosos Mizu y Akane.

-Kimi no me gusta quedarme con los brazos cruzados. –comento Shinobu cuando estábamos sentados en la sala.
-A mí tampoco, que te parece si...
-NO. –gruñó Tsumori que entro a la sala- Sea lo que sea que estén planeando olvídenlo.
-Pero... -refute.
-No te voy a perder de nuevo Kimi. –me abrazo amorosamente haciendo que me sonrojara.
-Bueno yo los dejo solos. –se rio Shinobu y se salió de la sala.
-Tsumori ya suéltame.
-No, -me abrazo más- te amo y no quiero dejarte ir.
-Qué te pasa, deja las bromas a un lado. –me sonroje.

Me volteo y me tomo del mentón.

-Me gustas Kimi, estoy perdidamente y completamente enamorado de ti.
-Eso n-no, tú estás enamorado de Hiroki. –susurre.
-Eso solo era un capricho, conforme pasaba el tiempo a tu lado me di cuenta que mi corazón late tan fuerte que no puedo detenerlo.
-Idiota. –desvié mi mirada.
-Kimi, ¿Qué sientes por mí? –pregunto haciendo que me estremeciera.
-Que te interesa. –me aparte.
-Por favor, -me abrazo- dímelo.

Mi corazón estaba acelerado, mis mejillas sonrojadas, siendo sincera me gusta Tsumori desde que lo conocí no puedo creer en él, o sí...

-Y-yo...
-¿Sí? –se colocó frente a mí.
-Me gustas.
-Soy feliz, -me abrazo- te amo.
-Waa Tsumori suéltame, no seas tan empalagoso.
-Yo también te amo. –sonrió y me beso.

Coloque mis brazos en su espalda sintiendo el calor y dejándome llevar por el sentimiento que tenía albergado.

-Ya era hora. –se carcajeo Shinobu que estaba recargado en la puerta.
-¿C-Cuánto llevas ahí? –pregunte.
-Todo el tiempo, -sonrió- los niños ya están con Miyagi y Yumma, ¿vamos?
-Sí.

Tsumori me tomo de la mano y caminamos hasta su auto. Al llegar al hospital nos dijeron que pasaron a los gemelos a la habitación donde está la cuna de Sora, entre y pude ver a mis sobrinos, tan lindos y hermosos, peliazules como mi primo y con sus orbes color chocolate como Hiroki, son los niños más hermosos, al igual que Sora.

-Tranquilos pequeños pronto sus papis estarán a su lado...



---Con John y Nowaki---

Nowaki se iba acercando hasta que escucharon un balazo, ambos se estremecieron al no saber si sus amados estaban bien, Nowaki acelero la velocidad acercándose al lugar de donde escucho el sonido, apago las luces del auto y se estaciono cerca para no alertar a la persona que disparó.

Ambos bajaron del auto y sacaron un par de pistolas que encontraron en el maletero de ese auto, empezaron a caminar y vislumbraron a sus amados ya que la única iluminación era la luna llena.

Los ukes estaban a unos metros de Anthony, estaban temblando y su rostro reflejaba el temor que tenían.

-Tenemos que actuar ya. –comento John.
-Espera John. –lo tomo del hombro- No podemos actuar sin un plan.
-Se los llevará.
-Mira hagamos esto, ve tú al lado izquierdo y yo me quedare aquí, y a la cuenta de tres nos acercamos a nuestros amados.
-¿Estás seguro?
-Confía en mí. –pidió Nowaki.
-Ok.

John hizo lo que Nowaki le pidió y espero su señal. En lo que observaban John mando un mensaje a los agentes con la ubicación en la que se encontraban rogando que llegara lo más pronto posible.

Hiroki y Vlad ya no pudieron avanzar más, ya que sabían que ese loco les podría hacer algún daño por intentar escapar.

-Maldición no tengo su tiempo. –se acercó a ellos y los tomo del brazo.

Ambos semes no previnieron que fuera a hacer eso, así que asintieron y salieron de sus escondites amenazando a Anthony con sus armas.

-DEJALOS IR. –dijeron al mismo tiempo.
-Nowaki/John...
-¿Cómo es posible que...? –lo miro atónito Anthony.
-He recuperado mi memoria y no dejaré que lastimes a mi amado, esta vez te haré pagar todo el daño que has hecho...

Sacrificios para la felicidad  (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora